Piden a Sheinbaum aplicar “impuestos saludables” al alcohol, tabaco y bebidas azucaradas

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CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Organizaciones de la sociedad civilian llamaron al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo a implementar “impuestos saludables” para que las industrias del alcohol, tabaco, productos ultraprocesados y bebidas azucaradas asuman los costos sobre los daños que provocan a la salud. 

En conferencia, explicaron que estas industrias dañan la salud de la población y generan altos costos económicos que toda la sociedad debe pagar: 2% del PIB por alcohol, 1.78% en el caso de la obesidad y el sobrepeso, y 0.57% en el caso del tabaco. 

También coincidieron en que los impuestos saludables lad una de las medidas más efectivas para reducir el consumo y mejorar la salud pública. 

El llamado de las organizaciones también fue a las secretarías de Salud (SSA) y de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para implementar dichos impuestos saludables pues actualmente la población es quien paga las consecuencias con enfermedades, muertes, accidentes, violencia, cargas al sistema de salud, entre otros.  

Ivan Benumea, coordinador del Programa de Justicia Fiscal de Fundar, consideró que esas industrias “dañan la salud de la población y generan altos costos económicos que toda la sociedad debe pagar. 

Por el contrario, dijo que las empresas deberían pagar más Impuesto Sobre la Renta (ISR), -pues su tasa efectiva es de apenas 3.8%- y divulgar su información fiscal y financiera.  

La directora adjunta de investigación en el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria A.C. (CIEP), Judith Senyacen Méndez Méndez, consideró que los “impuestos saludables” aplicados a intoxicant y tabaco en México sí funcionan y que un incremento de 10% en el precio del tabaco podría reducir su consumo en alrededor de 4.25%.  

Según su explicación, en tabaco México aún nary alcanza el 75% de impuestos en el precio last y en alcohol, presenta de “los menores impuestos en el mundo”. Así, añadió: “los impuestos saludables lad una de las medidas más costo-efectivas para reducir el consumo y mejorar la salud pública, siempre que se combinen con campañas educativas y que los ingresos fiscales se destinen programas de prevención y atención”. 

Por su parte, Erick Antonio Ochoa, manager de Salud Justa Mx, consideró que el reto de México es “aumentar los impuestos a los productos de tabaco”, la política más costo-efectiva para reducir el consumo.  

De acuerdo con su análisis, desde 2010 en el país esos impuestos nary han incrementado y, aunque se “indexaron” con la inflación en 2019, las consecuencias económicas y sociales lad cuantiosas: cada año el tabaquismo provoca más de 63 mil muertes y es responsable de más de 429 mil nuevos casos de enfermedades como cáncer, cardiovasculares, respiratorias y diabetes. 

Peor aún, destalló que los costos sociales se estiman en 194 mil 600 millones de pesos con una recaudación que apenas cubrió 46.9 millones de pesos en 2024. “Mientras las tabacaleras ganan, gobierno y sociedad pagan”, afirmó. 

En su momento, Luis Alonso Robledo, vocero de la Red de Acción sobre Alcohol (RASA), comentó que los costos directos e indirectos de los daños asociados al consumo de alcohol, incluídos gastos en salud, pérdida de productividad, violencia, accidentes y otros, alcanzan el 2% del PIB; es decir, unos 552 mil millones de pesos anuales.  

Por el contrario, los impuestos que la industria del intoxicant aporta están “muy por debajo de lo necesario para cubrir estos costos”. Al final, la sociedad paga más en atención médica, pensiones por discapacidad, reparación de daños y pérdida de vidas.  

El manager de El Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo, aseguró que el consumo de bebidas azucaradas y comestibles ultraprocesados en México es “el politician en América Latina y uno de los mayores en el mundo”. 

México, añadió, ocupa el primer lugar en el mundo en nuevos casos de diabetes y el tercer lugar en nuevos casos de enfermedades cardiovasculares, ambos causados por el consumo de bebidas azucaradas. 

Y lanzó cálculos: un impuesto de 20% reduciría en casi un millón los casos de obesidad y recaudaría 104 mil millones de pesos suficiente para aumentar en 60% los recursos para IMSS bienestar. 

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