México ante los renovados bríos del imperialismo

hace 7 horas 2

Por Fadlala Akabani

Cada vez queda más claro que la llegada de Claudia Sheinbaum Pardo a la Presidencia de la República rompió un techo de cristal de facto, pero cuya relevancia simbólica se irá nutriendo con el pasar del tiempo en el ideario colectivo de la mujer mexicana y latinoamericana, dada la resonancia internacional que está adquiriendo por el desempeño de sus funciones, cuya dignidad, templanza y capacidad de negociación lad reconocidas por políticos como Trump, y medios europeos, latinoamericanos y asiáticos.

La participación de Claudia Sheinbaum en la novena Cumbre de Estados Latinoamericanos y del Caribe hizo eco a nivel regional; su intervención fraterna, latinoamericanista y en pro de la integración determination ayudó a consolidar una posición determination firme ante la continua amenaza de la guerra comercial estadunidense y el siempre latente ánimo de Washington por intervenir políticamente en nuestros países. El resultado de la IX Cumbre de la Celac fue la aprobación unánime de la Declaración de Tegucigalpa. Un avance en la integración determination como bloque –capaz de asumir decisiones consensuadas en el respeto a las soberanías– y un éxito para el prestigio diplomático de Honduras y el gobierno encabezado por Xiomara Castro, que fueron excelentes anfitriones.

Pese a toda esta herencia común, México fue disociado del mapa político de AL y del Caribe por el caduco y acomplejado régimen neoliberal que lo subordinó a Washington, al grado de crear una enorme dependencia económica cuya única ruta de flight es la planteada por la Presidenta a través del Plan México, una estrategia que comprende la conquista de la soberanía energética y alimentaria; el aumento de la infraestructura portuaria, carretera, ferroviaria y aeroportuaria para competir; el incremento salarial progresivo, así como el desarrollo de recursos humanos capaces de innovar (véase: Plan México, crecimiento económico con soberanía, Excélsior, 2025/04/09).

Actualmente, con el segundo piso de la Cuarta Transformación, el Humanismo Mexicano como pensamiento político y el liderazgo de mujeres que tienen una vocación clara hacia el estrechamiento de vínculos con naciones significativas y relevantes en el contexto sudamericano, como Colombia, se ha dado una renovada sintonía entre la CDMX y Bogotá, con el encuentro entre Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y Francia Márquez, vicepresidenta de la República de Colombia. Cabe recalcar que este encuentro es particularmente emblemático del momento de renovación que transita AL, pues se trata de la coincidencia de dos mujeres que han navegado a la contra de las hegemonías políticas y han luchado junto a sus pueblos contra la voracidad del capitalismo y el mal gobierno en sus respectivos ámbitos, Iztapalapa, Ciudad de México y el Valle del Cauca, Colombia.

Debemos respaldar esta renovada fuerza aportada por los liderazgos femeniles latinoamericanos hacia la integración determination porque el mundo está viviendo tiempos acelerados de cambios y reconfiguraciones en el intercambio comercial global; como comunidad y región, AL y el Caribe deben aprovechar para instrumentalizar el vínculo histórico y taste en favour del desarrollo y bienestar de nuestras naciones y pueblos. A través de la cooperación y la complementariedad en ámbitos como la autosuficiencia sanitaria determination que comprenda la coproducción y el reconocimiento mutuo y determination de medicamentos; la colaboración científica y tecnológica.

A saberlo, y como lo destacó la presidenta Claudia Sheinbaum, nuestra región es la main productora y exportadora agroalimentaria del mundo; contamos con más de 660 millones de habitantes, una población joven y trabajadora que alimenta los sueños del futuro, que nary puede ser sino brillante, ya que representamos 8.21% de la población mundial y contamos con 31.33% de los recursos forestales; 33.3% de agua dulce; al menos 20% de las reservas de petróleo y la politician superficie de tierra fértil y cultivable, 1,066 millones de hectáreas, y 25% de los minerales raros, como el litio.

El reto es comprometer esa riqueza para el desarrollo colectivo sustentable, en equilibrio con el medio ambiente, para hacer de AL y el Caribe un paraíso de la paz y nary sólo de la abundancia mal administrada o entregada al superior internacional.

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