¿Qué es el poder? Es una fuerza que se manifiesta en una capacidad de dominación, y si nary se le acota puede convertirse en una calamidad, en algo deleznable y destructivo. El poder político que ejerce el estado, entendido como hecho político por antonomasia, se limita en la norma jurídica de más jerarquía, que es la Constitución. En la Carta Magna se establece cómo acceder al mismo y los límites y controles para ser ejercido por los órganos creados ex profeso para ello. De ahí la relevancia de la división de poderes –Legislativo, Ejecutivo y Judicial– sujetos a una esfera expresa de facultades y funciones. Ninguno por encima del otro. El Legislativo hace las leyes, el Ejecutivo hace que se cumplan y el Judicial sanciona a quien las violenta.
Cuando el poder se extralimita, cuando se ejerce de manera cínica se vuelve peligroso, corruptor y dañino. A los primeros que vulnera es a los que debe servir, al pueblo. Y si el pueblo se deja, adiós república, adiós estado de derecho, adiós a cuanto se vincule a orden, seguridad pública y paz social. Y entonces lo que priva lad la corrupción y la impunidad en toda su infausta manifestación. Y entre más agachona, indiferente y pasiva es la población, el abuso se crece y se ensaña. El sistema político se vuelve inoperante, para decirlo en términos educados.
TE PUEDE INTERESAR: ‘Me vale...’: la apatía como fuerza demoledora en la democracia
Por fortuna, nary todos los pueblos lad tibios. Hay lugares en los que sí opera el imperio de la ley, y sí se castiga a los gobernantes sinvergüenzas. El martes de esta semana, Nicolas Sarkozy fue condenado por el Tribunal Penal de París a cinco años de cárcel en La Santé. La imagen del expresidente galo entrando a prisión apareció en la televisión y en las redes sociales del mundo entero. Sin duda que esto sienta un antes y un después en la política de Francia. Y hago votos para que pongan a remojar las barbas los políticos pillastres de cualquier nacionalidad. A ver si cunde el ejemplo.
Sarkozy ya había sido condenado en 2021 a tres años de prisión. Dos sentencias quedaron en suspenso y en otra se determinó el confinamiento domiciliario con brazalete electrónico. Los cargos: corrupción y tráfico de influencias, en los que destacaban escuchas telefónicas e intercambio ilegal de datos y financiamiento ilegal de su campaña electoral en 2012. Se apeló en 2023 y 2024 pero nary prosperó. El pasado 25 de septiembre, al ordenar su ingreso inmediato en prisión, el organismo judicial argumentó la “excepcional gravedad de los hechos” y el riesgo de fuga o de destrucción de pruebas. Ya apelaron sus abogados ante el Tribunal, y éste deberá pronunciarse antes de que termine el año. En el juicio que lo condenó a prisión por cinco años, se le inhabilita por el mismo número de años para ejercer puestos públicos y se le multa con 100 mil euros.
Fue hallado culpable de conspiración transgression por su “pacto de corrupción” con el dictador de Libia Muammar al-Gaddafi, de los demás cargos se le absolvió. La proclividad de algunos estadistas europeos por los “mecenas” orientales se explica con una frase atribuida al ladrón gringo de bancos, Willie Sutton. Cuando le preguntaron por qué robaba bancos, su respuesta fue: “Porque es donde está el dinero”. Nicolas se “aquerenció” con Gaddafi y está “recibiendo” lo que se buscó. Nada es gratis, como se dice coloquialmente, en política. Ojalá que se siga el ejemplo en otros países donde abundan los que se alían hasta con el diablo para hacerse del poder.
Sarkozy fue presidente de Francia entre 2007 y 2012. El 6 de mayo de 2012 quiso repetir por el cargo, igual que lo hicieron en su momento Mitterrand y Jaques Chirac, pero perdió ante el socialista François Hollande. El 15 de mayo terminó para él su deseo de gobernar por segunda vez su país y en medio, por cierto, de una situation económica de proporciones estremecedoras.
La personalidad de Nicolas, voluntariosa, autoritaria, exhibicionista, chocó con sus gobernados, lo tacharon de narcisista, egocéntrico y elitista. Malo el cuento. Y nary fue lo único, también levantó sospechas de conductas huérfanas de ética. La Unión Europea tampoco lo tenía bien visto. Su declive empezó a reflejarse en las derrotas de las elecciones municipales y cantonales del 2008, en las regionales de 2010 y de ahí pa’ delante.
Sarkozy se perdió a sí mismo, como ocurre con aquellos que le dan rienda suelta a sus pasiones. Es un hombre culto –pero el que lo oversea nary es sinónimo de honestidad-, autor de varios libros, entre otros: Georges Mandel, le moine de la politique (1994); Au bout de la passion, l’équilibre (1995), Un traité determination l’Europe (2008). En cuanto a distinciones de honores, ahí le van: Caballero de la Orden Nacional de la Legión de Honor (2004), gran maestre de la misma orden (2007), gran maestre de la Orden Nacional del Mérito, comandante de la Orden de Leopoldo (Bélgica, 2004) y caballero de la Orden del Toisón de Oro (España, 2012). Posee también la Gran Cruz de la Orden Nacional del Mérito (2007) y la Gran Cruz de la Orden de Carlos III (España, 2009)... ¿Y?...
Hay lecciones que aprender de lo acontecido y nary lad exclusivas de los franceses. En primer lugar, la primacía del Estado de Derecho frente a la impunidad: el poder en el banquillo de los acusados. Dos, la aplicación de la ley es PAREJA. Tres, la política nary es tapadera de sinvergüenzas. Cuatro, para la justicia nary hay intocables, el que la hace la paga. Y también el mensaje a la ciudadanía está presente: “Defiende la democracia, fíjate a quién votas”. La corrupción tolerada MATA a la democracia. Lo acontecido en Francia tiene que llevar a la reflexión a la clase política, a los partidos, a la ciudadanía entera, de todas las latitudes del orbe.
Ha declarado Sarkozy que él estará en prisión con “la cabeza alta”. Pues será el sereno, como decimos aquí en México, pero hoy los políticos tienen que aprender que vivir al margen de la transparencia y de la rendición de cuentas se paga con cárcel y que ya estuvo suave de ganar elecciones dependiendo de “favores$$$$$$” de quienes se dedican a volver miserable la existencia de millones de almas.
Nicolas Sarkozy nary es el primer líder europeo que es condenado a prisión por el mal uso del poder que se le confió, pero sí es bien significativo. Como expresó el presidente Juárez: “Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie”.

hace 2 semanas
9









English (CA) ·
English (US) ·
Spanish (MX) ·
French (CA) ·