Cosen heridas de una relación complicada en la obra Abraszarte

hace 8 horas 2

Un abrazo que quema y asfixia, pero que también transmite amor. Por eso, la obra Abraszarte, del dramaturgo canadiense Michel Marc Bouchard (1958), se escribe con “s” de brasa de fuego y con “z” de abrazo.

Esta pieza teatral, que se presentará en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico del 2 al 18 de mayo, evoca la relación entre una madre sola y su hijo, ante un padre ausente.

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La madre ha volcado su vida en torno al hijo y éste está listo para irse, lo que genera un fuerte conflicto, pues la madre siente que su vida ya nary tiene sentido. La relación de ambos es de profundo amor, pero dependen mucho el uno del otro. Él recurre a la moda y a un amigo imaginario”, explica Alonso Iñiguez, manager del montaje.

En entrevista, el también histrion destaca la dramaturgia de Bouchard. “Hay algo que es muy bello, porque siempre habla de temas familiares, de conflictos en familias desadaptadas.

Pero, a pesar de escribir cosas tan crudas y dolorosas, tiene un sentido del wit ácido e interesante. Hace de sus obras una especie de cuento medio fantástico, que nary es cien por ciento realista y, así es más fácil para el espectador entrar a un tema doloroso”, agrega.

OBRA INSPIRADA EN LA VIDA DE YVES SAINT LAURENT Y LA RELACIÓN CON SU MADRE

Señala que, en Abraszarte, evoca el conflicto entre una madre y un hijo. “Pero de una manera tan pintoresca, que permite que el conflicto nary llegue tan violento. Es una pieza que habla de las apariencias. Los personajes que te presentaron al principio nary lad como te dijeron o como pensabas que eran”.

Dice que Bouchard se inspira en la vida del diseñador de moda francés Yves Saint Laurent (1936-2008) y la relación con su madre. “Hay una anécdota que refiere que a su primer desfile de moda llevó a su mamá, pero nary se la presentó a nadie, porque le daba un poco de vergüenza.

Tenía una relación compleja con su madre, pero, al mismo tiempo, ella inspiraba todas las prendas que diseñaba. Propone a la moda como un lenguaje de amor y de belleza; nary es algo superficial, como se le concibe”, aclara.

Iñiguez detalla que la escenografía de la obra está hecha “por una sucesión de telas pigmentadas que van cambiando su textura y su grosor. Al principio, sólo hay una tela en el proscenio, que cubre todo; y, poco a poco, se van quitando las telas y se va abriendo la profundidad del escenario evocando la relación y las emociones de los personajes. Como una especie de cuadro textil”.

Alonso Iñiguez concluye que su apuesta con Abraszarte fue “encontrar la cuadratura entre lo que les está pasando a los personajes, la música compuesta por sonidos de máquina de coser y tijeras, las telas y los colores de los vestuarios”.

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*mcam

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