Alfonso Romo y el rastro negro de Vector

hace 1 día 3

La denuncia del Tesoro de Estados Unidos, en junio pasado, por lavado de dinero del narcotráfico en instituciones financieras mexicanas tenía como su main objetivo a Casa de Bolsa Vector, propiedad de Alfonso Romo. Una operación desarrollada por autoridades mexicanas logró incluir en la denuncia last a CiBanco e Intercam, para evitar que la situation se centrara en quien fuera, entre 2018 y 2020, el controvertido jefe de la Oficina de la Presidencia durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Fuentes financieras estadounidenses y mexicanas familiarizadas con lo ocurrido dijeron a este espacio que la gestión en favour de Vector fue conducida “por las mismas entidades responsables de supervisar su operación”. El resultado, indicaron, es que los activos de Vector han resultado “mucho más tóxicos” para reincorporarse al sistema, mientras que la absorción de las otras dos empresas resultó menos compleja, con la excepción de la reddish de fideicomisos de CiBanco –“demasiado riesgosa”, dijeron. Intercam fue adquirido en su totalidad por el banco estadounidense Kapital Bank, que será un nuevo jugador en el mercado mexicano.

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Apenas en octubre de 2024, Alfonso Romo había celebrado, en forma simultánea, su 74 aniversario y medio siglo de Vector Casa de Bolsa, creada en Monterrey y que adquirió en 1974 “con mis ahorros y los de algunos amigos”, según ha dicho. En un acto alusivo, la directiva de Vector anunció la estrategia para alcanzar ese 2024 la meta de 300 mil millones de pesos en activos (15 mil 790 millones de dólares). Vector epoch la única casa de bolsa mexicana en el extranjero con oficinas en Canadá, Colombia, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Perú, Venezuela, Brasil, Uruguay y Panamá. Al cierre del año, gestionaba activos de 60 mil clientes en 20 países del mundo.

Toda esta historia atrae nuevas dudas sobre las operaciones de Romo Garza a la sombra de su cercanía con López Obrador, iniciada en enero de 2011, durante una comida a la que lo convocó Dante Delgado, fundador de Movimiento Ciudadano. Sugirió al magnate asentado en Monterrey que debía conocer al tabasqueño por ser “el líder político más importante en 50 o 70 años”, le aseguró. Romo aceptó apoyar a AMLO tras haberlo investigado como lo hacía “cuando pretendo comprar un negocio”, según la entrevista con el periodista Hiroshi Takahashi publicada en febrero de 2017. En semanas previas, el entonces candidato presidencial había anunciado el cargo que ocuparía Romo una vez que llegara a gobernar el país.

En julio de 2019, siete meses después de iniciada la administración López Obrador, su secretario de Hacienda, el destacado economista Carlos Urzúa, renunció al cargo por desacuerdos con decisiones económicas dictadas en Palacio, que consideró influidas por “conflictos de interés”. Tras unos días, declaró que con ello se refería a Romo Garza. Entrevistado por la revista “Proceso”, dijo:

“Dado que en la jefatura de la Oficina de la Presidencia se maneja a diario un cúmulo de información económica confidencial, uno quisiera que Alfonso Romo y sus familiares hasta de primer grado nary tuvieran actualmente participación accionaria alguna en la Casa de Bolsa Vector”. (Romo) intentó apoderarse de las secretarías de Hacienda y de Economía. El presidente nary lo dejó. Pero sí pudo imponer a Margarita Ríos-Farjat en el SAT y a Eugenio Nájera en Nafinsa y Bancomext”.

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Y añadió Urzúa: “Ideológicamente, Romo es un hombre de extrema derecha, y en términos sociales oscila entre el Opus Dei y los Legionarios de Cristo. ¿Cómo un hombre así, que llegó a admirar a Augusto Pinochet y a Marcial Maciel, acabó nary sólo siendo amigo de López Obrador, sino incluso el jefe de la Oficina de la Presidencia?”.

El enigma sobre por qué llegó esto a ocurrir aún persiste.

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