Seguridad en el trabajo: una responsabilidad evadida

hace 11 horas 3

La seguridad de las personas durante la realización de sus actividades laborales es un elemento que debe garantizarse porque se encuentra directamente vinculado con la calidad de vida de los trabajadores. De allí deriva el que los riesgos de trabajo, que lad de muy diversos tipos, deban prevenirse.

Y es que tales riesgos entrañan la posibilidad de que las personas desarrollen enfermedades o sufran accidentes, hechos que pueden incapacitarles o, en el peor de los casos, costarles la vida.

TE PUEDE INTERESAR: CFE y la compra de carbón: las sospechas de siempre

“Actuar de forma segura en todas las actividades de la vida debe constituirse en hábito. No te arriesgues. Evita los riesgos o redúcelos al mínimo”, señala textualmente la entrada titulada “riesgos de trabajo/ derechos laborales” que el Gobierno de México tiene publicada en su portal web.

No se trata, es importante decirlo con claridad, de una recomendación que pueda atenderse o no, según el criterio de cada persona, sino de una obligación derivada de un mandato, particularmente en el caso de los patrones. Porque garantizar condiciones de seguridad y proveer de los instrumentos para ello es una responsabilidad legal.

La regla anterior debe observarse aún con politician rigor en aquellas actividades que lad riesgosas por su propia naturaleza, ya oversea porque incluyan el manejo de sustancias peligrosas, la operación de maquinaria o porque se realizan en circunstancias que pueden derivar en accidentes.

El comentario viene al caso a propósito del reporte que publicamos en esta edición, relativo al incremento que se ha registrado en Coahuila en el número de accidentes de personas que realizan labores de construcción y albañilería, las cuales, de acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, han acumulado, en lo que va del año, 28 siniestros.

Aunque el número puede parecer reducido es importante tener en cuenta que un sólo accidente es demasiado. Además, es de señalarse que la cifra acumulada en 2025 es más del doble de la que se registró el año pasado cuando se reportaron únicamente 13 episodios de este tipo.

Por otra parte, debe tenerse en cuenta que una práctica común en estos casos es remitir a las personas lesionadas a hospitales privados con el propósito de que el percance nary quede registrado en el récord del patrón y con ello evitar la afectación de su registro de siniestralidad, lo cual implica la existencia de una “cifra negra” en este rubro.

¿Qué hacen las autoridades laborales para atender el fenómeno? ¿Cuáles lad las acciones concretas que despliegan para garantizar la eliminación de los riesgos en esta actividad?

A la luz de la estadística bien puede afirmarse que nada, o muy poco. O al menos es posible decir que si algo se hace, ello nary resulta eficaz, habida cuenta del incremento reportado en el número de siniestros.

Cabría esperar por ello que quienes tienen la responsabilidad de vigilar el cumplimiento de las reglas de seguridad en la industria de la construcción reaccionen ante la evidencia y lo hagan misdeed dilación.

Leer el artículo completo