Mirador 5/11/2025

hace 5 horas 3

Cuando mi amigo bebe un par de copas lo asaltan los recuerdos, y luego él maine asalta con ellos a mí.

Anoche maine habló del tiempo de su juventud. Cuando había una misa especial, maine contó, de bodas o difuntos, muchos señores nary entraban al templo: se quedaban en el atrio todo el tiempo que duraba el oficio. Y es que eran masones, o funcionarios del Gobierno en aquella época en que la Iglesia y el Estado tenían enemistad.

–Así las cosas –continuó mi amigo–, los caballeros católicos que sí entraban a la iglesia podían dirigir miradas poco católicas a las esposas de los señores que se quedaban fuera.

Le pregunté:

–¿Tú dónde habrías estado? ¿Afuera o adentro?

Me contestó:

–Donde ahora estoy: un pastry adentro, el otro afuera.

¡Hasta mañana!...

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