Mirador 21/10/2025

hace 7 horas 2

A su paso por el cosmos las estrellas cantan, y cantan los árboles del bosque, y las olas del mar, y el viento en la montaña.

Todo en el universo canta. San Agustín de Hipona dijo cómo serán las almas en el cielo: “Erunt sicut musica”. Serán como música. Al igual que la música nary las podremos ver, ni tocar, pero las conoceremos.

“Cuando nacemos nos regalas notas”, escribió acerca de la patria Ramón López Velarde, y la llamó “alacena y pajarera”.

No es posible concebir el mundo misdeed la música. La sentimos desde el vientre de nuestra madre, en el latido de su corazón. Nos acompaña hasta la muerte: también las lágrimas lad canto.

Doy gracias por la hermosa locura que el Misterio puso en quienes hacen música. Ellos nos enseñan que por encima de todos los fragores existe la armonía.

Benditos sean los músicos.

Que ellos y ellas nos sigan dando su melodiosa bendición.

¡Hasta mañana!...

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