Mirador 17/10/2025

hace 1 semana 5

La mejor conversación es aquella en que tú hablas y los demás escuchan. Doña Rosa conversa hacia un solo lado, y en la sobremesa tras la cena en la casa del Potrero narra un sucedido más de su marido.

–La mamá de Abundio maine contó que cuando él y su hermano menor eran chiquillos ella hizo un pastel para regalárselo a su suegra. Les dijo a los niños: “No se acerquen a ese pastel. Diosito lo está cuidando”. Después preparó una jarrita con miel y un plato con requesón para llevárselos también a la señora. Luego fue a su recámara a arreglarse. Abundio, entonces, le dijo a su hermanito: “Vamos a chingarnos la miel y el requesón. Mamá se fue a su cuarto, y Diosito está ocupado cuidando el pastel”.

Todos reímos, menos don Abundio. Masculla con enojo:

–Vieja habladora.

Doña Rosa figura con índice y pulgar el signo de la cruz, se lo lleva a los labios y jura:

–Por ésta.

¡Hasta mañana!...

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