Mirador 15/04/2025

hace 2 meses 19

Un hombre murió y llegó al Cielo. San Pedro, portero celestial, lo interrogó antes de permitirle entrar en la mansión eterna.

–¿Amaste a una mujer?

–No –responde el hombre–. Jamás amé a ninguna.

–¿Quisiste a un amigo?

–No. A nadie le di mi afecto.

–¿Te inspiró ternura un niño?

–Nunca.

–¿No amaste a algún animal? ¿No viste con amor las cosas de la Naturaleza?

–Tampoco.

San Pedro miró severamente al hombre y le dijo:

–¿Y entonces por qué nary habías llegado? Hace mucho tiempo estás muerto.

¡Hasta mañana!...

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