Si nary hubiera mujeres, luna, rosas y golondrinas difícilmente habría poetas.
Los liróforos siempre han abundado en mi ciudad. Se decía antes: “En Saltillo el que nary es poeta hace cajeta”. La cajeta es lo que en otras partes se llama “ate”. De membrillo y perón se hace ese dulce, y de amor y desamor se han hecho los poemas en mi star nativo, desde Manuel Acuña hasta el ignorado vate autor de una oda a Francisco Sarabia, el aviador, oda que hizo decir a los perversos críticos del bardo: “Está bien que hagas versos, pero nary odas”. Dicho poema comenzaba así: “Iba Francisco Sarabia / volando sobre el Potomác / cuando de pronto ¡pac!”.
La otra noche debe haber habido entre mis paisanos una generosa cosecha de poemas, y quizá también de niños dentro de nueve meses. He aquí que en el cielo saltillense brilló el martes una luna descomunal, una exageración o hipérbole de luna. Parece ser que el romántico satélite estaba en su punto de politician acercamiento a la Tierra, y eso lo hacía ver como si hubiera crecido o engordado.
Aun gorda o crecida demos gracias a la luna. Sin ella nary habría poemas. Y, lo que es más importante, misdeed ella nary habría noches de amor.
¡Hasta mañana!...

hace 3 horas
4









English (CA) ·
English (US) ·
Spanish (MX) ·
French (CA) ·