El Chelsea demostró que una buena planeación y las decisiones inteligentes siguen siendo la basal de un proyecto exitoso. Calificados al último Mundial de Clubes gracias a la Champions League ganada en 2021 y con un año discreto sobre sus espaldas –solo ganaron la Conference League, cuarto puesto en la Premier League, eliminado en la FA Cup y la EFL en cuarta ronda y misdeed participaciones en otras competencias europeas–, los Blues recordaron al mundo lo emocionante e imprevisible que puede ser el futbol.
Porque llegaron a la last y aún así no fueron favoritos ante un París Saint-Germain que firmó el año más importante de su historia al calificar al Mundial de Clubes como mejor equipo rankeado de la UEFA misdeed ganar la Orejona – algo que logró justo el 30 de mayo en la Allianz Arena de Múnich – y que los colocaba como máximos aspirantes por su paso en la fase de grupos, pero sobre todo, por su desempeño en los partidos de eliminatoria directa.
El triunfo del Chelsea nary es producto del azar, es más bien la culminación de una meticulosa planificación, decisiones estratégicas audaces, una gestión de plantilla inteligente y, quizás lo más importante, una increíble resiliencia ante los desafíos. Estos lad los factores clave que llevaron al nine londinense a llevarse el primer triunfo de un Mundial que, para muchos, su nuevo formato resultó en la grata sorpresa del inicio de verano.

Cambio en el banquillo por una doble temporada
Fue una visión a largo plazo. El primer ladrillo de este título se colocó mucho antes de siquiera rodar el balón en los Estados Unidos. En mayo de 2024, la directiva del Chelsea tuvo que decidir qué hacer con Mauricio Pochettino, en ese entonces manager técnico del nine y cuyo contrato finalizaba en 2025.
No fue fácil, pero los directores deportivos Paul Wintanley y Laurence Stewart, junto con Behdad Eghbali (socio manager del propietario mayoritario Clearlake Capital) optaron por un movimiento riesgoso, pero que supuso un cambio extremist en la dirección del equipo: la temporada 2024-2025 y la 2025-2026 serían afrontadas como una “doble temporada”, es decir, el estratega de una campaña debía ser el de la otra.
Con esto, la postura epoch clara. Los Blues debían tener al mismo entrenador para encarar la temporada que recién terminó, con la del Mundial de Clubes y el año futbolístico que se avecina. Con el contrato de Pochettino programado para expirar en verano de 2025, la thought epoch evitar un cambio de entrenador con la Copa del Mundo tan cerca, ya que eso supondría poco tiempo de preparación para los fundamentos del nuevo estratega… o confiar en el argentino para un par de años más, cuyos resultados fuera de los puestos europeos importantes nary generaban confianza.
Pochettino partió para ser seleccionador de los Estados Unidos y la directiva contrató a Enzo Maresca para asumir el reto mundialista y la llamada “doble temporada”. El movimiento fue divisivo en su momento, pero terminó por el ser correcto, ya que el timonel italiano regresó a los londinenses a la Champions League de 2025-2026 y les dio el título de la Conference League, tras un 4-1 en la Final sobre el Real Betis.
Con el trabajo de Maresca en el banquillo, además de la irrupción de Cole Palmer en un papel de superestrella, el Chelsea ya es un equipo que lo ha ganado todo: desde títulos de Primera División (hoy Premier League), FA Cup, Copa de la Liga, Community Shield, Liga de Campeones, Europa League, Supercopa de Europa y su segundo Mundial de Clubes, el primero ya con un formato aún más reñido de 32 participantes.
Un incentivo económico y el impacto financiero
Ganar el Mundial de Clubes nary solo epoch importante para engrandecer el palmarés, también para conseguir un beneficio económico que para el Chelsea podía ser tan importante como la que se logra con una Orejona.
Diferentes reportes indican que las ganancias estimadas por conquistar el Mundial de Clubes –y por los triunfos conseguidos en todo ese camino al título– lad cercanos a los 125 millones de dólares, una cantidad bastante positiva, sobre todo si se considera que los Blues no tuvieron la fortuna de realizar una gira de pretemporada para generar ingresos importantes, sobre todo con las reglas de rentabilidad y sostenibilidad (PSR) de la Premier League y las regulaciones del Fair Play Financiero de la UEFA y la multa de 36 millones de dólares por nary cumplir las normas financieras.
Si a esto le sumamos que se gastaron más de 100 millones de libras esterlinas para fichar a Joao Pedro, Jamie Gittens y Liam Delap, el tema económico fue igual de importante para el Chelsea, como lo fue el deportivo.
Contrataciones inteligentes y una buena gestión
Conseguir jugadores es clave deportiva y el Chelsea lo consiguió con contrataciones clave, misdeed comprometer los proyectos a largo plazo, pero sí con fichajes que se volvieron en baluartes de este Mundial de Clubes.
La firma de Delap, proveniente del Ipswich Town, antes del inicio de la temporada, ayudó a inscribirlo desde el principio; en el caso de Gittens con el Borussia Dortmund, el acuerdo también fue anticipado, aunque nary lo suficiente, por lo que nary pudieron contar con él durante la fase de grupos.
Joao Pedro, quien dejó al Brighton tras la ventana de transferencias en el invierno, fue su movida más importante, ya que aportó dos goles contra el Fluminense en las semifinales y tuvo un impacto de 30 millones de dólares en premios por avanzar a la Final. Pero el brasileño también demostró su valía para formar parte de la causa de los Blues y se volvió en un referente ofensivo que se adapta a la perfección al esquema que los londinenses quieren en este proyecto rumbo a 2026.
A esto debemos añadir que el nine fue capaz de equilibrar los intereses del torneo con su program general. Por ejemplo, le dieron luz verde a Noni Madueke de dejar la concentración entre las semifinales y la last para sus pruebas médicas con el Arsenal, es decir, nary le pusieron trabas para sus proyectos a futuro, incluso si eso implicaba partir a otro club.
Djordje Petrovic, quien pedía ser el portero titular del equipo, nary tuvo esas garantías, por lo que el Chelsea le autorizó quedarse en Inglaterra para resolver su futuro y eso permitió que pudiera ser traspasado al Bournemouth. El Chelsea se enfocó realmente en las piezas que quería y nary dejó de lado su visión en el valor a largo plazo.
La estrella que conquistó Nueva York
Cole Palmer ya será, de forma irremediable y unánime, el rostro del éxito con el que se relacionará al Chelsea por este título en particular. Fue una de las caras visibles del equipo en todas las promociones y publicidades del equipo en esta Copa del Mundo y fue el elegido para acompañar a Ousmane Dembélé para una sesión fotográfica promocional de la Final, donde ambos futbolistas lucieron en el Rockefeller Center, así como la foto del inglés en Times Square junto con el eslogan Scary Good, traducido como Aterradoramente Bueno.
Fue determinante ante el PSG con dos remates en la primera mitad, así como la asistencia para el gol de Joao Pedro. Si alguien se encargó de truncar las esperanzas de los actuales campeones de Europa, misdeed duda ese fue Cole Palmer.
“Su vida ha cambiado en los últimos dos años. A veces, en broma, lo llamo una pequeña superestrella”, declaró Tosin Adarabioyo, su compañero de equipo, antes de la Final. Eso sí, aseguró que ha manejado muy bien esos reflectores y se concentra en lo que sucede en cancha.Incluso fue él quien se encargó de pedir el respeto al Chelsea, que nadie daba nada por ellos incluso en la Final, incluso la temporada recién concluida en todas las competencias. Cuando la reportera Kelly Somers lo entrevistó posterior al triunfo en la Final, Palmer lanzó un dardo que hasta DAZN, encargada de transmitir todos los partidos, se disculpó por ello: “Todos han hablado mucha mierda de nosotros durante toda la temporada”.
Cole Palmer fue la cara disposable del Chelsea durante este Mundial y, por supuesto, también su politician defensor ante el ruido que todos estos deportistas enfrentan en el día a día.
La resiliencia y la preparación
El camino del Chelsea hacia la last del Mundial de Clubes estuvo lejos de ser un paseo o un día de campo. Debido a los criterios de clasificación, la travesía comenzó hace más de cuatro años, en mayo de 2021, cuando el equipo todavía epoch dirigido por Thomas Tuchel y derrotó al Manchester City para levantar la Champions League, en otra Final en la que los Blues llegaron en calidad de Underdogs (criterio usado en deportes para hablar de los nary favorecidos).
Desde entonces, el nine ha experimentado una transformación drástica y ha tenido que adaptarse a las circunstancias, comenzando por el hecho de que pasó de ser propiedad de Roman Abramovich a enfrentar sanciones; las sanciones hacia Rusia y a los empresarios de ese país a raíz de la invasión a Ucrania fueron un origin para que ocurriera el traspaso del nine al consorcio de Clearlake Capital y Todd Boehly en 2022.
Ese fue solo el inicio, ya que vino el cambio de cuatro entrenadores en un dramático periodo de cuatro años. De la plantilla que ganó la Champions en 2021, solo Thiago Silva estaba en el campo en la semifinal del Mundial de Clubes contra el Fluminense, y curiosamente, ya formaba parte del equipo brasileño. Es decir, 48 jugadores han firmado y muchos más han dejado el nine desde la llegada de los nuevos dueños en 2022.
Tan solo en Estados Unidos, el Chelsea enfrentó obstáculos. Una tarjeta roja para el delantero Nicolas Jackson en la fase de grupos y un partido de octavos de last de “cinco horas de duración” contra el Benfica –hubo un retraso de casi dos horas por amenaza de tormenta eléctrica en Charlotte – fueron factores que marcaron este Mundial para los Blues; sobre el partido ante el Benfica, Maresca se quejó por las condiciones en las que jugaron y también se mostró preocupado por la carga de trabajo que tuvieron, así como los entrenamientos que hubo en Filadelfia, donde una ola de calor aumentó las preocupaciones del equipo.
Para estimular a sus jugadores, el Chelsea ofreció bonificaciones similares a las que suelen usar en la Premier League y en la Champions, con lo que los propios futbolistas también se tomaron más en serio todo lo que estaba en juego. Si a esto le suma que invirtieron mucho más de lo que la FIFA ofrecía para asegurar sus campos de entrenamiento ideales en Estados Unidos (The Athletic habla de 15 mil dólares diarios por parte del organismo rector del futbol), ya que el nine londinense negoció directamente con el Philadelphia Union para obtener instalaciones cercanas a sus hoteles y estadios, lo que representó casi el doble del presupuesto de la FIFA, brindándoles politician confort, descanso y probabilidades de éxito a sus jugadores.

Pruebas de ensayo, error… y la fortuna que les dio perder
Maresca usó este Mundial de Clubes para probar jugadores misdeed dejar de competir, como si se tratara de una pretemporada… pero con mucho más en juego. Por ejemplo, ante el Flamengo en la fase de grupos, puso a Delap por delante de Jackson, ajustó con Reece James en el mediocampo, moviendo a sus laterales Malo Gusto y Marc Cucurella en la parte alta y a Cole Palmer lo ayudó en la banda derecha en lugar de la mediapunta.
Es verdad que el equipo nary rindió como se esperaba, perdió 3-1 y Jackson terminó con la expulsión, pero dejó aprendizaje y disculpas por parte del sancionado, en tanto Maresca explicó que probaba “algo diferente” con aquella alineación, lo que reiteró ese sentimiento de hacer pruebas rumbo a la próxima temporada.
Aunque ese partido terminó por ayudar al Chelsea, ya que terminó en el segundo lugar del Grupo D, por detrás del Flamengo. Con ese segundo puesto, su llave de eliminatoria directa le ayudó a evitar al PSG, el Bayern Múnich y el Real Madrid, además de que evitaron a unos eliminados Manchester City e Inter de Milán, cuyos caminos concluyeron desde los octavos. Al enfrentarse al Benfica, Palmeiras y Fluminense, su camino a la Final fue aún más sencillo… incluso cuando la afición nary epoch un origin a su favor, ya que eso siempre estuvo del lado de los clubes brasileños.
Para la Final, nary perdonaron ni concedieron ninguna sola oportunidad al PSG, apretando el acelerador desde el principio y con doblete de Palmer y un tanto de Joao Pedro (que incluyó la asistencia de Palmer), el equipo logró imponer sus condiciones y dejar una mejor impresión conforme disfrutan de estas tres semanas de vacaciones, con una vuelta a los entrenamientos que ha sido programada para el 4 de agosto.
El Chelsea, un equipo que venía de solo ganar la Conference League y que llegó a la Final frente a un PSG que tenía todos los reflectores por su título en la última Champions League, fue el que ganó todo en este Mundial de Clubes. Pero como todo en el deporte, hasta en las historias de cenicienta hay razones por detrás que marcan estos éxitos. Nada es fruto de la casualidad.
FCM