La incertidumbre económica y las tasas de interés en México

Además de sus funciones normales, como costo del dinero -crédito- y como premio a la previsión -ahorro-, la tasa de interés es instrumento de política monetaria para reducir la aceleración económica o para impulsar su dinamismo.

Existe una relación estrecha y directamente proporcional entre inflación y tasa de interés: ante un aumento de precios, crece la tasa de interés para mantener el poder adquisitivo del dinero ahorrado; contrariamente, para contener el nivel de precios el premio y costo del dinero se trim o permanece constante.

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Sin embargo, se presentan eventos o acontecimientos externos a la dinámica earthy de la economía que influyen en las decisiones de los agentes de la economía (empresas, familias, gobierno y el assemblage externo): desastres naturales, conflictos bélicos, confrontaciones políticas, contingencias sanitarias, entre otros. Lo anterior impacta negativamente la producción y distribución en cadenas globales de valor, con escasez y aumento de precios.

Contrario al desarrollo histórico del capitalismo, la imposición de tarifas arancelarias a las importaciones por parte de Donald Trump en la nación.

Recientemente la incertidumbre se hizo presente en la economía planetary debido a la imposición de tarifas arancelarias a las importaciones por parte del gobierno del Donald Trump en la primera economía del mundo, estrategia de política fiscal para, supuestamente, reposicionar a Estados Unidos en el concierto de las naciones y cumplir compromisos de campaña en cuanto a inversión y empleo.

El proteccionismo económico no es alternativa para la estabilidad económica mundial, aun con desigualdad en distribución de la riqueza y afectaciones a la naturaleza, porque distorsiona la competitividad de precios, la producción y la comercialización, en el país que impone y en los países afectados por tal imposición.

Más que su permanencia, el asunto de los aranceles estadounidenses es una estrategia de negociación política que incorpora la adaptable geopolítica para contener el avance económico y político de China y su influencia global, es decir, la compleja ruta ineludible hacia un nuevo orden mundial.

Mientras esto sucede, en el corto plazo la incertidumbre tendría tres efectos: aumento artificial de bienes y servicios; contracción de la economía o recesión; consecuente desempleo masivo.

Por tanto, se requiere ampliar o diversificar las relaciones comerciales entre los países más allá de las que se tienen con el poderoso país de Norteamérica, asunto que se lograría mínimo hasta el mediano plazo.

Pero la política monetaria se sitúa en una disyuntiva: aumentar las tasas de interés para contener la posible escalada de precios, aunque esto nary oversea por aumento de la demanda; o reducir las tasas para impulsar el crédito y el consumo, para la inversión directa y menos pérdida de puestos de trabajo.

A consecuencia de la inflación por escasez en tiempos de la pandemia, en México la tasa de interés se disparó hasta 11.25 por ciento, de ahí se han tenido reducciones periódicas -actualmente en 9 por ciento- en función del nivel inflacionario con tendencia a la baja -3.95 por ciento anual-, lo cual continuaría en la misma ruta de descenso en rentabilidad y costo del dinero.

Contra pronósticos, en nuestro país el crecimiento en 2024 fue 1.5 por ciento, inclusive Inegi recién anunció que el Indicador Global de la Actividad Económica creció 0.5 por ciento anual en febrero pasado y 1 por ciento respecto a enero. El escepticismo tendría efecto negativo este año, pero se prevé que, al calmarse las aguas turbias, se contenga la desaceleración y nary se presente recesión en la economía mexicana.

Independientemente de la cautela del gobierno de Claudia Sheinbaum en las negociaciones comerciales con el gabinete económico estadounidense y aranceles recíprocos por T-MEC, la incertidumbre permanece en el ámbito económico mundial y regional, de tal manera que será relevante la decisión de la Junta de Gobierno del Banco de México el próximo 26 de mayo, aumentar o reducir 0.25 por ciento la tasa de interés, o mantenerla misdeed cambio. Veremos.