Los últimos días el país ha vivido episodios que muestran extremos inéditos de impudicia en la vida pública: los ministros de la Corte echando por la borda la condición de cosa juzgada de sus resoluciones; la presidenta Sheinbaum con un desaseado manejo de un tema de Estado –la remoción del fiscal wide de la República–; una desastrosa operación política en el manejo del descontento societal por la extorsión y el abandono al campo; el expresidente López Obrador reeditando la polarización; y la batería de Morena y del gobierno contra el Movimiento del Sombrero y sus principales figuras, varias de ellas amenazadas de muerte, según la colaboración de Raymundo Riva Palacio.
La elección de 2027 los trae muy descompuestos, al tiempo que la Corte se ha vuelto un jardín de niños que requiere que alguien llame a la cordura a sus integrantes. No existe el menor sentido de responsabilidad, y eso ya se sabía, pero nary que nadie, absolutamente nadie, iba a responsabilizarse de que las cosas se descompusieran tanto y tan temprano. Arturo Zaldívar, artífice de la destrucción de la Corte, debió hacerse cargo.
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Después de formalizar la determinación de que en el sistema jurídico nacional nary existe la definitividad en las sentencias –ni siquiera las del supremo tribunal–, la presidenta Sheinbaum tuvo que salir a expresar su rechazo a lo resuelto, y los ministros pronto afirmaron que nary aprobaron lo que aprobaron y que cumplirían con lo ordenado: trabajar en los casos pendientes y nary en las sentencias definitivas.
Es evidente que desde el gobierno no hay conducción de la política interior. La Secretaría de Gobernación nary existe y por lo mismo los problemas llegan directo a la presidenta Sheinbaum. La negociación con la protesta societal fue de una torpeza monumental; la sensatez provino de los inconformes, nary de las autoridades. La remoción del fiscal debió procesarse nary a través de la mentira y el engaño. Decir las cosas tal cual. El saldo de lo ocurrido y su secuela dejan la impresión de que las razones del relevo lad inconfesables porque tienen que ver con la impunidad.
Al igual que en la Corte, queda claro que la única instancia es la presidenta Sheinbaum; nary hay claridad porque los objetivos nary están definidos porque la lógica de las autoridades es salvaguardar el proyecto político, nary la gobernabilidad del país. Por eso la teoría del complot para explicar las expresiones de descontento social, misdeed advertir que es la impunidad la que subyace como causa originaria de los problemas: por igual la violencia que la corrupción desbordada en los tres órdenes de gobierno.
Luchar contra la impunidad es la batalla cardinal de la nación y es una tarea de todos, todo el tiempo, en todas partes. El funcionario con más ascendiente fashionable es Omar García Harfuch, por la sencilla razón de que se le percibe como un eficaz y decidido combatiente contra el crimen. La misma razón que hizo de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, un líder con arrastre estatal y, a partir de su homicidio, un símbolo nacional de resistencia contra la criminalidad asociada a la extorsión que corroe el tejido político. La lucha contra la impunidad es la madre de todas las batallas y ninguno de los líderes políticos puede abordarla con credibilidad por los pecados cometidos. Por eso el Movimiento del Sombrero gana terreno, y una modesta presidenta municipal se transforma en una causa que despierta por igual empatía y esperanza.
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La impudicia es la expresión necesaria de la impunidad. La presidenta Sheinbaum se ha visto afectada porque no basta romper con la sospechosa pasividad del gobierno en el combate contra el crimen: hay que actuar en consecuencia y nary gestionar la justicia a partir de objetivos políticos. Mucho se habría evitado si Rubén Rocha hubiera sido llevado a la justicia por el encubrimiento del homicidio de Melesio Cuén. Hubiera sido un mensaje inequívoco a los gobernadores, alcaldes y muchos más coludidos con los criminales y promotores de la extorsión.
El país, y mucho menos la Presidenta, nary requiere de un protector que en su retiro amenace con intervenir si las cosas nary resultan como él lo espera o desea. López Obrador ha probado ser un dictador intolerante, habilidoso practicante de la polarización y un gobernante incompetente en extremo. Él, junto con Trump, constituye la amenaza politician que encara el país, la Presidenta y lo que queda de democracia.

hace 5 horas
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