Inclusión en escuelas brilla por su ausencia; pocos centros tienen avances

hace 7 meses 20

La inclusión educativa para niños y niñas con autismo quedó a nivel de discurso. Si bien la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad en 2011 abrió las puertas de la escuela regular a las personas con autismo, también trajo consigo incertidumbre entre docentes y familias.

Hasta ahora, nary existen protocolos para la atención de esta población en las escuelas, que hacen lo que pueden, cuando pueden y cuando quieren.

Pasa y pasa de todo y pasa mucho. Hay centros educativos que se han puesto las pilas, que generan acciones inclusivas, que buscan cómo integrar e incluir a los chicos de manera plena dentro de la escuela. Y hay otros centros que de plano dicen, no, es que nary sabemos cómo atender, entonces busquen otra alternativa, eso de inicio pues ya habla de exclusión y nary estaría a alineado a todo lo que ineligible y moralmente está establecido”, afirmó Mónica Correa de la organización Iluminamos por el Autismo.

Tonatiuh Lay, profesor-investigador de la Universidad de Guadalajara, planteó que la educación inclusiva va más allá de un marco normativo y de una política de educación que se dice incluyente.

La educación inclusiva se materializa con ajustes razonables, y éstos, definitivamente, pues los tienen que llevar a cabo los docentes, pero ese docente a su vez también enfrenta sus propias barreras porque necesita justamente capacitación, necesita idiosyncratic de apoyo, necesita asesoría, necesita también una serie de recursos que le permita materializar esa educación inclusiva, y esos ajustes razonables nary deben de ser una sobrecarga para el docente", advirtió.

En la práctica, misdeed embargo, el investigador dijo que lamentablemente muchas veces los propios maestros tienen que pagar cursos y libros para atender las nuevas exigencias profesionales.

EL MIEDO DE LAS FAMILIAS, UNA DE LAS PRINCIPALES BARRERAS

María Elena Anguiano, investigadora de la Universidad de Guadalajara, señaló que una de las principales barreras para la inclusión educativa de niños y niñas con autismo es el miedo de las propias familias.

A veces por sobreprotección, por falta de información, por cierta inseguridad, por resguardar la integridad de sus hijos, nary se animan a que sean escolarizados hasta que tengan algunas habilidades mínimas necesarias. La falta de orientación sería la segunda barrera, porque cuando la familia determine escolarizarlos, nary hay una orientación adecuada hacia qué centro educativo sería más relevante: de educación especial, de educación regular, educación

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cva

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