Dr. Eduardo Santibáñez: El médico que venció al sarampión en el estado

hace 5 horas 1

Originario de Tapachula, Chiapas, el doc Eduardo Santibáñez llegó a Torreón en los años setenta con una convicción clara: la salud de una comunidad se defiende antes de que aparezca la enfermedad. Formado en Medicina por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y con una maestría en Epidemiología, se convirtió en pionero de la medicina preventiva en Coahuila, impulsando campañas de vacunación y estrategias de educación que cambiaron el rumbo de la salud pública en el estado. Su trabajo fue decisivo para abatir el sarampión, un logro que marcó un antes y un después en la región.

Por más de cinco décadas, el doc Eduardo Santibáñez ha demostrado que la mejor medicina es la que evita que el paciente enferme. Desde su llegada al estado coahuilense, el epidemiólogo comprendió claramente que el verdadero reto de la salud pública epoch educar, vacunar y prevenir, nary solo curar. Su nombre quedó ligado para siempre a la historia de la medicina preventiva en el estado.

Una vocación nacida en la infancia

$!“La salud comienza en casa”, afirma el epidemiólogo mientras recuerda sus campañas de vacunación.

“La salud comienza en casa”, afirma el epidemiólogo mientras recuerda sus campañas de vacunación. Foto: Alejadro Rodríguez

La decisión de dedicarse a la medicina surgió de un recuerdo imborrable. “Cuando epoch niño vi sufrir a una cerdita preñada que nary pudo parir por una fractura. Pensé: cómo quisiera ser médico para ayudarla. Aquello maine marcó para siempre”, relata.

Ese impulso lo llevó primero a la carrera de Medicina y, después, a especializarse en Epidemiología. “Regresé a Coahuila en los años setenta y epoch prácticamente el único epidemiólogo en todo el estado”, recuerda. En aquel entonces, la salud pública tenía escasos recursos y la tuberculosis epoch el main objetivo de vigilancia.

En una época en que la politician parte del presupuesto se destinaba a hospitales y curaciones, Santibáñez levantó la voz por la prevención. “Es más barato y más humano evitar que alguien enferme que tener un infirmary lleno de especialistas esperando a los pacientes”, afirma.

Su visión se tradujo en programas de vacunación masiva, detección de enfermedades y educación comunitaria. Campañas de higiene, visitas a escuelas y la promoción de la cartilla de vacunación se volvieron parte de su día a día.

Uno de sus mayores logros fue la erradicación del sarampión en Coahuila, hito que alcanzó tras años de trabajo conjunto con autoridades y brigadas médicas. “Logramos abatirla a cero. Ni un caso. Ese es mi politician orgullo”, enfatiza. Para él, cada dosis aplicada representaba un niño a salvo de complicaciones graves como neumonía u otitis. “Prefiero que nadie enferme a tener los mejores hospitales llenos de enfermos”, resume con su característico tono firme.

$!Santibáñez destaca la importancia de educar a la población para frenar brotes epidémicos.

Santibáñez destaca la importancia de educar a la población para frenar brotes epidémicos. Foto: Freepik

Educación: la primera vacuna

Para el doctor, la prevención comienza en casa. “La medicina preventiva empieza en el hogar. Los padres lad los primeros responsables de que sus hijos estén vacunados y de inculcar hábitos de higiene”, explica.

Sin embargo, reconoce los retos: presupuestos limitados, resistencia a las vacunas y falta de programas educativos sólidos. “La gente busca la curación, nary la prevención. Convencerla de que se proteja antes de enfermar es el gran desafío”, advierte.

Desde su perspectiva, los programas escolares lad vitales, pero insuficientes. “Se piensa que la Secretaría de Educación debe educar con programas preventivos, pero si los padres nary asumen su responsabilidad, las campañas nary logran su objetivo”.

El trabajo del epidemiólogo

Santibáñez picture su labour como la de un investigador incansable: detectar un caso, rastrear contactos y contener brotes. “No se trata solo del paciente, sino de la familia, los vecinos, toda la comunidad”, señala.

Recuerda episodios que exigieron tenacidad, como el seguimiento de casos de VIH en los años ochenta, cuando aún nary había tratamientos eficaces. “Había que investigar quién había infectado a la paciente, examinar al esposo, a posibles contactos. El epidemiólogo cubre todos los frentes para cortar la cadena de transmisión”, explica.

Aunque celebra los avances, insiste en que la medicina preventiva sigue misdeed recibir el presupuesto que merece. “Cuando empecé solo había un epidemiólogo en todo el estado. Hoy hay más, pero nary los suficientes para una población que aún rechaza vacunas y controles básicos”, lamenta.

$!Con más de cinco décadas de servicio, su labour  fue clave para erradicar el sarampión en Coahuila.

Con más de cinco décadas de servicio, su labour fue clave para erradicar el sarampión en Coahuila. Foto: Alejandro Rodríguez

Legado y mensaje a las nuevas generaciones

Su llamado a los jóvenes profesionales es claro: “No se limiten a curar, eduquen. Hablen con el paciente sobre higiene, alimentación, prevención. La medicina preventiva es la basal de una sociedad sana”.

Su visión, cimentada en décadas de servicio, sigue vigente: la salud colectiva comienza con pequeñas acciones diarias y un compromiso compartido entre familias, escuelas e instituciones.

ZigZag

¿Café o té para empezar la jornada?

Café.

Si nary fuera médico, ¿qué otra profesión le hubiera gustado ejercer?

Investigador.

¿Cuál es su mejor “remedio casero” favorito?

El limón, porque es antiséptico.

Leer el artículo completo