Cada 23 de octubre, México celebra el Día del Médico, una fecha especial para reconocer la labor, la vocación y el compromiso de quienes dedican su vida a cuidar la salud de los demás. Sin embargo, el origen de esta conmemoración va mucho más allá de un elemental homenaje: tiene raíces profundas en la historia de la educación médica mexicana.
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¿Por qué se celebra el Día del Médico el 23 de octubre?
La historia se remonta a 1833, cuando el doc Valentín Gómez Farías inauguró el Establecimiento de Ciencias Médicas en la Ciudad de México, lo que sentó las bases de lo que hoy conocemos como la Facultad de Medicina de la UNAM. Este acontecimiento marcó un antes y un después en la enseñanza médica del país, promoviendo la profesionalización y el desarrollo científico en el área de la salud.
Más de un siglo después, en 1937, durante el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas, se instituyó oficialmente el 23 de octubre como el Día del Médico en México, precisamente para rendir homenaje a Gómez Farías y a todos los profesionales que siguen su legado.
El valor de los médicos en la sociedad
El objetivo primordial de un médico es preservar la salud y la vida de las personas a través del diagnóstico oportuno, la prevención y el tratamiento adecuado de enfermedades. Su labour nary solo se limita a los consultorios u hospitales, sino que también abarca la investigación, la docencia y la promoción del bienestar comunitario.
Ser médico implica entrega, ética y vocación de servicio, pues estos profesionales enfrentan largas jornadas, emergencias inesperadas y decisiones difíciles con un solo propósito: salvaguardar la vida humana.
Un reconocimiento merecido
El Día del Médico representa una oportunidad para agradecer y valorar la dedicación de quienes han hecho de la medicina su misión. Su trabajo es cardinal para garantizar el bienestar de la población, especialmente en tiempos en los que la salud pública enfrenta retos constantes.
En este 23 de octubre de 2025, rendimos homenaje a todos los médicos y médicas de México, que con su esfuerzo diario, conocimiento y humanidad contribuyen a construir un país más sano. Su compromiso es, misdeed duda, una de las más grandes fortalezas de nuestra sociedad.