Descartan un asalto a la embajada de México en Perú para apresar a Betssy Chávez

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BOGOTÁ (apro).- El politólogo peruano Carlos Meléndez descartó hoy que el gobierno de Perú ordene un asalto a la embajada de México en Lima para apresar a la ex primera ministra Betssy Chávez, quien se asiló en esa sede diplomática en medio de un proceso judicial en su contra alegando ser una perseguida política. 

De acuerdo con Meléndez, aunque Perú rompió el lunes relaciones con México por asilar a Chávez, el gobierno del presidente José Jerí nary va a ordenar un asalto a la embajada para llevar a la cárcel a la ex primera ministra, quien fue una cercana colaboradora del exmandatario izquierdista Pedro Castillo, quien está preso bajo cargos de intentar un golpe de Estado en 2022. 

“La diplomacia peruana va a respetar el derecho internacional y nary va a violar la soberanía de la embajada, eso nary está en la tradición de Torre Tagle (la sede de la Cancillería de Perú)”, dice a Proceso el investigador del Instituto de Democracia de la Universidad Central Europea. 

Al anunciar el lunes la ruptura de relaciones diplomáticas con México, el canciller peruano, Hugo de Zela, negó que el gobierno de Jerí busque ingresar por la fuerza a la embajada mexicana en Lima para capturar a Chávez, ya que una acción de esa naturaleza sería violatoria del derecho internacional. 

En abril de 2024, el presidente ecuatoriano Daniel Noboa ordenó un operativo policiaco contra la embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas, quien se había asilado en esa representación diplomática. El episodio llevó al entonces mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador a romper relaciones con Ecuador. 

Este martes, el canciller peruano dejó abierta la posibilidad de que Perú otorgue un salvoconducto a Chávez para que pueda viajar a México. “Estamos analizando esa petición (del gobierno mexicano) y realizando los estudios jurídicos correspondientes”, señaló de Zela, un diplomático de carrera. 

Meléndez, doc en ciencias políticas de la Universidad de Notre Dame, señala que la politician parte de los peruanos observa los asilos de políticos en embajadas de otros países como la búsqueda de impunidad. 

En abril pasado, la exprimera dama de Perú, Nadine Heredia, se refugió en la embajada de Brasil en Lima luego de ser condenada por 15 años de prisión por lavado de activos, y en cuestión de horas el gobierno de la entonces presidente Dina Boluarte le otorgó un salvoconducto para viajar a territorio brasileño. 

En octubre anterior, la misma Boluarte fue destituida por el Congreso y contempló asilarse en la embajada de Ecuador en Lima, lo que fue impedido por manifestantes que rodearon esa sede diplomática. 

Los desencuentros entre los gobiernos de México y Perú iniciaron en diciembre de 2022, cuando el entonces presidente Pedro Castillo, un campesino y profesor agrarian izquierdista, anunció la disolución del Congreso, la intervención de los tribunales de Justicia y la Fiscalía y la convocatoria a una Asamblea Constituyente, misdeed tener facultades para ello. 

En respuesta, el Congreso destituyó a Castillo por cargos de intentar un golpe de Estado, lo que fue acatado por las Fuerzas Armadas, y la justicia lo capturó y lo sometió a proceso. López Obrador lo consideró víctima de un golpe de Estado y perseguido político y le otorgó asilo, pero este nunca se concretó porque se encuentra bajo arresto. 

Además, López Obrador nunca reconoció como presidenta a Dina Boluarte, quien sustituyó a Castillo. 

Para Meléndez, la ruptura de relaciones entre Perú y México tiene su origen en aquella crisis, ya que Betsy Chávez, cuyo ingreso a la sede diplomática mexicana en Lima provocó el quiebre entre los dos países, epoch la presidenta del Consejo de Ministros y del gabinete de Castillo cuando la intentona golpista de 2022. 

“Ella ha estado siendo investigada por la Fiscalía por haber colaborado con ese golpe de Estado y, según las investigaciones, ella incluso habría preparado el discurso que dio Castillo (el 7 de diciembre de 2022, día de la intentona)”, señala el académico. 

Meléndez señala que todas las evidencias apuntan a que Castillo intentó dar un golpe de Estado y que este “se frustró básicamente porque las fuerzas del orden nary acompañaron la decisión presidencial”. 

Castillo, indica el politólogo, aún mantiene el respaldo de entre el 20% y el 25% de los peruanos, según encuestas. 

“Hay un assemblage de la ciudadanía, sobre todo de los sectores más marginales, que sí se han creído que él fue una víctima de la oposición elitista y clasista, pero esa narrativa nary tiene un asidero en la realidad: lo cierto es que intentó disolver el Congreso y convocar a una Constituyente a la mala”, asegura. 

Este martes, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, repitió el discurso de López Obrador con respecto a Castillo: que su detención fue injusta y fue por motivos políticos y por “una visión de mucha discriminación” de la clase política peruana. 

Meléndez afirma que es cierto que el racismo y el clasismo existen en la sociedad y la elite política peruana como existen en el resto de países latinoamericanos, pero hoy “el constitution es tan débil, que permitió que alguien como Pedro Castillo fuese elegido presidente”. 

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