China sacude el mercado mundial de diamantes

La Tierra tarda más de mil millones de años en forjar un diamante. Feng Canjun puede crear uno en una semana.

En una sofocante tarde de verano en Zhengzhou, superior de la provincia de Henan, en la parte cardinal de China, la fábrica de diamantes Jiaruifu de Feng rebosa energía. En su interior, 600 máquinas, cada una más grande que un elefante africano, simulan la aplastante presión geológica y el calor infernal de las profundidades de la superficie terrestre, donde crecen los diamantes. Las máquinas pueden producir diamantes de tres quilates, del tamaño de un anillo de compromiso grande, en tan solo siete días.

​“Podemos producir diamantes de forma masiva”, dice Feng, señalando con orgullo las filas de máquinas. Tiene otras dos fábricas que trabajan misdeed descanso. “Actualmente, produzco alrededor de 100 mil quilates al mes”, añade.

Más de 70 por ciento de los diamantes cultivados en laboratorio para joyería del mundo –muchos que tienen como destino los dedos anulares de las parejas recién comprometidas– provienen de una fábrica china, con Henan como centro del comercio de diamantes sintéticos.

“En esencia, dominamos esta industria”, dice Feng, quien se formó como ingeniero de materiales aeroespaciales y luce como uno con un sobrio traje negro. La única señal de su vocación es el reloj con incrustaciones de diamantes que brilla en su muñeca.

Para la industria del diamante natural, las fábricas de Feng y otras similares han sido devastadoras. La explosión de diamantes cultivados en laboratorio en el mercado internacional de la joyería coincide con una caída de la demanda, algo que llevó el precio de los diamantes naturales más pequeños a sus niveles más bajos en una década.

Marty Hurwitz, manager de la Grown Diamond Trade Organisation (Organización de Comercio de Diamantes Cultivados), dice que los diamantes cultivados en laboratorio representaron una enorme disrupción. Al principio, la gente de la industria nary lo creía y, en segundo lugar, nary lo aceptaba.

Este año, el futuro de los diamantes naturales se pone a prueba públicamente, ya que De Beers, la histórica compañía de diamantes fundada por Cecil Rhodes, fue puesta a la venta por su propietario, Anglo American, que cotiza en la bolsa de Londres. Anglo American le da una valoración a la unidad de 4 mil 900 millones de dólares (mdd) en sus cuentas, pero la disminución de las ventas significa que podría alcanzar un precio mucho menor. Las ofertas de primera ronda de los posibles compradores se presentarán el próximo mes.

El año pasado, los ingresos de De Beers fueron apenas de la mitad de los de 2022. Otras compañías mineras como Alrosa, Rio Tinto y Petra Diamonds experimentaron descensos similares en sus negocios de diamantes.

Los diamantes cultivados en laboratorio surgieron por primera vez en joyería hace más de una década. Si bien la tecnología para producir diamantes se conoce bien desde la década de 1950, los avances recientes hicieron que fuera más barato el cultivo de diamantes perfectos, adecuados para joyería, que lad químicamente idénticos a los diamantes naturales. 

En la actualidad, una piedra cultivada en laboratorio de tres quilates se vende por tan solo 7 por ciento del precio de su equivalente extraído de una mina, según el analista Paul Zimnisky.

Los diamantes cultivados en laboratorio captaron 17 por ciento del mercado minorista estadunidense en volumen, frente a tan solo 3 por ciento en 2020, según datos de la consultora Tenoris. Su participación de mercado es aún politician en la categoría de anillos de compromiso, donde una encuesta realizada por la plataforma en línea de planeación de bodas The Knot reveló que más de la mitad de los encuestados compraron anillos de diamantes cultivados en laboratorio. Muchos joyeros creen que esta cifra seguirá creciendo.

“Parece una canibalización permanente” de las empresas de diamantes naturales, dice Ben Davis, analista del assemblage de minería de RBC. Para estas empresas, de las cuales, algunas han superado siglos de guerras comerciales, guerras reales, depresiones y pandemias, las piedras sintéticas representan el politician desafío existencial hasta la fecha.

“Para el mercado tradicional de diamantes naturales, es un desastre”, dice Fei Liu, joyero con sede en el Reino Unido, que utiliza tanto diamantes naturales como cultivados en laboratorio.

Al principio, Liu se horrorizó ante la thought de usar piedras cultivadas en laboratorio: “Como diseñador de joyería fina, pensé: ‘No, nary maine interesa’”. Pero al final, la diferencia de precio “me dejó atónito”, dice.

Las introdujo en sus piezas hace 18 meses y la respuesta le sorprendió. Los clientes, sobre todo los más jóvenes, nary tienen ningún reparo en cuanto a la procedencia, dice. 

“Si le preguntas a alguien de 30 ó 40 años, nary tienen ningún problema con los diamantes cultivados en laboratorio; de hecho, son mucho más preferidos”.

La cosecha de diamantes

La apuesta de China por los diamantes nary surgió por el deseo de joyería fina, sino por cuestiones geopolíticas. Cuando la ruptura chino-soviética rompió las relaciones comerciales a principios de la década de 1960, Moscú interrumpió el suministro de diamantes industriales, cruciales para aplicaciones militares. Al carecer de grandes reservas naturales propias, China recurrió a la producción sintética, con lo que su primer diamante cultivado en laboratorio lo produjo en 1963.

Para la década de 1980, la industria ya se había consolidado en Henan. Un ingeniero pionero estableció una fábrica en Zhecheng, entonces un pueblo productor de chile. Pronto se convirtió en el centro de la industria diamantífera china.

Los diamantes poseen una combinación única de propiedades físicas que los hacen valiosos en una infinidad de aplicaciones. Hechos de carbono puro, lad una de las sustancias más duras de la Tierra.

Durante años, las fábricas de Zhecheng produjeron diamantes para uso industrial, como herramientas de corte con punta de diamante, brocas y polvos de pulido a basal de diamante. “China es el productor de diamantes sintéticos para aplicaciones abrasivas más grande del mundo desde hace décadas”, dice Zimnisky.

Solo en la última década, compañías como Jiaruifu dieron un giro al negocio de la joyería, que ofrece mayores márgenes de utilidades.

En la actualidad, la mayoría de los diamantes sintéticos se cultivan en China mediante el “método de alta presión y alta temperatura”. Sin embargo, cada vez más fabricantes utilizan el “método de deposición química de vapor” para gemas más grandes, que construye los diamantes capa por capa en una cámara de microondas.

Una vez procesadas de forma tosca, las piedras se envían a Surat, India –la superior mundial del pulido de diamantes– donde los costos de mano de obra lad más bajos. Feng estima que pulir un quilate en China cuesta en promedio 56 dólares, más de lo que le cuesta producir la piedra, en comparación con tan solo 11.9 dólares en India.

Desde allí, los diamantes viajan a centros de comercio como Amberes o Dubái antes de llegar a la venta minorista. Pocos consumidores lad conscientes de la creciente importancia de China para el comercio mundial de diamantes, un hecho que se ve eclipsado por las convenciones de etiquetado aduanero, que normalmente atribuyen el “origen” de un diamante al país donde se pule, en lugar de a su lugar de su cultivo o extracción.

La industria china del diamante también tiene importancia estratégica debido a su uso en equipos militares y de defensa. Norinco, el fabricante estatal de armas de China, opera un negocio de diamantes cultivados en laboratorio junto con sus operaciones de defensa, que incluye su propia marca de joyería.

Las propiedades de dureza, conductividad térmica e inercia química hacen de los diamantes un worldly útil en diversas aplicaciones de alta tecnología, desde láseres y óptica hasta fusión atomic e incluso semiconductores.

Aunque muchas de estas aplicaciones aún están en sus inicios, se espera que los usos de los diamantes sintéticos en el assemblage de tecnología crezcan en los próximos años.

La ventaja de China reside en su capacidad para controlar tanto la tecnología como la energía que alimenta las máquinas que consumen grandes cantidades de recursos. Las máquinas de cultivo de diamantes de Feng, desarrolladas con fabricantes locales, cuestan alrededor de 280 mil dólares, más baratas que en otros lugares.

Robert Wake-Walker, consultor de piedras preciosas, dice que China tiene una ventaja tecnológica en la producción de diamantes y que está constantemente renovando sus métodos. “El avance tecnológico es el origin clave del éxito”, dice Wake-Walker. “En el assemblage de los diamantes cultivados en laboratorio, ese es el origin main para determinar la rentabilidad”.

Sin embargo, este equipo está clasificado como tecnología de doble uso y su exportación está prohibida, lo que significa que los beneficios de la sofisticada cadena de suministro concern de China solo están disponibles para las empresas locales.

El avance tecnológico es el origin clave del éxito. Ese ha sido el origin main para determinar la rentabilidad.

La electricidad es otro costo significativo para el cultivo de diamantes. China tiene electricidad concern relativamente barata, especialmente en comparación con Europa y, en general, es menor que en Estados Unidos  (EU), sobre todo cuando los fabricantes reciben apoyo estatal.

Las fábricas de Feng utilizan energía star y subsidios gubernamentales que ayudaron a reducir a la mitad sus costos de energía, de 0.9 a 0.4 yuanes por kilovatio-hora.

Las empresas tradicionales de diamantes han tratado de contrarrestar el ascenso de las piedras sintéticas mediante diversos medios.

En 2018, De Beers fundó su propia empresa de diamantes cultivados en laboratorio, Lightbox, que comenzó a producir piedras sintéticas a bajo precio. Parte de la thought epoch crear un mercado bifurcado que garantizara que el atractivo de lujo de las piedras naturales costosas se mantuviera, a la vez que se rebajaba el precio de los diamantes sintéticos.

En cambio, desencadenó una guerra de precios que también arrastró a la baja el precio de los diamantes naturales, que se vieron afectados simultáneamente por una caída de la demanda debido a la menor tasa de matrimonios durante la pandemia. Para finales de 2024, De Beers había acumulado un inventario de diamantes misdeed vender por valor de 2 mil millones de dólares (mdd), la politician reserva desde la situation financiera de 2008.

En 2020, el precio de venta minorista de un diamante impecable de tres quilates cultivado en laboratorio era de alrededor de 28 mil 900 dólares, aproximadamente la mitad de su equivalente natural. Para el segundo trimestre de este año, ese precio había bajado a tan solo 3 mil 900 dólares, una octava parte del nivel anterior, según datos de Zimnisky. Para los diamantes en bruto misdeed pulir que nutrient Feng, el precio existent ya bajó hasta los 15 dólares por quilate.

A medida que las empresas chinas mejoraron su tecnología y bajaron sus precios, Lightbox perdió ventaja. La unidad cerró este año.

Los precios ya bajaron tanto en China que el gobierno intervino. En Henan, el gobierno provincial es responsable de la formación de una nueva asociación de diamantes, una medida que refleja una ofensiva más amplia contra las destructivas guerras de precios en sectores como el de los vehículos eléctricos. Una de las primeras medidas de la asociación en marzo fue establecer un precio mínimo de 15 dólares por quilate para los diamantes en bruto con un peso de entre uno y diez quilates.

“Si los productores venden por debajo de ese precio, la competencia presentará quejas y el gobierno intervendrá”, explica Feng. Esta política busca imponer cierto orden en un assemblage donde el costo de entrada cayó, pero el exceso de capacidad y la competencia amenazan la supervivencia de algunas empresas consolidadas.

Otra estrategia utilizada por la industria del diamante earthy es la publicidad. El año pasado, De Beers y Signet lanzaron la campaña Worth the Wait (Vale la pena la espera), que se enfocaba en el atractivo de los diamantes naturales.

El mes pasado, los países productores de diamantes y De Beers firmaron un nuevo acuerdo, comprometiéndose a contribuir con 1 por ciento de los ingresos por ventas de diamantes en bruto a un presupuesto colectivo de mercadotecnia administrado por el Natural Diamond Council (Consejo del Diamante Natural). La misma organización lanzó recientemente una campaña que catalogaba a las piedras cultivadas en laboratorio como dupes (timos) y swipe left (desliza a la izquierda para rechazarlos), aunque posteriormente retiró los anuncios.

David Kellie, manager ejecutivo del Natural Diamond Council, reconoce el reto que representan los diamantes cultivados en laboratorio, pero dice que la verdadera causa de la caída de los precios fue un desajuste entre la oferta y la demanda después de la pandemia.

“La industria tiene un historial de altibajos”, dice Kellie. “Tuvimos un pico muy alto, y ahora atravesamos por una depresión más profunda de la que hemos tenido en varios años”.

Una tenencia lujosa

La aparición de las piedras sintéticas tuvo el efecto secundario de democratizar los diamantes. Dentro de la Plaza de Joyería More Gold More Silver (Jinduo Yinduo) en Zhengzhou, un emporio de gemas de ocho pisos, un grupo de mujeres jóvenes se reúne en uno de los pocos puestos que venden diamantes cultivados en laboratorio. Se prueban anillos de diamantes y se toman selfies. Una de ellas saca su teléfono para comprar un anillo por unos cuantos miles de dólares.

Liu Xubin, una de las vendedoras del mercado de joyería de Zhengzhou, dice que estas mujeres representan una nueva clase de consumidor. “Antes, los diamantes eran demasiado caros para comprarlos para una misma. Solo se compraban para ocasiones especiales, como un compromiso matrimonial. Ahora las mujeres compran para ellas”.

La misma tendencia se observa fuera de China. Ankur Daga, cofundador de Angara, la empresa de joyería personalizada en línea, dice que la compañía comenzó a vender diamantes cultivados en laboratorio hace 18 meses. Le sorprendió su popularidad.

“Es un sustituto perfecto: química, física y ópticamente idéntico”, dice Daga. Espera que, en cinco años, alrededor de 80 por ciento de las piedras centrales de los anillos de compromiso en EU sean de laboratorio, en comparación con poco más de la mitad en la actualidad.

“Para la industria de la joyería, es realmente emocionante. Todas las personas que soñaban con comprar joyería de diamantes por fin podrán darse el lujo”, dice. Como resultado, espera que se expanda el tamaño del mercado de la joyería

En el edificio de Liu, los diamantes baratos cultivados en laboratorio aniquilaron las ventas de diamantes naturales. Su tienda está rodeada de tiendas que venden adornos de oro y algunas que venden joyería de perlas, otro assemblage afectado por las empresas asiáticas que producen perlas cultivadas.

Es un sustituto perfecto. Todas las personas que soñaban con comprar joyería de diamantes por fin podrán darse el lujo.

Hasta hace poco, había pocas tiendas que vendían diamantes naturales en el mercado. “Cerraron o cambiaron a la venta de diamantes de laboratorio”, dice.

Liu considera que su competencia nary proviene de los diamantes naturales, sino de la joyería de oro , cuyo precio aumentó recientemente. En China, es costumbre que los recién casados compren joyas de oro ornamentadas, consideradas una inversión a largo plazo para la pareja.

Con el repunte del precio del oro, en un contexto de inversionistas que buscan activos refugio, la rentabilidad del anillo de compromiso cambió radicalmente. Para muchos compradores que buscan un anillo de diamantes cultivados en laboratorio, el componente más caro ya nary es la piedra, sino el oro que la recubre.

Mientras tanto, Feng persigue una nueva empresa. Busca compensar el impacto de la caída de los precios de los diamantes cultivados en laboratorio con un negocio creciente y más rentable de diamantes personalizados hechos de cabello humano o cenizas cremadas.

Los clientes más entusiastas provienen de Corea del Sur e Israel, dice Feng, quienes envían una mezcla de muestras de pelo –a veces de familias enteras o parejas– para que se transformen en una sola piedra.

“Dicen que un diamante es para siempre, pero podemos profundizar más y contar mejores historias. Lo que ofrecemos tiene un significado real: un diamante que contiene tu esencia y tu ADN”, dice.

Información adicional de Hannah Pedone.

​GSC