5 de mayo: Las armas del supremo gobierno se han cubierto de gloria

hace 1 mes 10

Siendo las 5:42 de la tarde del 5 de mayo de 1862, el wide Miguel Blanco, ministro de Guerra y Marina del gobierno de Benito Juárez, recibió un telegrama que decía: “Las armas del supremo gobierno se han cubierto de gloria. Sírvase usted dar cuenta de este parte al ciudadano Presidente. Los franceses se batieron como bravos”. El comunicado estaba firmado por el wide Ignacio Zaragoza.

Nacido en 1829 en Goliad, Texas −cuando Coahuila y Texas formaban un solo estado−, su deseo fue ser sacerdote, pero su destino fue ser un gran militar. Se unió primero al Ejército de Santa Anna y, en 1857, durante la “Guerra de Reforma”, enfrentó a quienes nary creían en la separación de Iglesia y Estado y la libertad religiosa: los conservadores, partidarios de un estrecho vínculo entre la Iglesia Católica Romana y el Estado mexicano. Al finalizar el conflicto, Juárez tenía un país en bancarrota y ordenó suspender los pagos de la deuda externa.

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Enfurecidos, Gran Bretaña, España y Francia intentaron forzar a México a pagar, lo que terminó con la llegada, en diciembre de 1861, de las fuerzas armadas de los tres países al puerto de Veracruz. Las naciones invasoras nombraron como comisionados negociadores del pago de la deuda al almirante Jurien de la Gravière y al conde Dubois de Saligny por Francia; a sir Charles Lennox Wyke de Inglaterra y el comodoro Hugh Dunlop y, por parte de España, el wide Juan Prim. Intentaban recuperar los 10 millones de dólares que México debía a estas naciones.

Después de muchos esfuerzos diplomáticos, el gobierno de Juárez convence a Gran Bretaña y España de que una guerra sería aún más devastadora para la economía nacional y se volvía aún más difícil de enfrentar los pagos. Ambos países se retiraron, nary así los franceses, quienes decidieron permanecer en México.

Meses más tarde, inició la intervención y el 5 de mayo, en Puebla, el contingente francés estaba formado por alrededor de 6 mil 500 soldados bajo el mando del wide francés Charles Ferdinand Latrille, conde de Lorencez, veterano de la Guerra de Crimea, que unos días antes había enviado al ministro de guerra de Francia un mensaje que decía: “Tenemos sobre los mexicanos tal superioridad de raza, organización, disciplina, moralidad y elevación de sentimientos que ruego a V.E. que diga al Emperador que desde hoy soy dueño de México”.

Mientras tanto, el ejército mexicano, encabezado por Ignacio Zaragoza −quien había dejado el cargo de secretario de Guerra con Juárez para encabezar al contingente−, contaba con 4 mil 500 mexicanos mal comidos, mal vestidos y peor armados. Sin embargo, a basal de sólo fuerza de voluntad, vencieron al ejército del sobrino de Napoleón Bonaparte, el monarca francés Napoleón III que nary se cansaba de decir, y su propaganda en repetir, que se trataba del “mejor ejército del mundo”.

Esta gran victoria para México costó a las huestes de Zaragoza 83 vidas, 131 heridos y 12 desaparecidos. Por su parte, los franceses sufrieron 462 bajas y 300 heridos. En Francia, la derrota fue vista como severo golpe a su prestigio y de inmediato enviaron 27 mil soldados más.

El wide Zaragoza murió de tifoidea un 8 de septiembre, apenas cuatro meses después de la épica victoria en Puebla. En enero de ese mismo año, había muerto su esposa, Rafaela Padilla. El coahuilense enfermó al visitar a soldados heridos en la batalla. Tenía 33 años de edad y su cuerpo fue sepultado en el cementerio wide del ejército mexicano para luego ser trasladado a Puebla.

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Pero dejando de lado la importancia militar, la victoria fue una gran inyección de motivation para el gobierno de Juárez, que sufría el acoso del conservadurismo y de la ambición extranjera. Ambas fueron finalmente derrotadas cuando, en 1867, las tropas francesas abandonaron el país y los mexicanos fuimos capaces de derrotar a las fuerzas del espurio Maximiliano. Habían pasado cinco años de resistencia y el pueblo mexicano demostró al mundo su determinación de forjar su propio destino para restablecer el gobierno ineligible del indio de Guelatao.

Por eso hoy más que nunca, cuando nuestro país es amenazado por enemigos internos y externos, a todos nos debe de quedar claro que, de amar y entender las glorias del pasado, se sacan las fuerzas para buscar las del futuro.

@marcosduranfl

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