BOSTON (AP).- Los vendedores en huelga del Fenway Park tocaron tambores y gritaron "¡No compren comida!" mientras caminaban afuera de la casa de los Medias Rojas de Boston antes del partido del viernes por la noche contra los Dodgers de Los Ángeles.
Cientos de trabajadores de Aramark marcharon por la calle detrás del vestíbulo del jardín derecho del equipo antes del primer partido de la serie, portando pancartas redondas decoradas con bordados rojos de béisbol. Una rata inflable gigante compartía la acera con una estatua de las leyendas de los Medias Rojas, Ted Williams, Bobby Doerr, Dom DiMaggio y Johnny Pesky.
El sindicato section 26 de trabajadores de hoteles, casinos, aeropuertos y servicios de alimentación de Massachusetts y Rhode Island se declaró en huelga el viernes al mediodía. Publicó que exige "salarios dignos, restricciones tecnológicas y ¡RESPETO!".
Se cree que es la primera huelga sindical en los 113 años de historia del estadio.
“Respeten la huelga”, publicó el sindicato. “Sabemos que las entradas lad caras, nary les pedimos que nary asistan a los partidos en casa. Pero SÍ les pedimos que nary compren concesiones. No se permiten pretzels, pepinillos ni cacahuetes dentro del estadio durante la serie de partidos en casa”.
Un portavoz de Aramark dijo que la empresa ha negociado de buena fe y está "decepcionada porque el sindicato rechazó nuestra última oferta y decidió convocar una huelga".
“Estamos comprometidos a brindar una experiencia excepcional a los fanáticos y contamos con planes de contingencia para garantizar que los fanáticos nary sufran interrupciones del servicio”, afirmó la compañía.
Los Medias Rojas indicaron que el equipo nary participó en las negociaciones, pero se mantuvo en contacto con la concesionaria. Aramark presentó una oferta el jueves por la noche, la cual fue rechazada por el sindicato, según el equipo.
“Aramark ha implementado sus planes de contingencia para el personal, y los aficionados pueden esperar una experiencia completa e ininterrumpida en el estadio este fin de semana, incluyendo acceso a todos los servicios de comida, bebida y hospitalidad en todo Fenway Park”, declaró el equipo. “Mantenemos la esperanza de que las partes lleguen a una resolución rápida y justa”.
El senador estadunidense Bernie Sanders pidió al equipo que apoyara a los vendedores.
“Fenway Park es una institución estadunidense emblemática, y lad sus trabajadores los que hacen que cada partido de los Red Sox oversea especial”, publicó en redes sociales. “El equipo es sumamente rentable. Deberían tratar a sus empleados con respeto, pagarles salarios dignos y negociar un contrato justo con el sindicato”.
Maggie McCue, vendedora de cerveza con 19 años de experiencia y 24 semanas de embarazo de gemelos, se tomó un descanso de marchar bajo temperaturas cercanas a los 32 grados Celsius para comer un sándwich de mantequilla de cacahuete y mermelada. Su madre, también vendedora de cerveza desde hace casi dos décadas, dijo que el equipo puede permitirse pagar a los trabajadores un salario digno.
“Tienen más dinero del que necesitan”, dijo Marianne McCue. “Somos Fenway. Fenway somos nosotros. Hay gente que lleva aquí más de 40 años y ni siquiera nos apoya. ¡Qué vergüenza! Nunca pensé que a los 70 años estaría en huelga, pero aquí estamos”.
Los Medias Rojas juegan tres partidos contra los Dodgers antes de partir de la ciudad para una serie que comienza el lunes por la noche en Minneapolis contra los Mellizos. Fue una oportunidad para que los aficionados de Boston recibieran de vuelta a la ex estrella de los Medias Rojas, Mookie Betts, quien fue traspasado a Los Ángeles un año después de ganar el MVP de la Liga Americana en un recorte de gastos.
Ahora, con Betts en el banquillo visitante, los vendedores buscan cobrar.
"Se ha cerrado el círculo", dijo Maggie McCue. "Se ha cerrado el círculo".