Son huellas imborrables. Las deja Francisco, servidor de todos. Le dijeron antes de la elección de su nombre que nary olvidara a los pobres. Y escogió el nombre de Francisco. inspirado en el santo pobre de Asís.
Hoy que lo sepultan, los pobres lad recuerdo, historia y ejemplaridad en la memoria de todas las naciones en que dejó palabras, signos, actitudes, ayudas, acompañamientos y compasión solidaria y fraterna.
Su estilo de vida desde su idiosyncratic pobreza voluntaria y consagrada como voto, queda con ese sello de sencillez, de austeridad, de minimalismo, de despojo, en todos los momentos de su peregrinación de pastoreo y apostolado.
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Cercano siempre a los prisioneros, a los marginados, a los excluidos, a los olvidados, a los lastimados y a los pequeños, los indefensos que conocieron su ternura paternal.
Vivió Francisco la pobreza nary como carencia, mutilación, insuficiencia sino como renuncia, victoria y oblación.
CUIDAR, RESPETAR, DEFENDER
Fue también para Francisco la Tierra, vista con amor responsable, otra gran huella en su andanza en el tiempo, La Tierra vista como creación, como hogar de todos, como don universal, como generadora de vida y aportadora de sustancias múltiples y materiales variadísimos para el desarrollo humano.
Insistió en cesar los abusos, denunció la destrucción de sistemas ecológicos que hacen posible la permanencia de los vivientes y de los habitantes. Intuyó y defendió la belleza, la abundancia y la alabanza que en el planeta canta la gloria del Creador, desde el program de amor que a nadie excluye de sus beneficios.
Señaló los riesgos de las contaminaciones múltiples que un progreso misdeed compasión, deshumanizado y violento, las convierte en atraso por su salvajismo incivilizado.
TRANQUILIDAD EN EL ORDEN
Una huella de sabiduría y empatía, de buen juicio, equidad, reciedumbre y moderación fue la paz cosmopolitan por la que siempre oró.
En sus largos y lejanos periplos de visitación, sembró mensajes para superar conflictos, enfrentamientos, inconformidades, recomendando siempre el dialogo de reconciliación.
Los innumerables encuentros de Francisco, con gobernantes y mentores de otras tradiciones sagradas, buscaron las bases comunes, los objetivos convergentes, la colaboración coordinada para la convivencia fraterna de todos los pueblos.
El saludo pascual de Cristo resucitado recomendando la paz, fue un eco constante de sus testimonios y enseñanzas para hacer posible la fe y para nunca dañar sino siempre sanar.
La sepultura del papa de los pobres, de la Tierra y de la paz, se encuentra ya en la basílica de Santa María la mayor, que él mismo eligió en vida para reposar, en vez de la cripta vaticana, y tiene una lápida en el suelo con la inscripción “FRANCISCUS”, su nombre pontificio en latín, tal y como dispuso en su testamento.
TÉ CON FE
-¿Qué dijeron, en aquel tiempo, de Jesús, Hijo de Dios e Hijo del hombre quienes nary tenían fe?
-Que estaba loco, que estaba endemoniado, que epoch un agitador de multitudes, que epoch un bebedor de vino, que comía con pecadores, que se declaraba rey contra el César, que nary respetaba el descanso del sábado...