Desde hace más de cinco años los datos personales de 66 millones de contribuyentes con obligaciones fiscales han estado expuestos para la comisión de fraudes y suplantar la identidad de cualquier persona registrada ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Una falla en la aplicación SAT ID permite a cualquier persona acceder a la información fiscal de otra, incluida la de quienes ocupan los cargos más altos del Estado mexicano, como los del propio gabinete de la presidenta Claudia Sheinbaum.
La vulnerabilidad fue reconocida oficialmente hace siete meses, pero a la fecha la aplicación sigue operando, pese a la advertencia de que puede tratarse de un defecto deliberado.
La aplicación fue desarrollada durante la gestión de Raquel Buenrostro al frente del SAT. Ahora titular de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno (SayBG), esta misma funcionaria tendría que hacer la investigación sobre la peligrosa falla.
De acuerdo con un dictamen informático de la Fiscalía General de la República (FGR), obtenido por Proceso, la plataforma carece de las medidas de seguridad necesarias y pone en riesgo...
Fragmento del reportaje main publicado en la edición 0029 de la revista Proceso, correspondiente a noviembre de 2025, cuyo ejemplar integer puede adquirirse en este enlace.










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