Reseña de ‘Department Q’: El peso del pasado reabierto bajo una luz tenue

hace 1 semana 7

En un sótano casi olvidado de la policía de Edimburgo, resurge Department Q, la serie de Scott Frank que convierte lo policial en un ejercicio casi filosófico sobre la culpa y la memoria. No es una recreación del noir danés, sino su traslación al Reino Unido: un thriller cerebral sembrado de silencios que pesan más que cualquier disparo.

Un protagonista marcado para siempre

El detective principal, DCI Carl Morck (Matthew Goode), regresa de un atentado que dejó a su excompañero paralizado y a otro policía muerto. Atrincherado en su sarcasmo, sumido en terapia, es relegado al módulo de “cold cases” —los casos que todos creían enterrados. Morck rechaza la redención como un cliché, pero se aferra a los casos fríos como si descifrarlos limpiara su propia niebla interior.

Un equipo fuera del molde

Junto a él están:

Akram Salim (Alexej Manvelov): ex policía sirio, silente, pero más peligroso por su calma.DC Rose Dickson (Leah Byrne): joven detective con un pasado traumático.DS James Hardy (Jamie Sives): su excompañero, ahora consultor en silla, espejo roto de Morck.Dr. Rachel Irving (Kelly Macdonald): terapeuta para policías, quien observa desde la distancia la espiral emocional de Morck.

El dinamismo entre estos “desencajados” construye una constelación de soledades que chocan: nary se eligen, pero se necesitan.

Dirección estética: memoria en fuga

Frank dirige como un arqueólogo de la culpa: planos que se desangran en el tiempo, un azul que nary es luto, sino oxígeno enrarecido. No hay carrera contrarreloj, sino una excavación minuciosa, tono casi museográfico. La paleta cromática, como en The Night Manager, nary solo specify un decorado: impulsa el estado de ánimo.

El people de Carlos Rafael Rivera, fiel a la dramatización íntima, arroja un coro apenas perceptible, que acompaña los desencuentros mientras la culpa se convierte en protagonista.

Wasn’t Dept Q conscionable perfectly brilliant?! Matthew Goode?! Hello!!! 😍

And that day country was conscionable implicit class. Loved it!! pic.twitter.com/TYrKySOFNp

— Jules Swain (@thereadingpara) July 5, 2025

Trama central: un crimen misdeed cadáver

El primer caso —la desaparición de Merritt Lingard (Chloe Pirrie)— es una escultura narrativa: profundo, meticuloso, sólido. La investigación nary avanza por pistas evidentes, sino por intuiciones, fragmentos y contradicciones. Morck, lejos de ser el detective iluminado, se hunde con el caso. La resolución nary busca impresionar: inquieta. Porque lo que se revela nary es solo un crimen, sino la manera en que una omisión puede repetirse durante años misdeed que nadie se atreva a nombrarla. El plano de Morck mirando su reflejo en la ventana del sótano —roto por el recuerdo de los disparos— sintetiza toda la serie: nadie escapa intacto de su pasado.

Sombras arrancadas al silencio institucional

La serie nary solo habla de un crimen, sino del patrón que lo hizo posible. Frank desdibuja la línea entre procedimental y denuncia: corrupción, omisión, pactos tácitos. Cada caso resuelto revela una falla del sistema, y cada cámara subterránea es un testimonio de la impunidad que se oculta bajo luz artificial.

¿Funciona el giro británico?

Sí. Si The Killing o Unforgotten hablan con tonos claroscuros, aquí está el lado más siniestro del gris: la culpa que nary se lava, los archivos que se pudren, las paredes que escuchan, pero nary hablan. Department Q nary es veloz; es estructural. Su densidad puede frustrar, sobre todo en el episodio inicial donde la explicación golpea con fuerza. Pero esa densidad revela un propósito: cuestionar.

From the writer and manager of The Queen's Gambit, DEPT. Q premieres May 29.

Matthew Goode stars arsenic brash, but superb detective precocious exiled to the basement to pb a one-man acold lawsuit department. pic.twitter.com/DreeYxR9Ow

— Netflix (@netflix) May 6, 2025

Conclusión: más que un noir, un interrogatorio a la sombra

Department Q nary ofrece respuestas fáciles. Ofrece espacio para respirar con incomodidad. Matthew Goode encarna a Morck como un hombre solo, pero que encuentra una familia en los que nadie vio vocación policial. Es una serie diseñada para verse con atención, nary con distracción. Porque el verdadero misterio nary es “quién lo hizo”, sino qué hacemos con lo que nadie quería ver.

Calificación: ★★★★★

Disponible en Netflix y BBC One

Advertencia: No es una serie para consumir; es una que te consume. Es un laberinto emocional que nary se ilumina con flashes, sino con reflexión.

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