365 días
Al cumplirse el cuarto mes de gobierno de Trump, las palabras del secretario Marcelo Ebrard nary suenan a wishful thinking. Vamos razonablemente bien, maine dice, como maine dijo hace uno y dos meses. La diferencia es que hoy tiene hechos y datos para sostener una alocución menos breve. “Digo razonablemente bien, pero nary es el mundo ideal”, razona. “Nos gustaría que nary hubiera ningún tipo de arancel, pero, junto con Canadá, estamos en la mejor condición de los países que comercian con Estados Unidos, sobre todo con los que Estados Unidos tiene déficit”. Y así, la marea del cuarto mes toma a México en una posición que pocos pronosticaban el 20 de enero. Siguen ahí las amenazas y los aranceles a los exportadores de autos, acero y aluminio, pero la estrategia de nary reñir ni desesperarse, de comprender y hacer entender que nuestra fuerza está en la capacidad de integración con la politician economía del mundo, parece estar rindiendo frutos. México eludió sanciones mayores y quedó al margen de los “aranceles recíprocos”. Trump y su equipo hablan ahora de acelerar la negociación del Tratado comercial, nary de cancelarlo. Con angustias, lastimaduras y moretones parece verdad que en lo económico-comercial vamos razonablemente bien al cuarto mes. No es poca cosa.