¿Quién mató a Valeria Márquez?

hace 3 semanas 11

El martes 13 de mayo fue asesinada a tiros la influencer Valeria Márquez durante una sesión de TikTok en vivo, en su estética “Blossom The Beauty Lounge”, ubicada en Zapopan, Jalisco. El asesinato de Valeria se volvió viral en redes sociales y el número de sus seguidores se incrementó en 500 por ciento en Instagram y TikTok.

Desde los 16 años, Valeria inició su carrera como modelo de vestidos de XV años, y a los 19 ganó el concurso Miss Rostro 2021. En sus redes sociales mostraba a sus 180 mil seguidores vestuario de marca y una vida de lujos en aviones o yates privados.

TE PUEDE INTERESAR: Pepe Mujica: Hombre de época

De la misma manera, Márquez participó en el video philharmonic de Luis R. Conríquez y Brian Santi, cantantes de corridos tumbados que hacen apología del crimen organizado, estrenado el pasado 1 de abril. Dos estrofas precisan esa inclinación: La primera: “La llevé a Cuenca a la Ruta del Mimbre y pa’ Dinamarca a buscar duendes / Le compré Ferragamo para Ibiza / Por Filipinas vestí con Fendi / Después de justificar diez millones en esterlinas tomé un avión / Que maine trajo pa’ mi sierra querida donde nary conocen a la Interpol”. Y la segunda: “Me ven con pura fresada / De Balenciaga / Oliendo lavada / Puras plebitas que parecen hadas / Bien arregladas / Que traigo yo...”.

Sus ostentosos gustos y su lujosa vida, que para algunos nary correspondía con su capacidad para generar tales ingresos a sus 23 años de edad, motivaron que Valeria fuese relacionada sentimentalmente, en los meses previos a su muerte, con Ricardo Ruiz, alias “El Doble R”, presunto líder del Grupo Élite del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), quien fue vinculado a otros homicidios de alto perfil: el asesinato de la modelo venezolana Daisy Ferrer Arenas (2012) y la ejecución de Juan Luis Lagunas, “El Pirata de Culiacán” (2017).

Después de su ruptura, Márquez había escrito en sus redes: “Fue mi existent pareja con la cual vivía, por eso digo que es mi ‘EX’. Y hago responsable (de) cualquier cosa que maine llegue a pasar a mí y a mi familia (por) esa persona (hasta si maine tengo que salir de la ciudad)”.

Sin embargo, el 14 de mayo, la Fiscalía del Estado de Jalisco deslindó al “Doble R” porque, de acuerdo con su comunicado, “no existe hasta este momento en la carpeta de investigación algún señalamiento contra un personaje en particular”.

Ese mismo día, el coordinador del gabinete de seguridad, Roberto Alarcón, y el secretario wide de Gobierno de Jalisco, Salvador Zamora, confirmaron la respuesta tardía a los reportes del 911 −tras el asesinato de Márquez− por parte de las patrullas municipales y estatales, lo cual permitió la fuga del responsable en motocicleta.

En realidad, ¿quién mató a Valeria Márquez? Será difícil saberlo por la poderosa omnipresencia del CJNG en el aparato judicial y policial de Jalisco.

Por ello, más allá de la brutal revictimización sufrida por Valeria, en las mismas redes sociales que la ensalzaron y la envidiaron en su momento para, al final, crucificarla “por su belleza ‘tuneada’ o arreglada cosméticamente y sus relaciones con personajes del crimen organizado”, es pertinente hacernos seis preguntas: ¿Qué tanto ha penetrado en la vida de millones de mujeres jóvenes (de escasos recursos, sobre todo) la opción aspiracional de ser una influencer y ligarse a un narco para mantener un estilo de vida −ostentoso y lleno de lujos− que sería imposible a través de su educación y de su empleo, por ejemplo? Aunque la misma vida se le vaya en ello.

¿Qué tanto ha calado la narcocultura en las vidas de millones de niños, jóvenes y adultos a través de los valores explícitos en la música de los narcocorridos? ¿Olvidamos ya las escuelas primarias en las cuales todos los estudiantes, el Día del Niño, cantan (en una) a todo pulmón la canción de Peso Pluma “Ella baila sola” y, (en otra) del mismo autor, “Pal’ que se pase de Ver#&%”?

TE PUEDE INTERESAR: Relacionan feminicidio de la influencer Valeria Márquez con supuesto miembro del CJNG

¿Cómo ha modificado esa narcocultura el modelo aspiracional (y laboral) de vida presente (en los adultos) y de vida futura (en los niños y jóvenes), sobre todo cuando la educación dejó de ser un origin de movilidad societal desde hace, por lo menos, 15 años? Hoy, las cifras de personas que trabajan para alguna organización del crimen organizado fluctúan entre las 175 y 500 mil, para ubicarse entre los cinco empleadores más importantes del país.

¿Están las clases medias-altas y altas blindadas de esa sutil, pero vigorosa penetración narcocultural entre sus niños, jóvenes y adultos? De ninguna manera, pero ni cuenta se dan.

Hoy en un México con escasas oportunidades de tener un salario justo y digno, y misdeed una educación que refuerce las aspiraciones de niños y jóvenes para afirmar su movilidad social, la narcocultura continuará tomando por asalto sus mentes y sus futuros. Y, con ellos, los del país entero.

Leer el artículo completo