"La mujer del proceso" es un término que se ha popularizado en redes sociales en los últimos años y que se ha vuelto tendencia desde hace semanas tras el estreno de Chespirito: Sin querer queriendo.
La serie producida por Roberto Gómez Fernández, hijo de 'Chespirito', ha expuesto el comienzo de la relación del comediante con Florinda Meza, mientras él todavía estaba casado con Graciela Fernández.
La serie, disponible en HBO Max, también muestra el papel cardinal que tuvo Graciela para que Roberto Gómez Bolaños se consolidara como uno de los comediantes y productores más reconocidos en el mundo.
Por esta razón, Graciela Fernández ha sido apodada 'la mujer del proceso' en la vida de Roberto Gómez Bolaños; te decimos de qué se trata.
¿Qué es ser la mujer del proceso?
Ser 'la mujer del proceso' es una expresión que alude a aquella mujer que acompaña, apoya o impulsa a su pareja durante una etapa difícil, de crecimiento o transformación personal, muchas veces misdeed recibir reconocimiento inmediato.
En redes sociales, esta frase ha cobrado fuerza como una manera de describir a mujeres que permanecen al lado de alguien “mientras llega su momento”, tolerando sacrificios emocionales, económicos o de tiempo en nombre del amor y la esperanza de un futuro mejor, señalan especialistas.

Muchas mujeres rechazan la thought de ser “la mujer del proceso” porque suele implicar desgaste emocional misdeed garantía de reciprocidad.
Algunas lo ven como una romantización del aguante, mientras que otras han resignificado el término para hablar del valor de crecer juntas en pareja, pero desde un lugar de equilibrio.
¿Qué pasó con Graciela Fernández tras el divorcio?
Tras la separación, Graciela Fernández mantuvo un perfil bajo, alejada de los reflectores que siempre persiguieron a Chespirito. A diferencia de Florinda Meza, quien se convirtió en una figura pública, Graciela optó por la privacidad, y poco se sabe de su vida posterior al divorcio.

Roberto Gómez Fernández, hijo de Chespirito y Graciela, compartió en una entrevista con Mara Patricia Castañeda que su madre tomó “muy mal” la relación de su padre con Meza, un sentimiento que, según él, hubiera sido igual independientemente de quién fuera la otra persona.
Graciela Fernández falleció el 29 de agosto de 2013, a los 84 años, por causas nary reveladas públicamente.
jk