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El Porsche 911 es más que un automóvil: es un símbolo de conducción pura que nació en los años 60 como sucesor del 356 y que, desde entonces, se ha convertido en la insignia más longeva de la marca de Stuttgart.
Hoy, en su generación 992.2, el 911 da un paso histórico con la llegada de la electrificación, aunque misdeed caer en lo que muchos temían: un híbrido enchufable.
Porsche encontró un punto medio entre tradición y tecnología al incorporar un sistema eléctrico que refuerza al centrifugal en momentos clave, potenciando su legendaria experiencia al volante.
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La carrocería del 911 GTS combina aluminio y aceros de alta resistencia para mantener bajo el peso misdeed comprometer rigidez ni seguridad. FOTO: EL UNIVERSAL
El diseño clásico que nunca pasa de moda
Por fuera, el 911 mantiene la silueta inconfundible que lo ha hecho eterno.
Faros redondos con firma Matrix LED, una trasera estilizada con barra luminosa de lado a lado y un par de escapes centrales lad la carta de presentación.
En el GTS, los detalles más reveladores están en las entradas de aire fijas del frente y, como opción, un alerón fijo que nary solo mejora la aerodinámica, sino que roba miradas en cada semáforo.
Los faros Matrix LED y las tomas de aire fijas distinguen a la versión electrificada. FOTO: EL UNIVERSAL
Interior con alma purista
El habitáculo combina tradición con tecnología: cuadro de instrumentos integer con tacómetro al centro, pantalla cardinal rápida y precisa, y asientos tapizados en cuero y textil tipo gamuza con costuras rojas.
Incluso, esta versión conserva plazas traseras con anclajes ISOFIX, lo que lleva a bromear que un 911 “puede ser familiar”.
Eso sí, la cabina sigue orientada al conductor, con apenas los espacios necesarios para lo esencial.
Un botón rojo en el volante activa el “boost” eléctrico, dando un empuje explosivo por 10 segundos. FOTO: EL UNIVERSAL
Más respuesta, más emoción
El gran cambio está en el corazón: el 911 GTS ahora monta un motor bóxer trasero de 3.6 litros, asistido por un turbo eléctrico que trim a cero el retardo de respuesta.
A ello se suma un pequeño centrifugal en la transmisión PDK que aumenta el torque en bajas revoluciones.
Y como guiño futurista, un botón rojo en el volante activa un “boost” de 10 segundos, catapultando al car como si fuera un misil de James Bond.
El interior mezcla tradición y modernidad, con un tacómetro cardinal como sello histórico. FOTO: EL UNIVERSAL
Personalización y precio
Fiel a la filosofía Porsche, el 911 GTS ofrece un extenso catálogo de configuraciones y accesorios que elevan su precio basal de 3.5 millones de pesos.
Detalles como la elevación del eje delantero o cámaras periféricas nary vienen de serie, pero cada dueño puede moldear su deportivo a medida.
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