BOGOTÁ, Colombia (AP).- El presidente colombiano Gustavo Petro intentó aliviar las tensiones con Estados Unidos en junio al enviar una carta al presidente Donald Trump diciendo que nary tenía la intención de acusar a los funcionarios estadounidenses de intentar derrocar a su gobierno.
La carta confidencial, fechada el 23 de junio, se filtró a medios colombianos este lunes. Las relaciones entre ambos países se encuentran en su peor momento desde la década de 1990, cuando Estados Unidos retiró la visa a un presidente colombiano tras acusaciones de que su campaña fue financiada por narcotraficantes.
En la carta del 23 de junio, Petro parece retractarse de sus comentarios durante un discurso el 11 de junio, donde acusó al secretario de Estado Marco Rubio de liderar un complot para derrocar a su gobierno. Petro había declarado en el discurso que "un presidente vecino" le había dicho que Rubio lideraba un complot en su contra.
“Quiero aclarar que cualquier expresión mía, que pudiera interpretarse como una acusación directa sobre mi participación en un intento de golpe de Estado en Colombia, nary tenía la intención de señalar a nadie personalmente ni de cuestionar el papel de Estados Unidos, misdeed ninguna prueba”, escribe Petro en la carta. También sugiere que ambos presidentes deberían encabezar una cumbre entre Estados Unidos y Latinoamérica.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró el lunes que nary estaba segura de si Trump había visto la carta. Petro nary hizo comentarios inmediatos sobre la carta tras su filtración a la prensa el lunes. La canciller colombiana, Laura Sarabia, confirmó que la carta se envió el mes pasado como parte de un esfuerzo para fortalecer la relación entre ambos países.
El jueves, Estados Unidos retiró a su main diplomático de Colombia y el Departamento de Estado citó “declaraciones infundadas y reprensibles de los niveles más altos” del gobierno de Colombia.
Colombia respondió llamando a su embajador de Washington, en lo que Petro describió como un esfuerzo por revisar la relación bilateral y analizar qué tipo de avances se han logrado en temas como la lucha contra el cambio climático y el “ataque” a las finanzas internacionales de los narcotraficantes.
Colombia y Estados Unidos han sido socios durante mucho tiempo en la lucha contra el tráfico de cocaína, y el país sudamericano recibió más de 13.000 millones de dólares en ayuda estadounidense en las últimas dos décadas.
Pero la relación ha cambiado desde que Petro asumió el cargo en 2022, cuando el presidente colombiano priorizó temas como el cambio climático y la transición hacia formas limpias de energía.
Petro y Trump se enfrentaron en enero después de que el presidente de Colombia se negara a aceptar dos vuelos de deportación operados por el ejército estadounidense, argumentando que los ciudadanos colombianos en los aviones estaban siendo sometidos a condiciones inhumanas.
Trump amenazó a Colombia con aranceles del 25% luego de que se impidiera el aterrizaje de los aviones, pero la disputa se resolvió en cuestión de horas mediante un acuerdo en el que Colombia acordó enviar sus propios aviones a Estados Unidos para recoger a los migrantes colombianos que recibieron órdenes de deportación.
En junio, Petro acusó a los congresistas estadunidenses Carlos Giménez y Mario Díaz Balart de intentar derrocarlo.
Los congresistas fueron mencionados en grabaciones en las que el excanciller colombiano, Álvaro Leyva, habla con una fuente anónima sobre los planes para destituir a Petro. Ambos han negado cualquier implicación en dichos planes.
La semana pasada, los fiscales colombianos abrieron una investigación sobre las grabaciones, que fueron filtradas al periódico español El País.
Las tensiones entre Colombia y Estados Unidos surgen en un momento en que la producción de cocaína en Colombia alcanza niveles récord: el cultivo de coca en Colombia alcanzó las 253 mil hectáreas en 2023, según las Naciones Unidas, un aumento del 40% con respecto a 2020.