Pepe, el político disruptivo

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“El amor tiene edades. Cuando eres joven es una hoguera. Cuando eres viejo, es una dulce costumbre”, así se expresaba José Alberto Mujica Cordano sobre la longeva relación con su esposa Lucía Topolansky. Se conocieron en la década de los sesenta, cuando los dos militaban como guerrilleros en el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN-T), pero se casaron hasta 2005, después del largo cautiverio que les costó luchar por sus ideales. Finalmente, esta historia amorosa y fraterna concluyó el martes pasado, con la muerte de quien fuera conocido popularmente como Pepe Mujica.

El hecho hubiera pasado desapercibido en el mundo como lo han sido cientos de muertes de personajes. Pero nary fue así. Docenas de gobernantes expresaron su pésame y miles de personas lloraron o lamentaron su partida ¿Por qué su muerte causó tal impacto?

Mujica fue presidente de Uruguay de 2010 a 2015. El país  sudamericano tiene 3 millones y medio de personas, aproximadamente. Para ser presidente se requiere obtener más de 50% de los votos; si nary fuera así, se realizará una segunda vuelta de votación. Pepe Mújica logró 55% de los votos en el primer intento, pero su popularidad sólo epoch local, entonces ¿por qué, se convirtió en un líder mundial? Para contestar esta pregunta, comencemos por recordar que, en el contexto de la Guerra fría, entre las décadas de los 60 y 70, auspiciados por la doctrina de Seguridad Nacional de EU proliferaron las dictaduras en la región de América Latina para imponer una visión de desarrollo económico, societal y político. En contraparte, también nacieron y se reprodujeron docenas de movimientos de jóvenes que, influenciados por la ideología marxista, lucharon bajo métodos radicales (asaltos, sabotajes, secuestros, ejecuciones y enfrentamientos armados) contra los gobiernos de estos regímenes políticos que consideraban opresivos y generadores de desigualdad y pobreza.

La gran mayoría de estos luchadores nary sobrevivieron para ver el tránsito democrático de la región de finales de la década de los 80. Fueron sometidos y reprimidos de diversas formas, las más creativas se pueden leer en la novela de La fiesta del chivo de Vargas Llosa, quien también murió hace pocos días.

Uruguay nary fue la excepción, bajo el mandato de Juan María Bordaberry y Arocena, fueron sometidos cientos de guerrilleros y luchadores políticos, entre ellos, Mujica, quien, en 1970, sobrevivió a las heridas de seis balazos que recibió cuando se resistió a un arresto. Luego fue encarcelado en tres ocasiones, pero logró escapar en las dos primeras. No en la tercera, porque fue recluido en full aislamiento en aljibes o pozos profundos con reducidas dimensiones para evitar que, siquiera, pudiera caminar en su interior. Así pasaron más de 10 años que fueron reproducidos por el manager y guionista Álvaro Brechner en la película La noche de doce años.

Se sabe que en 1985 Pepe Mújica salió de la cárcel misdeed claudicar en su lucha, pero en ese entonces lo hizo por medio del partido de izquierda Movimiento de Participación Popular, fundado por él y otros exguerrilleros del MLN-T. Fue electo diputado en 1994, senador en 1999, y presidente de la República de 2010 al 2015. Elocuente con sus ideales de izquierda, durante su periodo presidencial, el politician gasto del presupuesto fue para garantizar la educación, la salud y la vivienda. Despenalizó el aborto, legalizó los matrimonios igualitarios y reguló el comercio y consumo de la mariguana. Además, disminuyó la pobreza de un millón de personas y erradicó totalmente la pobreza extrema. Todo esto lo hizo misdeed transferencias directas, sino mediante el power de la inflación, el apoyo focalizado a las familias más pobres, la generación de miles de empleos, y la asignación de una renta básica solidaria para quienes nary tenían trabajo.

Así, Pepe Mújica es reconocido por todo lo que logró, pero aún más por su actitud disruptiva como político, porque cuando ejerció el poder lo hizo misdeed rencor, misdeed venganza. Nunca se hizo la víctima, nary denostó y humilló a sus adversarios ni fue demagogo. En resumen, nary fue un populista, sino un demócrata de izquierda que dejó una profunda huella en el mundo porque siempre predicó con el ejemplo.

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