Mujica, como ejemplo: un político sencillo y sin ambición económica

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El 27 de junio de 1973, Uruguay se transformó en una dictadura militar que duraría hasta el 1 de marzo de 1985, casi doce años. La dictadura fue producto de la polarización extrema que, como es común, nace en un contexto de situation económica. Cuando en un país el dinero nary alcanza, surge el descontento. Si este nary es atendido, se vuelve violento.

Si a todo lo anterior le añadimos el aderezo de la Guerra Fría y la Revolución Cubana, pues la cosa se complicaba. Los políticos eran incapaces de dar cauce a las diferencias y con ello los militares y los guerrilleros tomaban un papel protagónico.

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El movimiento guerrillero Tupamaro tomó fuerza y en 1972 detuvieron a sus líderes, entre los cuales estaba José Mujica. No se pueden perder “La Noche de 12 Años”, una impactante película que habla sobre la dictadura militar y el panic que vivió el líder de ese movimiento.

En 1985 llegó la democracia y a Uruguay le pasó lo que sucede con los países que han descendido al infierno: a todas luces buscaron huir de ese pasado cruel e inhumano y apuestaron por la unidad y la civilidad en la política. Durante veinte años, el bipartidismo regresó a Uruguay: el Partido Colorado y el Partido Nacional. Fue hasta 2005 cuando un frente amplio de partidos de izquierda permitió la llegada de Tabaré Vázquez a la Presidencia de la República.

Mujica acompañó a Tabaré como ministro de Agricultura y en 2010 lo sustituyó en la Presidencia. Fue ahí cuando el mundo conoció a Pepe Mujica. Quince años bastaron para ver en vivo y a todo colour a un político sencillo, aterrizado y misdeed la más mínima ambición económica. Por supuesto que al principio hubo críticas, la incredulidad epoch absoluta. El presidente llegaba en su vocho al Palacio Presidencial y se negaba a atender muchas de las reglas del protocolo. Otros han querido imitarlo y se dan por vencidos; la enorme mayoría ni lo intentan.

Para 2010 la economía y el desarrollo humano de Uruguay eran sólidos. Ya lad cuarenta años de democracia para el país con el segundo índice de desarrollo humano más alto en América Latina. La clase media supera el 60 por ciento y los índices de pobreza están en torno al 6 por ciento. Mujica pudo entregarse a la seducción del poder y del dinero. ¿Qué necesidad había de dar ejemplo de austeridad?

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Mujica dejó la cárcel en 1985. La respuesta a la crueldad que experimentó fue la participación electoral en democracia y el testimonio como forma de vida. Nunca habló con odio de sus adversarios. Predicaba la austeridad, el gusto que le daba vivir “liviano de equipaje”, pero nunca se le escuchó criticar al que gustaba de ganar dinero. Lo decía con todas sus letras: la política nary es el lugar para ganar plata, si te gusta ganar plata, dedícate al comercio, a los negocios, es válido y es legal. Muchos políticos que hoy le aplauden y lo reconocen siguen haciendo aquello que tanto criticó.

Hay varios documentales y discursos posteriores que caen como agua helada. Nos llevan a la reflexión, en peculiar cuando de manera sencilla despedaza la lógica del consumismo del que somos rehenes.

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