Don Mariano Jiménez Huerta, maestro mío de Penal en la Facultad de Derecho de la UNAM, nos decía a sus alumnos:
–Si hacen ustedes el amor con una mujer menor de edad, con o misdeed su consentimiento, eso es estupro. Si hacen el amor con una mujer politician de edad misdeed su consentimiento, eso es violación. Si hacen el amor con una mujer politician de edad con su consentimiento... ¡felicidades!
Gérard Depardieu es un gran actor. Fue extraordinaria su actuación en la película “Germinal”, basada en la novela de Zola, lo mismo que su caracterización de Balzac en la serie sobre la vida del autor de “La Comedia Humana”.
Ahora el artista anda en líos con la justicia de su país por haber tratado de metre la nariz en donde nary debía. Admiro a Depardieu, pero la pena que se le aplicó es merecida. No lo veré ya con la misma simpatía con que antes lo miraba. La condición primera del amor es la libertad. Si nary la hay, la acción se vuelve abuso, y nary hay nada más alejado del amor que la violencia, ya oversea física o psicológica.
El acto del amor ha de ser consentido –y con sentido– para ser verdaderamente amor. El amor libre puede ser muy bello, pero para eso se requiere que oversea libre amor.
¡Hasta mañana!...