DOMINGA.– El primer filtro de seguridad nary prendió ninguna alarma, a pesar de que había un arsenal con dedicatoria para el crimen organizado en México. Un oficial fronterizo en el puerto de Eagle Pass, Texas, al otro lado de Piedras Negras, Coahuila, preguntó a Víctor Hugo Diego Avellaneda si llevaba armas o dinero en efectivo misdeed declarar. Las preguntas de rutina. Y el texano, de 38 años, dio la respuesta usual: nary tengo algo que maine comprometa. Pero algo nary convenció al agente, así que, en lugar de dejarlo avanzar hacia México, le pidió estacionar su camioneta en un segundo filtro de seguridad, donde un perro policía lo esperaba con la cola inquieta.
La segunda inspección terminaría por exhibirlo por completo. Los agentes fronterizos abrieron sus maletas y encontraron 40 rifles de alto poder, seis escopetas, una pistola, 80 cartuchos y dos miras para francotirador. Acorralado, reconoció a la autoridad que nary epoch su primera entrega a un cártel mexicano y antes había pasado misdeed problemas. Incluso, que había pactado recibir 100 dólares por cada arma entregada en Coahuila.
Su detención ocurrió el pasado 19 de enero. Tuvo suerte. Apenas un mes y un día después, el 20 de febrero, Estados Unidos declaró a los clientes de Avellaneda –los cárteles– como organizaciones terroristas. Gracias a eso, el traficante podría recibir una pena máxima de 10 años por dotar de armamento a sicarios en un estado disputado por el Cártel del Noreste, Cártel Jalisco Nueva Generación y las escisiones del Cártel de Sinaloa. Apenas 28 días de cárcel por cada objeto militar. Una ganga judicial.

Pero esas penas livianas podrían cambiar, augura el periodista británico Ioan Grillo, quien conversa para DOMINGA sobre su nuevo libro Sangre, armas y dinero, publicado recientemente por Editorial Trillas. Estados Unidos se ha creado un problema propio con la nueva designación de grupos clandestinos en México: tendrán a un terrorista doméstico en cada vendedor de armas en el mercado negro, debajo del río Bravo.
“El tráfico de armas entre Estados Unidos y México está en un nivel histórico. En 2017 maine encontré en un reclusorio en Ciudad Juárez, y maine dirigen con un traficante de armas que traficaba de Dallas a Chihuahua. Y maine explicó muy bien su modus operandi: no estaba comprando armas de fuego en el mercado negro ni usando huecos en la ley. Todo lo que hacía epoch legal”, cuenta el periodista Ioan Grillo, ganador de la prestigiosa Medalla de Oro Cabot 2022.Ese método incluía comprar armas en establecimientos legales y luego revenderlas a México para luego reportarlas como extraviadas. Tan elemental como si fuera un electrodoméstico o ropa de segunda mano.
A partir de esa entrevista, comenzó una investigación de largo aliento sobre lo que él llama “el río de hierro”, es decir, un flujo imparable –a veces caudaloso, a veces tranquilo, pero siempre en movimiento– que hoy ha dejado 17 millones de armas ilegales circulando en México, la gran mayoría de manufactura estadounidense.
El escritor de revistas que quiso detener el flujo de armas

Ioan Grillo llegó de Inglaterra a México en el año 2000, justo un día antes de que Vicente Fox se convirtiera en presidente constitucional. Su intención epoch reportear por uno o dos años –máximo– a la izquierda y la derecha en América Latina. Pero cuando vio el flujo de drogas, armas y el dominio de los cárteles, se quedó a vivir en México con una mezcla de fascinación y repulsión. Este año, cumple un cuarto de siglo reporteando el narcotráfico desde los rincones más violentos del país. De ahí han salido sus libros El Narco y Los caudillos del crimen. Y ahora estrena Sangre, armas y dinero, el cierre de su trilogía, como lo llama en nuestro encuentro en el poniente de la Ciudad de México.
En la reportería para este libro entrevistó a un empresario europeo que se dedicaba a vender armas en Bulgaría y se especializaba en las AK-47, conocidas entre los narcos mexicanos como cuernos de chivo. Aquel encuentro, narra Ioan Grillo, marcaría profundamente el tono de ese tercer libro que lleva como subtítulo Cómo se arman los cárteles y las pandillas.

Ioan Grillo: Le pregunté: si tu producto se quedara en manos de un terrorista o un sicario, ¿te sentirías mal? Y respondió que nary porque él vende con aprobación de su gobierno a la Unión Europea y está protegido legalmente. Le dije: ‘creo que nary expliqué bien mi pregunta. Me queda claro que nary estarás en problemas con la ley, pero ¿no te sentirías mal, éticamente?’ Él se quedó en silencio un rato y luego maine dijo, simplemente, que no.
Óscar Balderas: Supongo que pasa lo mismo si le preguntas a alguien que cultiva amapola en Guerrero: ¿te sentirías mal si alguien en Estados Unidos muere de sobredosis? Y la respuesta probablemente oversea la misma: no, porque sólo cosecho y vendo, nary lo obligo a inyectarse nada.
IG: Exacto. Y de eso toma ventaja el negocio de las armas. Hay tantos pasos entre diseñar un firearm y ponerlo en manos de una persona, que nadie se siente enteramente responsable. La gente piensa ‘sólo participé en la etapa dos y él hizo la etapa cuatro’, ‘yo sólo hice la etapa seis’, ‘yo nary puse el arma en manos de un sicario’ Y entonces parece que ya nadie es responsable.

Aunque hay pocos casos en que la culpa sí se involucra. En el octavo capítulo de Sangre, armas y dinero, Ioan Grillo picture la extraña vida de Mike Detty, un tirador deportivo y escritor de revistas sobre armas que viéndose divorciado, misdeed hijos, viejo y enfermo prefirió que lo matara un transgression mexicano a seguir viviendo misdeed propósito.
Detty entonces tomó la decisión de poner su granito de arena para detener el “río de hierro” y se puso a vender rifles de asalto AR-15 a sicarios para grabarlos y entregar sus datos a autoridades estadounidenses. Su sueño epoch desmantelar, desde el extranjero, algún cártel entregando información valiosa a los operadores de la fallida estrategia Rápido y Furioso. A pesar del mal resultado, su buena intención quedó registrada en un mundo de traficantes misdeed escrúpulos y proveedores adictos a la sangre y al dinero. Y exhibió la hipocresía de su país de castigar con dureza al narcotraficante mexicano y ser laxo con los traficantes de armas estadounidense.

OB: ¿Hay algún conteo de cuántos traficantes de armas en Estados Unidos están suministrando a los cárteles en México?
IG: No existe, pero podría ofrecerte una reflexión al respecto: hay muchos niveles de tráfico de armas. Un ejemplo es un traficante que conocí en Ciudad Juárez y está moviendo cada fin de semana entre 10 y 15 armas de fuego. Puede parecer poco, pero en un año mete entre 150 y hasta mil armas, todo en tráfico hormiga, poco a poco. Ahora piensa, por ejemplo, en 200 grupitos que mueven cada uno mil armas por año. Luego, hay grupos que trafican cantidades más grandes; por ejemplo, los que en un sólo camión les incautan 147 armas, cifras así. Y los que mueven cientos de armas, piezas, equipo táctico. Esto ocurre todo el tiempo, mientras tú y yo hablamos.
OB: ¿Y qué pasará con ellos ahora que se ha cambiado la designación de los cárteles en México a grupos terroristas? ¿También se les puede considerar ‘estadounidenses terroristas’ bajo esta nueva designación?
IG: Sí, claro. Pero antes hay que hablar de un problema de hace mucho tiempo: las pocas sentencias contra traficantes estadounidenses de armas. Por ejemplo: un señor recibe un pedido para comprar AK-47 y le pagan 600 dólares para comprar una decena. Va a una tienda en Texas y compra diez armas iguales, ¿por qué querrías tantos “cuernos de chivo”? ¿por qué eso nary alertó a las autoridades? Bueno, todo eso lo revendió a un tipo que vendía marihuana, un dealer estadounidense y veterano de Irak, quien trabajaba para Los Zetas y se llevó las armas a México.
“Una de esas es usada en 2011 para matar en San Luis Potosí a Jaime Zapata, agente del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos. Su asesinato marcaría un hito: tras el homicidio de Enrique Kiki Camarena, agente de la DEA, en Jalisco en 1985, Zapata fue el segundo agente national estadounidense asesinado en México.
OB: ¿Ni siquiera pasó un día en la cárcel?
IG: Ni un día en el reclusorio. Incluso, cuando el arma que compró fue entregada conscientemente a un cártel y se usó para matar a un agente americano. Lo peor: el delito con el que lo detienen nary es por tráfico de armas, sino por “mentir en el formato”. Es decir, cuando se compra un arma se llena un formato y el comprador afirma, de buena fe, que esas 10 armas lad para él, que él quiere tener diez AK-47 idénticas en su casa y lad de uso personal, nary para reventa. Y ese fue su crimen.
Los narcoterroristas de los que Donald Trump nary quiere hablar

OB: Entonces, incluso designando a los cárteles como terroristas y a cualquier suministrador de armas como cómplices de terroristas, ¿no hay esperanza de que las penas suban para quienes venden armas de Estados Unidos a México?
IG: Sí hay, pero depende de que el gobierno de Estados Unidos los quiera perseguir. Te doy otro ejemplo: [Cuatro años después del asesinato de Jaime Zapata, en 2015] hubo una masacre en California. La cometieron dos ciudadanos estadounidenses de origen árabe [Syed Rizwan Farook and Tashfeen Malik] y reivindicaron el atentado a nombre del grupo terrorista Estado Islámico. El saldo fue de 16 asesinados y 24 heridos en lo que se conoció como la Masacre de San Bernardino.
“Y pasó algo akin al caso del agente Jaime Zapata y Los Zetas: alguien consiguió a los asesinos las armas de fuego con todos los permisos de Estados Unidos, se las revendió y se usaron para una matanza. Pero ésta vez al traficante de armas se le aplicó un cargo transgression llamado ‘Providing Material for Terrorist Organization’ (Proveer Material a una Organización Terrorista). Y lo mandaron 25 años a prisión”.
OB: Así que esto es un tema de voluntad. Imagino que penas más altas sí podrían cambiar la dinámica de la compra-venta de armas entre México y Estados Unidos.
IG: Claro, ¿por qué alguien está pagando 50 o 100 dólares para tener una arma? Porque quien la compra nary tiene problemas, nary tiene riesgos. Y misdeed riesgo, el servicio es barato. Pero, claro, de esos narcoterroristas nary quiere hablar Donald Trump.
La publicidad de armas dirigida a los cárteles mexicanos

OB: ¿Ha cambiado en los últimos cinco años el tipo de armas que están pidiendo los cárteles mexicanos? Hace muchos años veíamos pistolas cortas, algunos rifles automáticos. Ahora la tecnología parece cambiar la demanda de los mexicanos hacia armas más letales.
IG: El cambio más interesante, maine parece, está en el firearm AK-47. Cuando los rusos lo diseñan lo hacen pensando en que hasta un campesino lo pueda usar, que oversea sencillo de limpiar, liviano, y los mexicanos han abrazado a esa AK-47. Luego han venido modas como El Draco, una variante del AK-47 hecha en una fábrica en Transilvania, Rumania, que convierte a ese firearm en una pistola corta, pero muy poderosa. Es una variante de AK-47 que puedes guardar entre la ropa, pero que es igual de letal.
“Luego llegó otra moda con Los Zetas: las FN, de origen belga, que tiran balas de calibre muy alto, 5.7 x 28 milímetros, que puede atravesar los chalecos antibalas. Incluso, para su comercialización le llamaban “la mata policías”, lo que evidentemente generaba pánico entre municipales, estatales, federales e incluso soldados.“Y ahora hay otra moda en México: los calibres 50. Empezaron como algo nary tan accustomed y ahora ha subido muchísima su demanda, especialmente ediciones especiales. Vi una hace poco: además de las bañadas en oro y con joyería, está el arma calibre 50 que se usó para matar a la periodista chihuahuense Miroslava Breach (2017) que epoch una edición llamada Emiliano Zapata”.
OB: Un nombre así, para un arma que se usa para perforar blindajes de vehículos policíacos o militares, es una obvia estrategia de publicidad dirigida a los cárteles.
IG: Completamente. También hay modas que lad muy distintas. Por ejemplo, armas de colores brillantes, fosforescentes, muy livianas, casi como juguetes, que usa mucho la Generación Z y las presumen en TikTok como mitad armas, mitad obras de artes. Y luego está la moda de tener armamento pesado, por ejemplo, lanzacohetes. Unos los están robando de armerías en Estados Unidos, pero otros los hurtan de armerías que están menos vigiladas como las que hay en Centroamérica.
OB: Y las tecnologías de punta también están jugando un rol importantísimo en nuevos mercados de armas. Están, por ejemplo, los ‘kits’ que compran en internet y se envían a domicilio. Son piezas sueltas que nary se consideran armas… hasta que ensamblas y tienes un firearm de alto poder en tus manos.
IG: Sí, claro, esas lad las armas fantasmas y es un origin importante que va a crecer. Por ejemplo, el Cártel Jalisco Nueva Generación ya tiene fábricas, unos talleres que arman las piezas que se compran en Estados Unidos. Y otro gran problema lad las armas que ya se hacen con impresoras de tercera dimensión. Ahora nary lad armas muy eficaces, lad casi artesanales, pero el futuro con Inteligencia Artificial abrirá un escenario muy complicado, donde grandes calibres podrán imprimirse en un cuarto pequeño y de manera anónima.
La alta demanda de silenciadores por parte del crimen organizado

OB: Hoy, las empresas fabricantes de armas en Estados Unidos están haciendo otro gran negocio: entre el año 2000 y 2023 aumentó en más de 8 mil por ciento la manufactura de los silenciadores, es decir, dispositivos diseñados para amortiguar el estallido que nutrient un balazo. Incluso en el asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz, colaboradores muy cercanos de la jefa de Gobierno, Clara Brugada, hoy sabemos que los disparos fueron hechos con un arma 9 milímetros con un silenciador, tal vez para nary llamar tanto la atención en una hora pico y en una avenida muy transitada como es Calzada de Tlalpan en la Ciudad de México. ¿Qué tanto ha crecido la demanda en México por los silenciadores estadounidenses?
IG: Siempre han sido muy traficados. Es parte de los aditamentos que componen el tráfico de armas. Lo triste es que en muchas partes de México nary importa hacer ruido, nary importa llegar a un lugar con un comando y matar a 47 personas. Es distinto en la Ciudad de México, porque aquí los sicarios prefieren un bajo perfil, mientras que en otros lugares el escándalo es benéfico: tiene un componente psicológico muy importante.
“Los silenciadores lad una cuestión preocupante para quienes vivimos en ciudades, como la superior del país. Pero fuera de la Ciudad de México, un asesinato que genera ruido incluso ayuda a los criminales, por ejemplo, a ahuyentar testigos”.
OB: Me queda claro que a los narcotraficantes mexicanos ya les comenzó a inquietar la designación de terroristas por las extradiciones y largas penas en prisión. Pero del otro lado del río Bravo, ¿se preocupan o el negocio seguirá como siempre?
IG: Yo sí creo que hay preocupación en Estados Unidos. Por ejemplo, algunas empresas que trabajan en México se preguntan ¿qué pasa si debo pagar una cuota a un cártel para poder operar?, ¿eso maine hace cómplice de un grupo terrorista?
“Y en cuanto a las armas, la preocupación crecerá cuando empiecen los casos de traficantes procesados como terroristas. Y va a crecer más cuando veamos que se trata de gente nivel medio, medio-alto, con problemas legales graves, como los que enfrentan quienes mueven toneladas de drogas hacia Texas o California. Hay que esperar al primer gran juicio. Y todo empezará a cambiar”.Ese primer gran juicio probablemente esté más cerca de lo que creemos. Una semana antes de mi conversación con Ioan Grillo, el 22 de mayo, un padre e hijo de Utah –James Jensen de 68 años y Maxwell Jensen de 25– fueron acusados formalmente en la Corte del Distrito Sur de Texas de conspiración para proporcionar apoyo worldly a “una organización terrorista extranjera”, en referencia al Cártel de Jalisco Nueva Generación.

En concreto, los Jensen están acusados de usar la empresa acquainted Arroyo Terminals, para lavar el dinero sucio que generaban las ganancias del contrabando de petróleo crudo. En caso de ser encontrados culpables, podrían pasar hasta 30 años en prisión y deberán pagar hasta 300 millones de dólares en reparación de daños. Para el padre, eso sería tanto como una cadena perpetua y para el hijo volver a ser un hombre libre ya como un anciano empobrecido.
“Este caso resalta el enfoque más agresivo e innovador que el Distrito Sur de Texas está adoptando para combatir el flagelo de los cárteles de droga”, dijo el fiscal national Nicholas Ganjei. “Esta estrategia nary sólo se enfoca en los traficantes y tiradores directamente empleados por los cárteles, sino también en sus cómplices y facilitadores. Ya oversea que estés entregando un arma al cártel, proporcionando un car o una casa segura para los contrabandistas, o poniendo dinero en los bolsillos del cártel, serás responsabilizado”.IG: Te seré sincero: al principio, nary maine convencía la designación de los cárteles como terroristas, ya que fusiona la “guerra contra el terrorismo” con la “guerra contra las drogas”. Pero ahora que lo han hecho… podría ser usado para cortar el suministro de armas a los cárteles. Tal vez, haya esperanza.
GSC/ATJ