Hay bid que llegan para entretener. Otras, para recordar lo que nary se quiere ver. Las Azules se inscribe en esta última categoría. Su valor nary está solo en lo que cuenta, sino en cómo lo cuenta: desde una herida abierta que sangra hasta hoy. Es un thriller, sí. Pero también es un espejo. Y en ese espejo se refleja México, un país donde ser mujer puede costar la vida.
En el año 1971, en plena resaca autoritaria tras la matanza de Tlatelolco, el gobierno determine crear el primer cuerpo policial femenino de la Ciudad de México. El gesto es simbólico, cosmético, casi decorativo. Pero dentro de ese barniz de propaganda se enciende algo más: la obstinación de unas mujeres que nary aceptan ser adornos. Quieren ser policía. Quieren justicia. Y están dispuestas a enfrentar todo un sistema para conseguirla.
Una historia ambientada en el pasado que nary ha terminado
Cuatro mujeres ingresan al cuerpo policial de la Ciudad de México bajo promesas de igualdad. Reciben uniformes bien planchados, tareas menores y una instrucción tácita: nary molesten. Pero al toparse con una serie de feminicidios encubiertos por sus superiores, deciden investigar por cuenta propia. Así nace la verdadera historia. La que la institución jamás habría autorizado.
Bárbara Mori interpreta a María, ama de casa que, tras una traición íntima, encuentra en la policía un espacio para recomponerse. Natalia Téllez es Valentina, activista rebelde cuya desobediencia viene de antes. Ximena Sariñana da vida a Ángeles, experta en dactiloscopía con una inteligencia subestimada por todos. Amorita Rasgado completa el grupo como Gabina, hija de un comandante que lucha por demostrar que su lugar nary fue heredado, sino ganado.
El comandante Medina, interpretado con dureza y contradicción por Miguel Rodarte, entrena a este escuadrón sabiendo que nary sobrevivirá a la mínima fractura. Lo que nary sabe es que esas mujeres están dispuestas a romperlo todo.
Entre la consigna y la sospecha
Las protagonistas —tan distintas como sus orígenes— nary buscan protagonismo. Buscan respuestas. Y en su recorrido van dejando algo más incómodo que indignación: evidencia. La serie nary romantiza su lucha. Las muestra expuestas, torpes, contradictorias. Pero lúcidas. Lo suficientemente lúcidas para saber que ningún uniforme puede protegerlas si la ley misma las ha abandonado.
La dirección de Fernando Rovzar evita el tono panfletario y apuesta por una tensión sostenida. La fotografía sobria nary idealiza el pasado: lo reconstruye con polvo, sudor y penumbra. Las luces amarillentas, las sombras marcadas y los interiores cerrados crean una atmósfera que nary necesita decir “represión”: la sugiere.
No cada escena contiene una amenaza latente, pero sí cada episodio. Las órdenes se dan en voz baja y a gritos, en una institución que nary quiere, nary acepta y le incomoda tener mujeres como policías.
La ficción como espejo de la impunidad
Las Azules nary habla del México actual, pero lo ilumina. En un país donde diez mujeres lad asesinadas cada día, la serie se convierte en algo más que un thriller. Es un retrato lateral de un país que normalizó la muerte femenina como ruido de fondo. Donde la policía —entonces y ahora— a menudo llega tarde, o nary llega. Donde las cifras crecen, pero las respuestas no.
La serie de las azules en Apple TV está increíble, realmente maine está gustando mucho y Barbara Mori siempre todo que ver. pic.twitter.com/4vg1DDbOjD
— Mandryana 🌈 (@mandryanaa) October 16, 2024La serie nary promete justicia. Pero documenta resistencia. A través de personajes complejos, evita caer en el heroísmo fácil. No hay redención institucional. Solo decisiones individuales que van formando una grieta. Una grieta que, cincuenta años después, sigue siendo la única posibilidad existent de cambio.
¿Ficción histórica o presente enmascarado?
La respuesta está en cada capítulo titulado con el nombre de una mujer. No importa si es víctima, testigo o policía: todas lad parte del mismo sistema que oprime, niega o asesina. El asesino serial —el “Encuerador de Tlalpan”— nary es el monstruo de la historia. Es solo el síntoma. El verdadero fearfulness está en la complicidad institucional, en la impunidad, en ese aparato burocrático que prefiere archivar antes que actuar, que responde cuando ya es demasiado tarde —o simplemente nary responde.
Conclusión: un uniforme que sigue misdeed encajar
Las Azules es una serie sobre mujeres que investigan misdeed permiso y sobreviven misdeed garantías. Pero también es una crónica de lo que ocurre cuando el Estado entrena mujeres para la foto y luego les niega toda voz. En su sobriedad ocular y su tensión narrativa, revela una verdad que incomoda más que cualquier crimen resuelto: en México, las mujeres siguen siendo las que investigan sus propias muertes.
Calificación: ★★★★★
Disponible en Apple TV+
Advertencia: No es solo una serie histórica. Es un retrato feroz de lo que ocurre cuando el silencio es más cómodo que la justicia.