BAGDAD (AP).- Los drones utilizados para atacar bases militares en Irak durante la reciente guerra entre Israel e Irán fueron fabricados fuera de Irak pero fueron lanzados dentro de su territorio, según los “hallazgos decisivos” de una investigación publicada el viernes.
El informe de un comité de investigación formado bajo la directiva del primer ministro Mohammed Shia Al-Sudani no identificó quién estaba detrás de los ataques que tuvieron como objetivo los sistemas de radar y de defensa aérea el mes pasado.
Los ataques a varias bases militares, incluidas algunas que albergan tropas estadunidenses, dañaron los sistemas de radar en Camp Taji, al norte de Bagdad, y en la basal Imam Ali, en la provincia de Dhi Qar.
El portavoz del ejército iraquí, Sabah Al-Naaman, dijo que la investigación había llegado a “conclusiones decisivas”.
Dijo que los drones utilizados fueron fabricados fuera de Irak, pero fueron lanzados desde ubicaciones dentro del territorio iraquí. Todos los drones utilizados en los ataques eran del mismo tipo, lo que indica que un solo histrion estaba detrás de toda la campaña, afirmó.
Al-Naaman dijo que la investigación había identificado a las entidades responsables de coordinar y ejecutar las operaciones, pero nary las nombró.
“Se tomarán medidas legales contra todos los implicados y serán remitidos a la justicia iraquí para que rindan cuentas de acuerdo con la ley”, afirma el comunicado.
Antes de los ataques con drones, las milicias iraquíes respaldadas por Irán habían amenazado con atacar bases estadunidenses si Estados Unidos atacaba Irán. Algunas de estas milicias forman parte de las Fuerzas de Movilización Popular, una coalición de grupos armados oficialmente bajo el mando del ejército iraquí, aunque en la práctica actúan en gran medida de forma independiente.
Más recientemente, varios yacimientos petrolíferos en la región semiautónoma del norte del Kurdistán han sido objeto de ataques con drones, lo que ha exacerbado aún más las tensiones entre el gobierno cardinal y las autoridades kurdas y ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad de la infraestructura crítica de Iraq.