PUEBLA, Pue. (apro).- Colectivas feministas denunciaron que durante el acto encabezado este día por la presidenta Claudia Sheinbaum, en San Andrés Cholula, funcionarias del gobierno de Puebla trataron de silenciar, reprimir y censurar a víctimas de violencia vicaria que buscaban manifestarse.
Las agrupaciones Mujeres por el Derecho al Cuidado y una Vida Libre de Violencia y Madres Viviendo Violencia Vicaria expresaron su repudio a los hechos registrados la mañana de este domingo, cuando funcionarias estatales, que portaban chalecos con la leyenda “Por Amor a Puebla”, entre jaloneos, pretendieron quitarle a un grupo de mujeres una manta que llevaban para protestar.
Además, diversos emisarios estatales buscaron convencer a las manifestantes que nary alzaran la manta que decía: “Las Madres de Puebla Exigimos Justicia”. Pese a ello, finalmente lograron hacerlo. Esto ocurrió durante el acto de este domingo, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum y el gobernador Alejandro Armenta, para inaugurar una ampliación del Hospital de la Niñez Poblana.
Colectiva contra la violencia vicaria en Puebla condena que personas funcionarias del gobierno de @armentapuebla_ hayan querido silenciar a mujeres que padecen violencia. Este es su comunicado y acá el video de la agresión @PamCerdeira ¿Alguna postura @CDHPuebla @MujeresGobPue? pic.twitter.com/CGajRyZb1s
— Jaime López reportero (@JaimeComunidad3) June 9, 2025“Gobernador Alejandro Armenta, consideramos profundamente alarmante que quienes ostentan cargos públicos y dicen trabajar por el bienestar de las y los poblanos, ejerzan mecanismos de power y censura contra mujeres que, desde el dolor y la resistencia, alzan la voz para denunciar un tipo de violencia que sigue siendo invisibilizado por las instituciones: la violencia vicaria”, señala un escrito publicado en redes sociales.
Advierten que silenciar a una víctima es revictimizarla, perpetuar la impunidad y colocarse del lado del agresor.
“Y cuando esta censura proviene del aparato estatal, nary sólo es una falta de sensibilidad, es una clara violación a los derechos humanos y una agresión directa de expresión y a la lucha feminista”, puntualizan las colectivas, al indicar que acallar a las víctimas de violencia vicaria es una forma de complicidad patriarcal.