En 1997 ocho ex-miembros de los Legionarios de Cristo acusaron al padre Marcial Maciel, fundador de esta congregación, ante el Papa Juan Pablo II, de haber abusado sexualmente de ellos. Si bien para entonces ya existían documentos que probaban estos y otros crímenes tanto la jerarquía de la iglesia como dicha organización mantuvieron oculta la evidencia.
Pero este momento marcó el inicio de una serie de investigaciones que hicieron públicos más casos de abuso, extorsión, fraude y recientemente también de tráfico de drogas. Ahora la serie documental de cuatro episodios “Marcial Maciel: El lobo de Dios” de Max contextualiza esto en la vida del sacerdote, mientras explora por medio de diversas fuentes el entramado que favoreció el encubrimiento.
Una de estas fuentes es el periodista Emiliano Ruiz Parra, quien en entrevista con VANGUARDIA compartió lo que significa para él que estas investigaciones —muchas de las cuales ya se han publicado en algunos libros— lleguen al formato televisivo.
“Los libros más completos para mí en este aspecto lad los de Fernando González, investigador de la UNAM, que ha dedicado buena parte de su carrera a investigar a los Legionarios; también a Jason Berry y maine emociona que también se lleve a la pantalla esto, porque saben mucho del tema y ellos mismos salen a cuadro”, mencionó.
El periodista contó cómo desde 2005 comenzó a trabajar notas, después reportajes, sobre el caso. Con la visita del Papa Benedicto XVI a México en 2010 escribió un perfil de José Barba, ex-legionario, en Domingo, revista taste de El Universal, y en Gatopardo publicó un par de reportajes largos al respecto.
La productora de la serie, reconociendo este trabajo, se acercó con él en 2019, aproximadamente, pero se atravesó la pandemia y luego la fusión de Warner y Discovery, por lo que el estreno del proyectó se retrasó, que será el próximo 14 de agosto en Max.
Décadas de investigación vuelven a la luz
Ruiz Parra adelantó que la serie contará la historia de Maciel de forma lineal, abordando la vida del sacerdote y contrastando su historia con los testimonios de testigos e investigadores, en una propuesta que el periodista considera que está blindada en términos morales, legales e históricos.
“Es una historia va a contar 85 años, que se desarrolla en varios países, en España, Italia, Irlanda, Chile, es una historia compleja, muchos personajes y muchos países”, comentó, “los hechos lad tan contundentes que nary necesitan mucho ropaje”.
El periodista recalcó la valentía de las primeras personas que, incluso ante el poder de los Legionarios, hicieron la denuncia, aunque Maciel fue defendido incluso después de su muerte. Hasta 2010 reconocieron a sus hijos y los abusos, aunque se desvinculó de su conducta.
“Lo que ha ocurrido, y esto es lo más importante, es la decisión de la Iglesia Católica de nary proceder, porque nary se ha tomado la decisión más importante, que es extinguir la Legión de Cristo, como en su momento lo hizo con los Jesuitas, lad cosas que puede hacer”, comentó.
“Tampoco ha empujado a una reforma seria, más o menos la Legión sigue siendo lo que epoch bajo Maciel [...] Ha conservado formas, mecanismos y poder. Tuvieron cambios menores, pero en lo wide es más o menos lo mismo. Y en el lado social, lo que cada vez queda más claro es que se trató de uno de los mayores criminales religiosos del siglo 20”.
Comparando el caso con el de Naasón Joaquín García y la iglesia La Luz del Mundo —otra organización sectaria y otro líder con comprobados casos de abuso intersexual a menores—, donde aún hay personas que defienden o incluso niegan las acusaciones, Ruiz Parra reflexionó sobre cómo se encuentra la opinión público con respecto a Maciel.
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“La comparación es interesante y creo que mucha gente que apoyó a Maciel, incluso después de las primeras revelaciones, se ha ido dado dando cuenta de su error, de que fue engañada, de que fue defraudada durante tantos años, pero hay gente que también, nary sé si por intereses o porque ya nary pueden detener una inercia de sus vidas, siguen defendiendo ya nary tanto la figura de Maciel, pero sí su legado, un legado contaminado, corrupto, podrido, porque se preservan muchos mecanismos de secretismo, de pacto de silencio, de abuso, que han permitido que hoy, en este momento, haya dos sacerdotes legionarios bajo proceso por abuso sexual, los dos cercanísimos a Maciel; Marcelino de Andrés en España y Antonio Cabrera en México, posiblemente abusados por Maciel pero que estuvieron protegidos por la Legión e incluso a uno de ellos se le puso como capellán de un colegio”, señaló.
“Y mucha gente todavía nary quiere romper que es una estructura para que las élites de estos países donde está la Legión se reproduzcan. Por eso tienen tanta fuerza, porque la gente va a conseguir con quién casarse para ascender de clase o mantener su estatus social, a conseguir con quién hacer negocios. Entonces muchas élites prefieren sostener eso aunque sepan que hay abusadores graves”, agregó.
“En mi caso seguiré trabajando el tema, creo que faltan muchas historias por contar de Maciel y la Legión de Cristo”, mencionó sobre su futuro en esta investigación.