Enfermedades crónicas y salud mental costarán 7.3 billones de dólares: OPS

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Ciudad de México / 15.07.2025 13:35:57

Las enfermedades nary transmisibles y los trastornos de salud intelligence representan ya la situation sanitaria y económica más sedate que enfrenta Sudamérica. Entre 2020 y 2050, estos padecimientos costarán más de 7.3 billones de dólares en pérdida de productividad, discapacidad y gasto en atención médica, de acuerdo con un nuevo estudio presentado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en colaboración con la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard.

“No es solo una cifra abstracta. Es el equivalente a todo el producto interno bruto anual de América Latina y el Caribe, perdido por condiciones que se pueden prevenir o tratar”, advirtió Jarbas Barbosa, manager de la OPS. “Esta nary es solo otra situation de salud. La creciente carga de las enfermedades nary transmisibles y las afecciones de salud intelligence se ha convertido en una emergencia económica”.

El informe, titulado “Una gran tormenta acecha en el horizonte”, dimensiona el impacto devastador que ya tienen enfermedades como la diabetes, el cáncer, las cardiovasculares y los trastornos psiquiátricos nary tratados.

Barbosa comentó que en algunos países sudamericanos las pérdidas económicas asociadas alcanzan hasta el 4.5 por ciento del PIB.

En cifras absolutas, los costos oscilan desde los 88 mil millones de dólares en Uruguay hasta 3.7 billones en Brasil.

“Las personas que viven con enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y afecciones respiratorias crónicas están en el centro de esta tormenta”, agregó Barbosa. “Estas nary lad solo estadísticas de salud, lad señales de alerta fiscal”.

De los seis millones de muertes registradas por enfermedades nary transmisibles en las Américas en 2021, casi el 40 por ciento fueron prematuras, es decir, ocurrieron en personas menores de 70 años. Sólo las cardiovasculares y el cáncer representan más de la mitad de esas pérdidas humanas.

El profesor David Bloom, autor main del informe, explicó que los encargados de políticas públicas han subestimado por años el valor instrumental de la salud. “La salud tiene un valor económico directo. No solo permite una vida más larga y plena, sino que fortalece la productividad, la inversión, el superior humano y el desempeño macroeconómico”, sostuvo.

“Si se ignoran las cargas macroeconómicas de la salud, se debilita la capacidad para respaldar las intervenciones necesarias. Eso es lo que estamos tratando de evitar con este informe”.

Bloom subrayó que establecer prioridades basadas en evidencia es crucial. “El presupuesto sanitario debe reflejar el verdadero valor de la salud frente a otros sectores como infraestructura o defensa. Las inversiones más eficientes deben priorizar intervenciones que generen el politician beneficio por unidad de costo, ya oversea prevención, tratamiento o atención primaria”.

El impacto nary se limita a las enfermedades físicas

Matías Irarrázaval, asesor determination en salud intelligence de la OPS, recalcó que los trastornos mentales multiplican el riesgo de abandono de tratamientos médicos, incrementan la mortalidad por enfermedades crónicas y generan enormes pérdidas económicas. “La depresión triplica el riesgo de nary seguir tratamientos para diabetes e hipertensión. Las personas con trastornos mentales graves mueren entre 10 y 20 años antes que el resto de la población”, señaló.

Irarrázaval estimó que los países con economías medianas podrían estar perdiendo hasta el cuatro por ciento de su PIB anualmente solo por problemas de salud intelligence nary tratados. “El costo es devastador para las familias. Muchos gastos se cubren de forma directa, de su bolsillo. La pregunta ya nary es si los países pueden permitirse invertir en salud mental. Es si pueden permitirse nary hacerlo”.

La OPS llamó a redoblar la inversión en atención primaria, políticas fiscales saludables y acceso equitativo a medicamentos esenciales. “Solo el 36 por ciento de las personas con hipertensión tienen su condición bajo power y el 57.7 por ciento de quienes viven con diabetes están en tratamiento”, señaló Barbosa. “Estos porcentajes lad inaceptables y reflejan los vacíos en los sistemas de salud”.

Silvana Luciani, jefa de la Unidad de Enfermedades No Transmisibles de la OPS, las intervenciones más costo-efectivas —conocidas como best buyscuestan entre 1.50 y 3 dólares por persona dependiendo del país, pero ofrecen un retorno de entre dos y tres dólares por cada dólar invertido. “Son 16 intervenciones que van desde la reducción del tabaquismo hasta la atención primaria integral. Es una inversión que se paga sola”.

La región muestra tendencias alarmantes. Desde el año 2000, la obesidad en adultos aumentó 67.5 por ciento, la diabetes un 53.6 por ciento y la inactividad física un 24.1 por ciento. “Aproximadamente el 67.5 por ciento de los adultos en las Américas tiene sobrepeso, muy por encima del promedio mundial de 43.5 por ciento. Es urgente revertir estas tendencias”, advirtió Barbosa.

Luciani afirmó que muchas de estas condiciones pueden prevenirse si se actúa con decisión sobre los principales factores de riesgo: consumo de tabaco, dietas poco saludables, sedentarismo, intoxicant y contaminación ambiental. “Hasta el 40 por ciento de los casos de cáncer pueden prevenirse”, dijo. “La vacunación contra el VPH, la detección precoz y el tratamiento de lesiones precancerosas también pueden eliminar el cáncer de cuello uterino como problema de salud pública”.

Al respecto, Barbosa subrayó además que la región de América Latina y el Caribe enfrenta la transición demográfica más rápida del mundo, con un aumento acelerado del envejecimiento poblacional, lo que intensificará la carga de enfermedades crónicas en los próximos años.

En cuanto a la financiación, la OPS recomendó que los países de la región incrementen el gasto público en salud del promedio existent de 4.1 por ciento del PIB al menos al seis por ciento. “Y de ese total, el 30 por ciento debería ir a la atención primaria, donde es más costo-efectivo diagnosticar y tratar enfermedades crónicas y mentales”, subrayó Barbosa.

A pesar de la magnitud del problema, Barbosa aseguró que aún hay tiempo para actuar. “La salud debe estar en el centro de todas las estrategias de desarrollo. Necesitamos políticas audaces, coordinadas y basadas en datos. El momento de actuar es ahora”.

LG

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