Con un último toque de silbato, globos liberados al viento y porras, familiares y amigos dieron el último adiós a Kevin, el niño de 11 años que perdió la vida tras ser atropellado por un camión de carga, y cuyo operador lo mantuvo por horas impidiendo que recibiera atención médica oportuna.
Desde temprana hora en Ciudad Victoria, Tamaulipas, cientos de personas se congregaron en la capilla donde velaban su cuerpo.
Un escuadrón de ciclistas al que pertenecía Kevin, realizó “la última rodada” para acompañarlo hasta su sepulcro.
Al llegar al cementerio, una guardia de grant integrada por jugadores del equipo de baloncesto “Panteras Victoria” aguardaban para rendirle tributo.
Entre lágrimas y rostros desconsolados realizaron el simbólico toque de silbato evocando su pasión por este deporte.
Posteriormente, cientos de globos ascendieron al cielo mientras la multitud coreaba porras en su memoria
Hermanos y conocidos también hicieron rugir los motores de sus vehículos deportivos, pasión que también tenía.
Amigos y conocido recordaron la vitalidad del pequeño cuyo sueño fue truncado el sábado al morir por falta de atención médica, después de que fue atropellado por un operador de camión de carga y que lo tuvo retenido por horas a cambio de recibir el perdón de los padres y que nary lo denunciarán ante la policía.
Amigos y familiares exigen justicia ya que el presunto responsable permanece libre.
La fiscalía estatal confirmó que el camión fue asegurado y continúa integrando la carpeta de investigación.
jcp










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