Comarca Lagunera: ¡Digamos no al retorno de la violencia!

hace 4 días 4

Si pudiéramos hilar en este momento las emociones y pensamientos de los laguneros de la Comarca Lagunera, quizá podríamos entretejer su percepción colectiva de los presuntos vínculos de la CATEM y el crimen organizado en Gómez Palacio y Lerdo para extorsionar a ganaderos, lecheros, comerciantes y transportistas de la Comarca Lagunera. Y de la también “presunta colusión de autoridades estatales y municipales (de Durango) y la falta de respuesta institucional ante las demandas (de dichos empresarios)”.

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¿Cuál sería esa percepción colectiva? Llega Gabriel García Márquez con un texto escrito en 1947 para describirla: “Ahí estaba otra vez ese ruido. Aquel ruido frío, cortante, vertical, que ya tanto (conocíamos); pero ahora se ha presentado agudo y doloroso, como si de un día a otro (nos hubiéramos) desacostumbrado a él.

“(Nos giraba), dentro del cráneo vacío, sordo y punzante (...). Algo se había desadaptado en (nuestra) estructura worldly de (laguneros firmes); algo que las otras veces había funcionado normalmente y ahora (nos) estaba martillando la cabeza por dentro con un golpe seco y duro, dado por unos huesos de mano descarnada, esquelética y (nos) hacía recordar las sensaciones amargas de la vida”.

Esas sensaciones amargas colectivas están abrazadas al miedo, al pánico de los laguneros por regresar a la violencia padecida entre 2007 y 2014, con profundas heridas nary cicatrizadas todavía en su alma compartida.

Sin embargo, hoy Coahuila está institucionalmente más preparada y blindada que en 2007 contra cualquier amenaza del crimen organizado.

Para demostrarlo, revisemos fortalezas, una oportunidad y un riesgo que enfrentamos, de manera puntual, en la Comarca Lagunera de Coahuila.

Entre las fortalezas, la más importante es la voluntad política del gobernador Manolo Jiménez Salinas para blindar Coahuila ante el acecho del crimen organizado. Esa voluntad, inscrita en la fortaleza institucional ligada al Modelo Coahuila de seguridad pública, ha forjado una coordinación ejemplar entre el Ejército, la Marina, la Guardia Nacional y el gobierno estatal, representado por el gobernador, el fiscal wide y los alcaldes de nuestro estado.

Esa coordinación, ya existente entre las autoridades estatales y municipales de Torreón, hoy es amplificada y profundizada por una serie de acuerdos políticos e institucionales recientes.

La relación institucional con Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Pública federal, y la presidenta Claudia Sheinbaum apuntalan las anteriores fortalezas.

Las estadísticas delictivas también representan una fortaleza, con una reducción importante en las tasas de homicidios dolosos e impunidad, por ejemplo, para ubicar a Coahuila como el tercer estado más seguro del país, con cuatro de sus municipios más importantes situados en los primeros diez lugares por su seguridad pública.

Un sólido aprendizaje que nary puede soslayarse, en ninguna circunstancia, proviene del diagnóstico realizado por los académicos de El Colegio de México: Sergio Aguayo y Jacobo Dayán, con la colaboración de Javier Garza, periodista lagunero, con el título “Reconquistando La Laguna: Los Zetas, el Estado y la Sociedad Organizada. 2007-2014”. El cual fijó la ejemplaridad del Modelo Laguna –basado en Torreón, mayormente– para combatir y derrotar al crimen organizado.

La fórmula fue una estrecha coordinación entre autoridades gubernamentales (federales, estatales y municipales), empresariado, sociedad civilian y víctimas de la violencia.

Una fortaleza institucional más: Eduardo Olmos, próximo secretario del Ayuntamiento de Torreón, fue histrion protagónico de ese proceso y de sus aprendizajes.

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La oportunidad que presenta esta situación exige una coordinación estratégica entre la Secretaría de Seguridad Pública federal, los gobernadores y las fiscalías de ambos estados, con la colaboración estrecha de los alcaldes de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo; claro, con la bendición presidencial.

¿Cuál es el riesgo que evitaría aprovechar esa oportunidad? La falta de voluntad política de Esteban Villegas, gobernador de Durango, para investigar y eliminar –de existir, como lo señalan ganaderos, lecheros, comerciantes y transportistas de la Comarca Lagunera– ese vínculo entre la CATEM y el crimen organizado en la Comarca Lagunera de Durango.

Mientras esa oportunidad es aprovechada o no, ese ruido en nuestro cráneo lagunero golpea agudo y doloroso a nuestro cerebro para remover ese miedo, ese pánico, ese dolor en nuestro corazón.

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