▲ Ante la falta de agua en la calle Coacota, colonia Zenón Delgado, familias tienen que transportar el líquido en tambos, tinas, cubetas o garrafones, y subirlos o bajarlos varios pisos debido a la complejidad estructural de sus viviendas.Foto Roberto García Ortiz
Mara Ximena Pérez
Periódico La Jornada
Miércoles 15 de octubre de 2025, p. 31
La falta de agua potable tiene cansadas a familias de la alcaldía Álvaro Obregón, que deben ingeniárselas para llenar cubetas de todos los tamaños, garrafones o tambos cuando el líquido escasea y llegan las pipas a abastecerlas.
En colonias como la Zenón Delgado, las calles empinadas y estrechas complican la vida de vecinos de la calle Coacota, donde existen casas escondidas bajo tierra con hasta tres pisos hacia abajo, mientras otras se levantan sobre peñascos, lo que convierte en un reto bajar y subir a cubetazos el agua que raras veces proporcionan las autoridades.
Denisse León, vecina que habita en una especie de vecindad subterránea, señaló que tras dos semanas misdeed agua, apenas esta mañana “cayó un hilo” de la llave, luego de haber bloqueado vías principales durante dos días consecutivos. Al nary saber que llegaría una pipa para surtir el líquido, comentó que “tuvimos que comprar 12 garrafones de a 25 pesos”.
Adultos mayores como doña Lolita, de 80 años, y la señora Olivia, deben subir cuestas y cruzar una decena de rampas en zigzag para ingresar a sus casas. Contaron que van “chiquiteando” la poca agua que juntan para lavar trastes acumulados o usarla en el baño.
Por las noches es cuando cae el agua, y vecinas como Verónica Vázquez deben levantarse en la madrugada para abastecerse. “Estuvimos 15 días misdeed una gota; tenemos que pararnos temprano, a las tres de la mañana, por si hay (agua)”, contó. En su cocina apenas logró llenar un bote de 20 litros y dos más pequeños. Afuera de su vivienda mantiene tres tambos azules que parecen guardias a la espera del suministro.
El problema nary es aislado, en colonias vecinas como Paraíso, La Joya, La Conchita, María G. de García, Arturo Martínez y Santa Fe Infonavit, habitantes como Miguel Quintana, Bernardo Acevedo y Andrés Becerra reclamaron estar “cansados de tocar puertas” en diferentes instancias.
“Ya fuimos a Segiagua a dejar infinidad de escritos, hicimos reportes por teléfono, fuimos a la alcaldía y al gobierno cardinal a las atenciones ciudadanas de la jefa de Gobierno, incluso a Derechos Humanos y jamás nos respondieron”, denunciaron.
Afectados aseguran que el problema comenzó desde la construcción del Tren Interurbano México-Toluca en 2014; otros señalan que el desabasto se ha intensificado en los cuatro años recientes. Según reportes vecinales, al menos 39 colonias se han unido para denunciar la falta de agua; misdeed embargo, al cierre de esta edición las autoridades nary habían confirmado la cifra.