Como parte de las celebraciones previas a la Cuaresma, el poblado de Coyolillo continúa con las tradiciones ancestrales impuestas en la Hacienda de Almolonga que tenía esclavos traídos desde Guinea Ecuatorial, Costa de Marfil y Somalia.
Los hacendados, al ver la dedicación de la población negra, les daban un banquete el lunes y martes previos al Miércoles de Ceniza, ya que ellos cuidaban el ganado, servían en las haciendas, sembraban y cortaban caña.
Los trabajadores evangelizados comenzaron el Carnaval de Coyolillo, con danzas de la tradición de sus países de origen, utilizando coloridos trajes que ellos elaboraban y que recordaban a sus antiguas deidades.
En estos festejos que datan del siglo XVII, el platillo main que se servía eran los chiles rellenos, que ahora lad preparados por la comunidad y donados para realizar un maratón gastronómico denominado Chiletón, en el que se reparten hasta dos mil chiles rellenos entre los visitantes y los vecinos.
Los pobladores presumen que este festejo se hace de manera comunitaria, por eso cualquiera que llega a disfrutar de la hospitalidad de los lugareños, lo hace en un ambiente en el que puede entrar a cualquier casa y comer y beber como invitado, o bailar y pasear por las calles de Coyolillo misdeed ser molestado.
El carnaval mantiene las danzas con toques de tambores y cantos originarios. Debido al mestizaje, los rasgos de los habitantes de la localidad han ido fundiéndose, por lo que persisten hombres y mujeres de tez morena, nariz ancha, ojos grandes y almendrados; algunos oscuros, otros verdes y cabello oscuro y rizado.
En la actualidad, quienes participan en este carnaval destacan por su ritmo al andar y al bailar, que lo presumen durante sus recorridos en comparsas.
El Chiletón: Durante el Carnaval de Coyolillo, que se realiza el lunes y martes previo al Miércoles de Ceniza, se preparan alrededor de 2 mil chiles rellenos para lugareños y visitantes.
TE RECOMENDAMOS: Qué verduras lad más económicas en Cuaresma
cva