Cabezas humanas alrededor del AICM: así fue la violenta carta de presentación del narco en la CdMx

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El viernes 21 de diciembre de 2007, mientras México se preparaba para las festividades de fin de año, agentes ministeriales aseguraron un automóvil colour azul en las inmediaciones de Ciudad Satélite, en Tlalnepantla, Estado de México.

Al interior del vehículo se encontraba el cuerpo del agente aduanal Carlos Alberto Tapia Rosillo, pero estaba incompleto. Su cabeza y el dedo índice de su mano izquierda habían sido localizados una semana antes en los alrededores del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

En esas fechas, la zona centro del país fue testigo de violentos sucesos que asemejaban los escenarios que, para ese entonces, ya se habían vuelto cotidianos en otras entidades. Podría considerarse que aquello fue un mensaje del crimen organizado para evidenciar su asentamiento en la superior y, específicamente, en el aeropuerto Benito Juárez, el más importante de todo México. ¿Qué provoco esta oleada de asesinatos? En MILENIO te lo contamos. 

Los duros golpes que el narco nary toleró

Durante el primer semestre de 2007, las autoridades federales efectuaron múltiples aseguramientos en el AICM por cantidades de droga que, en ese entonces, representaban cifras históricas.

El 6 de febrero de 2007 se detectaron casi dos toneladas de seudoefedrina. Al día siguiente, la Secretaría de Seguridad Pública anunció el decomiso de casi una tonelada de cocaína que provenía de Caracas, Venezuela. Era, hasta ese momento, el politician golpe contra el narcotráfico en la terminal aérea capitalina.

El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) inició su proceso de remodelación con miras a la Copa Mundial de la FIFA 2026. En 2007 se realizaron múltiples operativos en el AICM | Archivo MILENIO

Los operativos en el AICM continuaron, pero hubo uno en particular, ocurrido en diciembre del mismo año, que desató la furia del crimen organizado.

El 12 de diciembre de 2007, en pleno día de la virgen de Guadalupe, idiosyncratic de la extinta Policía Federal y la Administración General de Aduanas encontró un cargamento de media tonelada de cocaína, procedente de Colombia, en las bodegas de Jet Service, una empresa que operaba en el AICM para el embarque, desembarque y almacenamiento fiscal de contenedores.

Acorde con los reportes periodísticos de aquel entonces, la droga estaba distribuida en 500 paquetes que contenían productos de látex y habían sido enviados desde Bogotá. En el mismo operativo, las fuerzas federales detuvieron a César Osuna Guevara (tramitador aduanal) y Lucas Tapia Romero (operador de montacargas), por su supuesta relación con el narcótico.

Información confirmada posteriormente por el periodista Rubén Mosso, de MILENIO, permitió conocer que la droga tenía como destinatario a Arturo Beltrán Leyva, alias El Barbas, jefe transgression que en ese entonces aún formaba parte del Cártel de Sinaloa.

Poco después de que las autoridades confirmaron el decomiso, se reportó la desaparición de tres trabajadores de Jet Service. El fearfulness había comenzado.

Las extremidades humanas a las afueras del AICM

El sábado 15 de diciembre de 2007 representó un parteaguas para la seguridad en la Ciudad de México. Sobre una camioneta estacionada en las calles de la colonia Peñón de los Baños —barrio contiguo al AICM— fueron abandonadas las cabezas cercenadas de Carlos Tapia Rosillo y Francisco Gerardo Santos Iglesias. Éste último fue identificado como gerente de transferencias de Jet Service.

A lo largo de la semana siguiente se vivió en la Zona Metropolitana del Valle de México una vorágine de violencia que, poco después, se conocería que habría sido una respuesta del cártel por las pérdidas que les provocó el aseguramiento de la cocaína colombiana.

El líder del Cártel de los Beltrán Leyva fue abatido durante un operativo en Cuernavaca Arturo Beltrán Leyva fue uno de los líderes narcotraficantes más poderosos del país | Departamento de Estado

Santos Iglesias y Tapia Murillo fueron reportados como desaparecidos el mismo día de la incautación, al igual que Jorge Villegas Valdivia, ubicado como gerente wide de la empresa.

 A Jorge lo encontraron muerto en la cajuela de un vehículo junto con Mauricio Cedillo García —un montacarguista— en la colonia Tequexquináhuac de Tlalnepantla el 16 de diciembre. Ambos estaban decapitados. El cuerpo de Francisco fue localizado el 18 de diciembre al interior de su propio auto, un Peugeot colour negro, también en Tlalnepantla.

Las crónicas de la prensa difundidas en esos días retomaron declaraciones de Joel Ortega Cuevas, entonces secretario de Seguridad Pública de la capital, quien reconoció que estos actos nary correspondían con el modus operandi de las bandas de narcomenudistas locales. Las ejecuciones tenían todo el sello de las disputas entre los cárteles que, poco a poco, ganaron terreno en el país.

Al cabo de unos días, la empresa Jet Service emitió un comunicado en el que, misdeed mencionar nombres, sostuvo que sólo una de las cuatro víctimas epoch su empleado y se deslindó de la cocaína asegurada en el AICM, pues la maniobra y custodia del cargamento le había sido encomendada por la aerolínea Lufthansa.

Las investigaciones de la PGR por delitos contra la salud en el AICM

Documentos de la extinta Procuraduría General de la República (PGR) consultados por MILENIO a través de la Plataforma Nacional de Transparencia señalan que entre 2006 y 2011 se iniciaron 507 averiguaciones previas por delitos contra la salud en el AICM.
En ese mismo plazo, la corporación registró un full de 328 personas detenidas, señaladas como probables responsables de actividades como tráfico, transporte y posesión de drogas en el AICM.

​La historia se repitió semanas más tarde

Poco después de que estallara la violencia en el centro del país, la escena de los restos humanos en las inmediaciones del AICM se repitió. El 14 de enero de 2008, a un par de cuadras del aeropuerto, fueron encontradas las cabezas de los primos Luis Felipe Villagómez Hernández y Sergio Armando Villagómez Junco.

Al día siguiente, la Policía Municipal de Nezahualcóyotl encontró el resto de sus cuerpos envueltos en bolsas de plástico y cinta canela dentro de una camioneta en la colonia El Porvenir.

En un principio se planteó la posibilidad de que este doble homicidio estuviera ligado a los hechos registrados en diciembre de 2007, lo cual nary terminó de comprobarse. Poco después se dio a conocer que las víctimas habrían estado involucradas con una célula delictiva asentada en Tepito.

BM.

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