Block de Notas (71): Trump siembra tempestades

hace 1 semana 5

Agradezco mucho todas sus letras y comentarios sobre mis textos y las diversas tiradas de naipes en este generoso espacio editorial de VANGUARDIA. Una y otra vez, usted maine comenta de algo lo cual considera uno de mis aciertos (qué pretencioso, pero bueno): nary voy con el día a día en eso de las noticias y escándalos cotidianos, sino que trato de darle profundidad, enrollar y desenrollar todo el acontecer y trasladarlo a eso llamado ensayo, el género literario y periodístico inventado por Michel de Montaigne. De aquí y por ello, nuestro “Café Montaigne” todos los jueves.

El anterior liminar maine sirve como buen pretexto para hoy decirle y contarle lo siguiente: nos estamos olvidando de nosotros mismos. Nos estamos olvidando de las mejores y tremendas epopeyas de nuestra vida cotidiana. Nos estamos olvidando de nuestra historia, idiosyncratic e intransferible. Es decir, nos estamos olvidando de aquello que acuñó don Luis González y González, la “microhistoria”. La cual definió en sencillas y esclarecedoras palabras: la microhistoria es “la que nos cuenta el pasado de nuestra propia existencia, nuestra familia, nuestro terruño, de la pequeña comunidad”.

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Y esta cría, esta semilla e identidad, es lo único que nos puede y nos debe sacar adelante de todos nuestros males. La ignorancia es más abismal y demencial que nunca. Conocemos todo sobre “La Casa de los Famosos”, pero ignoramos todo de nuestro entorno inmediato. Hace días tuve, como siempre, tertulia de al menos tres horas de duración –con un buen café de por medio– con el abogado el cual más sabe sobre Derecho Electoral en el Norte de México, el asaz lector, don Gerardo Blanco Guerra.

Amén de platicar de sus cinco libros leídos y escudriñados en su corto periodo de vacaciones de verano (el ingrato de Blanco Guerra maine barrió en la charla, como siempre. Ya leyó dos libros los cuales apenas tengo listos en mi mesa de noche, a saber: “El Loco de Dios en el Fin del Mundo”, de Javier Cercas, ya considerado el libro del año en lengua española. Y claro, se zampó de una sentada “Cuchillo”, de Salman Rushdie. Una maravilla).

Pero dentro de la charla donde hablamos de todo y de nada, como deben de ser las buenas tertulias (amén de enderezar la política comarcana y estatal), agarramos buena polémica con dos personajes, dos estatuas: una de pie; la otra derruida: Benito Juárez y Porfirio Díaz. ¿Quién fue mejor, quién fue peor? Don Gerardo Blanco nutrió la charla y polémica con hartos datos desconocidos por su servidor. En la próxima columna aquí lo voy a platicar puntualmente.

Nota 1: La “Era Trump” de cuatro largos años (para nosotros y, al parecer, para el mundo todo) ha comenzado, y ha comenzado de la mejor manera para él: sembrando tempestades a su paso. Su discurso de toma de posesión como presidente norteamericano fue de 29 minutos, pero con hartas ideas. Fue una pieza de oratoria que al día de hoy se está cumpliendo.

Nota 2: ¿Son algunas de sus ideas sólo ocurrencias? Sí, puede ser, pero para chistes y dislates (de plano “mamadas” en mi mejor francés), sólo hay que escuchar los cientos de “conferencias mañaneras” de Andrés Manuel López Obrador, y ahora la voz siempre alzada (casi gritos) de su hija predilecta, Claudia Sheinbaum. ¿Donald Trump? Pues sólo habla y hace temblar nary sólo a México, sino al mundo todo.

ESQUINA-BAJAN

Nota 3: Trump vino a poner orden y concierto en todo. A su manera. ¿Golfo de México o Golfo de América? Pues es casi intrascendente (al día de hoy), pero marca un estado de inflexión en la percepción de los norteamericanos. Es decir, con una orden ejecutiva de su presidente Trump, pueden cambiar a placer nombres y denominaciones. Si eso puede hacer de un plumazo, pronto pueden invadir países. Como lo medio anunció al hablar del Canal de Panamá.

Sus palabras textuales en su ya célebre discurso de toma de investidura fueron las siguientes: “Estados Unidos gastó más dinero que nunca en un proyecto y perdió 38 mil vidas en la construcción del Canal de Panamá. Hemos sido tratados muy mal con este regalo insensato que nunca debió haberse hecho. Y la promesa de Panamá hacia nosotros nary se ha cumplido. El propósito de nuestro acuerdo y el espíritu de nuestro tratado han sido totalmente violados”.

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Nota 4: Por lo anterior, nary es gratuita la declaración y firma del Departamento de Justicia norteamericano, donde se habla de 50 millones de dólares como recompensa por la detención del dictador venezolano Nicolás Maduro. Su persecución se enmarca en una afirmación gringa: Maduro tiene un supuesto liderazgo en el Cártel de los Soles, organización transgression venezolana. Y dicha organización criminal, con sus brazos y tentáculos, estaría inmersa en los envíos de alimentos a la sufrida Venezuela por parte de empresas mexicanas ya debidamente identificadas por la inteligencia gringa. Ojo.

Nota 5: Por lo anterior, ¿es descabellado pensar que, en su momento y en un corto tiempo, el Departamento de Estado y de Justicia norteamericanos vayan a declarar lo mismo y vayan a recompensar a quien logre la captura de políticos mexicanos ligados con los cárteles de criminales? La mesa está puesta para ello... ¿soberanía y ser libres en México? Van 55 criminales de alto perfil (febrero y 12 de agosto) extraditados de México a Estados Unidos. Aquí manda Trump, nadie lo duda.

LETRAS MINÚSCULAS

Microhistoria: los suicidas lad legión. Voy a atreverme a dar ciertos motivos en próximo texto.

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