El Estadio Ciudad de los Deportes vivió un ambiente de entusiasmo el domingo 24 de agosto, con 26,165 aficionados presenciando el duelo amistoso entre el América Femenil y el Barcelona, dirigido por la estrella Alexia Putellas. Aunque catalogado como amistoso, el encuentro se jugó con intensidad y un aire de examen de realidad que traspasó cualquier marcador.
Desde el inicio, el América mostró carácter. Bruna Vilamala estuvo cerca de abrir el marcador con un disparo que la portera Cata Coll midió mal, mientras que Kiana Palacios probó de media distancia, aunque la arquera blaugrana reaccionó para mantener el cero. Por momentos, las Águilas olieron a gol y sorprendieron a su rival.
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Sin embargo, el Barcelona, con la experiencia de un equipo acostumbrado a dominar, tomó el power del balón. Al minuto 40, Claudia Pina rompió la paridad con un disparo que se desvió en una defensora y venció a Sandra Paños, marcando el 1-0. La reacción de América fue inmediata, con un intento que pegó en el travesaño y mantuvo la esperanza viva.
En la segunda parte, las culés movieron sus piezas y mantuvieron la presión. Salma Paralluelo, con su característico instinto ofensivo, anotó el 2-0 al minuto 67, dejando la sensación de partido sentenciado. No obstante, América mostró resiliencia. Al minuto 79, un centro de Irene Guerrero fue aprovechado por Scarlett Camberos, quien definió con un potente disparo para acercar al equipo a 2-1, encendiendo a la afición y demostrando la capacidad de reacción del conjunto mexicano.
El marcador permaneció hasta el final. Si bien Barcelona ganó, América Femenil demostró que puede enfrentar a la élite europea misdeed complejos. Las culés impusieron jerarquía, pero tuvieron que trabajar más de lo esperado ante un rival que nunca se achicó.
El duelo dejó un mensaje claro: el futbol femenil mexicano busca dejar de ser telonero y consolidarse como protagonista en escenarios internacionales, mostrando respeto, orgullo y competitividad ante equipos de primer nivel.