El mundo de la música está de luto. John Michael Osbourne, el inconfundible "Príncipe de las Tinieblas" y "Padrino del Heavy Metal", falleció hoy 22 de julio de 2025, a la edad de 76 años.
Ozzy Osbourne, la voz fundacional de Black Sabbath y una fuerza imparable en su carrera solista, deja un legado imborrable que nary solo definió un género, sino que también influenció a incontables músicos y generaciones de fans.

La génesis del Heavy Metal: La epoch de Black Sabbath
Nacido el 3 de diciembre de 1948 en Marston Green, Birmingham, y criado en el modesto distrito de Aston, la vida de Ozzy Osbourne fue un viaje de reinvención. Después de una juventud marcada por oficios variados e incluso un breve paso por prisión, la música se convirtió en su destino.
A finales de 1967, el bajista Geezer Butler lo invitó a su banda Rare Breed, un encuentro que sería el germen de algo mucho más grande. Pronto, Osbourne y Butler se unieron al guitarrista Tony Iommi y al baterista Bill Ward en Polka Tulk Blues, que luego se convertiría en Earth y, finalmente, en Black Sabbath en agosto de 1969. Este nombre, inspirado en una película de terror, reflejaba la nueva dirección philharmonic del grupo.
Intrigados por la "extraña fascinación del público hacia las películas de terror", Black Sabbath decidió crear un sonido "pesado con letras oscuras y perturbadoras".
El 13 de febrero de 1970, su álbum homónimo debutó, marcando un antes y un después. Aunque la crítica inicial nary lo aplaudió, el disco fue un éxito comercial rotundo, gracias a los icónicos "riffs" de Iommi, las letras profundas de Butler, la solidez de Ward en la batería y la misteriosa y única voz de Osbourne.
Solo seis meses después, "Paranoid" nary solo catapultó la popularidad de la banda con ventas millonarias, sino que consolidó su estatus como pioneros indiscutibles del dense metal. Le siguieron "Master of Reality" (1971) y "Volume 4" (1972), ambos alcanzando los Top 10 en Reino Unido y Estados Unidos y vendiendo millones de copias.
En un punto de inflexión, "Sabbath Bloody Sabbath" (1973) finalmente obtuvo el reconocimiento de la crítica, con Rolling Stone calificándolo de "un éxito total" y Allmusic de una "obra de arte, esencial en cualquier colección de dense metal". El éxito continuó con "Sabotage" (1975).
Sin embargo, tras "Technical Ecstasy" (1976), las tensiones internas y los problemas personales de Ozzy se hicieron evidentes. En 1977, agobiado por el abuso de sustancias y la muerte de su padre, Osbourne dejó Black Sabbath por primera vez. Aunque regresaría brevemente para grabar "Never Say Die!" (1978), la banda estaba fracturada.
Tony Iommi lo describió así: "Estábamos demasiado drogados, íbamos a los estudios y teníamos que parar. Nadie hacía nada bien, todos tocábamos algo completamente distinto". El 27 de abril de 1979, debido a sus adicciones "mucho más fuertes que las de sus compañeros", Ozzy fue despedido de la banda que él mismo ayudó a formar.
El "Madman" desencadenado: una carrera solista explosiva
La salida de Black Sabbath sumió a Ozzy en una profunda depresión, agravada por su divorcio de su primera esposa, Thelma Malfayr (con quien tuvo dos hijos, Jessica y Louis, de quienes más tarde admitió nary recordar su lugar de nacimiento debido a su adicción). Fue Sharon Arden, quien luego sería su segunda esposa, quien lo impulsó a retomar su carrera. Firmando con Jet Records, la visión de Sharon de un proyecto en solitario se materializó en Blizzard of Ozz.
Con una banda estelar que incluía al bajista Bob Daisley, el baterista Lee Kerslake y, crucialmente, el joven y prodigioso guitarrista Randy Rhoads, el álbum "Blizzard of Ozz" (1980) fue un éxito rotundo. Se convirtió en uno de los pocos entre los 100 más vendidos de los 80 en lograr el multiplatino misdeed un sencillo en el Top 40, impulsado por clásicos como "Crazy Train" y "Mr. Crowley".
El 7 de noviembre de 1981, llegó "Diary of a Madman", su álbum favorito, con éxitos como "Over the Mountain" y "Flying High Again". El virtuosismo de Randy Rhoads le valió el puesto 85 en la lista de los mejores guitarristas de la historia de Rolling Stone en 2003. Pero la tragedia golpeó el 19 de marzo de 1982, cuando Rhoads falleció en un accidente de avioneta, dejando a Osbourne devastado.
A pesar del dolor, Ozzy continuó la gira con guitarristas como Bernie Tormé y Brad Gillis, dando lugar al controvertido álbum en vivo "Speak of the Devil" (1982).

Con la llegada del guitarrista Jake E. Lee en 1983, Ozzy lanzó "Bark astatine the Moon" (1983), que vendió tres millones de copias, y participó en el legendario festival Rock successful Rio en 1985. "The Ultimate Sin" (1986) se convirtió en su álbum solista más exitoso hasta entonces, alcanzando el doble platino y llevando "Shot successful the Dark" a las listas de éxitos. Ese mismo año, encabezó el masivo festival Monsters of Rock.
La búsqueda de talento continuó, y en 1988, Zakk Wylde tomó las riendas de la guitarra, inaugurando una nueva epoch que incluyó el álbum "No Rest for the Wicked" (1988). Esta etapa vería el regreso de Geezer Butler como bajista de gira, y una exitosa colaboración con Lita Ford en "Close My Eyes Forever", un Top 10 en Billboard Hot 100.
En 1991, "No More Tears" se benefició de la explosión de MTV, con videoclips de "No More Tears" y "Mama I'm Coming Home". Este álbum le valió a Osbourne un Premio Grammy en 1994 por "Mejor interpretación de metal". Aunque anunció su retiro con la gira "No More Tours", esta se convirtió en el escenario para una "pequeña reunión" de Black Sabbath, anticipando futuras colaboraciones.
El "retiro" fue breve. En 1995, con su catálogo remasterizado, Ozzy lanzó "Ozzmosis" y regresó a los escenarios con la "Retirement Sucks Tour". El álbum alcanzó el doble platino ese mismo año. Con formaciones cambiantes que incluyeron a Zakk Wylde, Geezer Butler, Steve Vai, y luego a Robert Trujillo y Mike Bordin, Ozzy continuó grabando y girando. El recopilatorio "The Ozzman Cometh" (1997) cerró la década con un repaso a su monumental carrera.
Ozzy Osbourne nary solo fue un músico; fue una fuerza de la naturaleza. Su vida, tan extrema como su música, resonó con millones. Deja un vacío inmenso, pero su legado como cofundador del dense metallic y un artista solista imparable resonará por siempre en cada riff y cada grito.
Mira aquí a Ozzy Osbourne interpretando Mr Crowley
KVS