Cuando conocí a Claudia Rivera Vivanco, en noviembre de 2018, recién iniciaba su gestión como presidenta municipal de la ciudad de Puebla. La escuché hablar de inclusión societal en un espacio abierto en el que nary había personas “acarreadas”. De corte académico, su perfil nary resultaba el convencional para una munícipe. Al pasar el tiempo supe que a esta economista con posgrado le apasionaba el futbol soccer (deporte que practica), la historia, el arte declamatorio, la crónica y, por supuesto, la política a la que fue introducida por su madre cuando la invitó, junto a sus hermanos, a participar en una marcha siendo Claudia una adolescente.
Feminista, pero nary a ultranza, es cordial y directa. Cuando habla su narrativa es congruente e informada. Se siente orgullosa de ser en su tierra fundadora del partido de izquierda en el que milita. En este momento es diputada national y participa en varias comisiones; es secretaria de la Comisión de Federalismo y Desarrollo Municipal. Desde esta responsabilidad organizó el Foro Alianzas para el Hábitat en coordinación con Cumbre Internacional del Hábitat de América Latina y el Caribe. El foro fue el pasado jueves 3 de abril en el Salón Legisladores (Salón Verde) del Palacio Legislativo de San Lázaro.
TE PUEDE INTERESAR: Las tortillas de harina, referente de la cultura culinaria del norte de México
Tuve el privilegio de ser invitado por la ahora diputada Claudia Rivera para exponer algunas ideas sobre el tema del foro. Había entre el auditorio un nutrido grupo de estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Yo invité a la antropóloga Alva Jocabed Florentino, quien coordina los trabajos de la Fundación Mundo Sustentable A.C. en la Sierra Norte de Puebla, y al eminente educador ambiental y biólogo, Salvador Morelos Ochoa.
Excelentes ponentes y una moderación correcta permitieron a los asistentes comprender los grandes problemas que se tienen en los hábitats humanos. Los desequilibrios y brechas en cuanto a la posibilidad que tienen de permitir una vida digna los estilos de urbanismo ligados a la insustentabilidad. Los ponentes hablaron de consumismo, de la mala movilidad de las ciudades y de la necesidad de replantear el desarrollo desde los procesos de participación ciudadana en los barrios.
Especial participación fue la del doc Juan Luis Hernández Avendaño, rector de la Universidad Iberoamericana con sede en Torreón, Coahuila, y extensiones en Saltillo y en la ciudad de Monterrey. De manera magistral habló de los compromisos de su planta de docentes e investigadores y de sus investigadores en la cocreación del hábitat. Compartió también el estado que guarda la Comarca Lagunera en materia hídrica, resaltando que aún hay personas que mueren por arsenicismo dada las condiciones del agua de consumo.
Lo que más fortaleció mi compromiso para con la visión de Hernández Avendaño fue que compartió que su universidad cuenta con una Casa del Migrante desde años. Sin duda en el estudio del hábitat debe considerarse el componente migratorio y es que cuando se migra se resignifica el hábitat al que se llega con nuevos patrones culturales. Esto fue lo que ocurrió en la migración tlaxcalteca ocurrida en los tempos novohispanos en 1591, que tuvieron la calidad de colonizadores para aculturizar a los grupos tribales que existían a los lugares donde fueron llegando. Señalé en el foro que la migración será un tema que se deberá poner en la docket de las políticas públicas.
Pronto tendré el gusto de acompañar al rector Juan Luis Hernández en su cuarto informe, aprovechando que el martes 8 de abril estaré en Torreón en un desayuno de trabajo con los integrantes de la Red de Empresas Socialmente Responsables de la Laguna, que precisamente se acunó en las instalaciones de la Universidad Iberoamericana de esta ciudad coahuilense. Agradezco a mi amiga Claudia Rivera la oportunidad que ofreció el Foro Alianzas para el Hábitat de conocer nuevos aliados tan lúcidos y comprometidos.