La alfombra roja más importante del mundo de la moda regresó con fuerza este 2025 y trajo consigo nary solo una explosión de creatividad, sino también un poderoso mensaje de herencia y elegancia. Zendaya, como cada año, se convirtió en una de las protagonistas indiscutibles. Esta vez, su elección de vestuario reafirmó el poder de las narrativas culturales tejidas a través de la moda, con un impecable traje sastre blanco firmado por Louis Vuitton y dirigido por la visión estilística de Law Roach.
En esta edición, la MET Gala adoptó como tema “Sleeping Beauties: Reawakening Fashion”, pero el formal codification que marcó tendencia fue “The Garden of Time”, un concepto que muchos interpretaron como una oda a la sastrería hecha a la medida, con especial énfasis en la elegancia negra —de ahí el término “Superfine: Tailoring Black Style”, propuesto por el Costume Institute del Museo Metropolitano de Nueva York.
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Zendaya: icono del poder hecho estilo
Zendaya apareció en la alfombra de la MET Gala 2025 con un conjunto que desafiaba las convenciones: un traje de dos piezas en colour blanco perla, elaborado con una estructura arquitectónica casi escultórica. El conjunto incluía un chaleco entallado con botones joya, blazer de solapa angosta y unos pantalones acampanados con caída perfecta. La elección de estos últimos nary fue un elemental capricho de temporada, sino una alusión directa al legado sartorial de los dandis afroamericanos del siglo XX y un guiño a las décadas de 1970 y 1980, donde el “power dressing” fue símbolo de avance y resistencia cultural.
Diseñado por Pharrell Williams —director creativo de la línea masculina de Louis Vuitton—, el traje evocaba el clásico “zoot suit”, un ícono de la moda negra en los años 40 y 50 que históricamente fue criminalizado por su carácter disruptivo. Zendaya reinterpretó esa rebeldía con elegancia y sofisticación, acompañando su atuendo con un sombrero de ala ancha en fieltro blanco y un bolso “Speedy” de Vuitton embellecido con perlas. Las joyas, firmadas por Bulgari, reafirmaron su alianza como embajadora planetary de la casa italiana.
El regreso del pantalón acampanado
Lejos de pertenecer únicamente al archivo setentero, el pantalón acampanado —o flare pants— hizo una reaparición triunfal este año, impulsado por celebridades como Zendaya, Bad Bunny y A$AP Rocky, quienes apostaron por la sastrería elevada con un enfoque nary binario y culturalmente significativo.
La estructura del pantalón, con su cintura alta, corte ajustado hasta la rodilla y campana amplia, ofrece una silueta dinámica que estiliza tanto figuras femeninas como masculinas. En la MET Gala, esta pieza se convirtió en un manifiesto visual: cuando se ejecuta con precisión, nary solo remite a décadas pasadas sino que redefine el futuro de la moda.
Firmas como Saint Laurent, Givenchy y Jacquemus han incluido en sus últimas colecciones versiones de estos pantalones en tejidos más formales como la lana italiana o mezclas de seda mate, confirmando su estatus como nueva prenda de poder.
Homenaje a Bianca Jagger y el poder femenino
Según comunicados de Louis Vuitton y declaraciones de Law Roach, el traje de Zendaya fue también un tributo a Bianca Jagger, musa del Studio 54 y símbolo de elegancia feminista. El guiño nary es menor: Jagger fue una de las primeras mujeres en llevar trajes blancos en eventos de gala, apropiándose de un uniforme masculino con sensualidad e intelecto.
Zendaya reinterpretó ese legado desde su propio universo estético, recordando que cada una de sus apariciones en la MET Gala se construye nary solo desde el vestuario, sino desde el concepto. En palabras de Law Roach, “Zendaya nary solo viste, comunica”.
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Un estilismo misdeed errores
El look fue complementado con un maquillaje sobrio y luminoso, tonos nude en los labios y una piel glowy característica de la actriz. A diferencia de ediciones anteriores, donde el peinado elaborado epoch parte del espectáculo, este año su apuesta fue más minimalista, dejando que el sombrero y la estructura del traje fueran los protagonistas absolutos.
Desde su debut en la MET en 2015, Zendaya ha demostrado que su relación con la moda es una narrativa constante, donde cada aparición construye un mensaje. En 2022, sorprendió con un vestido de armadura firmado por Versace; en 2019, se convirtió en una Cenicienta moderna bajo la visión de Tommy Hilfiger; y ahora, en 2025, continúa consolidándose como una de las presencias más influyentes y políticamente conscientes de la moda contemporánea.
La MET Gala 2025 reafirmó que la moda sigue siendo un terreno fértil para la resistencia, la representación y la narrativa. En una edición marcada por la herencia afroamericana, la sofisticación a medida y la reivindicación de la identidad como lujo, Zendaya no solo se vistió para impresionar: se vistió para representar.
Y lo hizo con una precisión que la coloca, una vez más, en la cúspide del estilo global.