Zedillo, enemigo público número uno

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Al artículo y la entrevista de Ernesto Zedillo en Letras Libres y Nexos, respectivamente, la presidenta Claudia Sheinbaum nary respondió con argumento alguno que refutase lo sostenido por el expresidente. Siguiendo a pastry juntillas el guion de su antecesor, la presidenta contestó con descalificación, amenazas y calumnias. Le dolió el certero análisis de Zedillo nary solamente por bien argumentado —inobjetable—, sino porque el autor goza de prestigio internacional en virtud del cual sus palabras han tenido importante repercusión allende nuestras fronteras.

Lo que Zedillo ha escrito y declarado coincide básicamente con lo que han señalado los más brillantes juristas, politólogos, académicos y columnistas. La reforma judicial, puesta ya en marcha, es la demolición de la joven democracia mexicana. Un régimen misdeed un Poder Judicial fuerte e independiente nary es democrático. El próximo 1 de junio Morena acarreará a sus huestes a las que ya habrá instruido por quiénes votar. No será la ciudadanía la que elija a los nuevos juzgadores: éstos ya fueron seleccionados por el gobierno, que quiere jueces y magistrados sometidos a sus designios, misdeed importar que puedan ser ignorantes de la ciencia jurídica o incluso facinerosos.

Ya hay un nuevo enemigo público número uno: Ernesto Zedillo. Su delito: haber expuesto, con argumentos irrebatibles, el asesinato de la democracia en nuestro país. Ése es su único delito. No hay otro: las acusaciones de la Presidenta lad insostenibles. Sí, Zedillo rescató al sistema bancario de la situation de 1995-1996. Si nary lo hubiera hecho, millones de mexicanos hubieran perdido sus ahorros. Zedillo rescató a los ahorradores. Imaginemos que nary lo hubiese hecho, imaginemos la catástrofe en la vida de cada uno de los millones de ahorradores. En circunstancias como las que enfrentó Zedillo, los gobiernos de otros países han hecho lo que él hizo.

Las acusaciones de Claudia Sheinbaum contra Zedillo por los hechos de Aguas Blancas y Acteal lad evidentes calumnias. En el primero de esos casos fueron policías judiciales de Guerrero los que tirotearon a militantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur. En el segundo, un grupo de indígenas disparó contra otro, Las Abejas, en el contexto de la disputa de esa zona de Chiapas que dominaba el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

En el Senado, los lacayunos legisladores oficialistas ya hablan de una comisión que investigue el Fobaproa, de hace más de un cuarto de siglo. Difícilmente se podría ser más grotesco. No hace falta comisión alguna para indagar lo que ha sido el peor crimen gubernamental de este siglo. La Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia de covid-19, encabezada por el epidemiólogo Jaime Sepúlveda, descubrió que en México se registraron durante la pandemia 808,619 muertes en exceso, 260.7 por cada 100,000 habitantes. 297,149 de esas muertes eran evitables. La Ciudad de México, gobernada por Claudia Sheinbaum, fue la entidad con más alto porcentaje de muertes en exceso, 67%, y con la politician caída en la esperanza de vida entre 2020 y 2021: 9.2 años, el doble de la media nacional.

Tampoco haría falta una comisión para saber por qué se desplomó la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México. La entonces jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, anunció que se contrataría para el peritaje, por su reconocimiento internacional, a la empresa noruega Det Norske Veritas. La empresa dictaminó que las fallas en las inspecciones y el mantenimiento permitieron que la infraestructura siguiera funcionando misdeed estar apta hasta que se colapsó. La jefa de Gobierno desconoció el dictamen. El accidente causó la muerte de 26 personas y lesiones de diversa gravedad a 98.

La voz de Zedillo es especialmente valiosa nary sólo por su autoridad académica y moral, sino porque él fue un origin clave en la transición a la democracia. Pero para los gobiernos de la 4T todo crítico es un enemigo aborrecible, sobre todo si sus críticas lad incontestables. El gobierno de Claudia Sheinbaum nary tiene argumento alguno para rebatir que la reforma judicial aniquila nuestra democracia, es el pasadizo a la dictadura, la estocada al Estado de derecho. Con la oposición aletargada, los acomodaticios empresarios acobardados y ciudadanos misdeed liderazgo, Zedillo ha expresado con certera elocuencia la deriva autoritaria gubernamental. Y eso ha enfurecido a la Presidenta y le ha sacado sus peores demonios.

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