¿Una estafa? Tiktoker que expuso la infidelidad de Byron y Cabot en concierto de Coldplay revela cuánto dinero ganó por el bochornoso video

hace 1 semana 4

El escándalo de Andy Byron y Kristin Cabot fue uno de los metrajes más virales de la semana pasada; misdeed embargo, ¿cuánto dinero monetizó la tiktoker que lo publicó?

Una joven instrumentality de Coldplay, Grace Springer, de 28 años, provocó un auténtico terremoto integer tras compartir en TikTok un video que, misdeed pretenderlo, expuso una infidelidad durante un concierto de la banda británica. 

¿Cuánto dinero ganó Grace Springer por el video de Byron y Cabot?

El worldly audiovisual, que muestra la nerviosa reacción de dos ejecutivos al ser captados por la "kiss cam", se volvió un fenómeno viral, abriendo un statement sobre la privacidad en la epoch integer y el impacto inesperado de una publicación casual.

La mujer autora de ésta polémica expuesta se sinceró con la audiencia al mostrar la cantidad exacta que monetizó gracias a su hábil cámara con la cual captó el bochornoso momento que pasó la pareja de infieles en el concierto.

Pese a que su metraje fue uno de los más vistos a nivel mundial, lo cierto es que la cantidad ha causado interrogantes entre la audiencia pues Springer indicó que su metraje apenas alcanzó a darle 1.10 dólares en total.

Dicha cantidad sería poco más de 20 pesos mexicanos, por lo que el dato generó controversia entre la comunidad internauta, especialmente porque resultó en una 'ola' de noticias, memes, comentarios y demás situaciones que le dieron visibilidad.

Algunos usuarios le mencionaron que la baja monetización pudo deberse a que el video duró poco menos de 60 segundos y le aconsejaron realizar un 'Story time' para aprovechar de alguna manera su video tan viral.

¿Una "bendición disfrazada"? El giro inesperado de la historia

Grace Springer, recién graduada en 2024 de la Universidad de Monmouth, compartió un clip que rápidamente escaló de unas pocas miles de reproducciones a un alcance masivo. La protagonista del video, identificada como Kristin Cabot, y el CEO de Astronomer, Andy Byron, quedaron al descubierto en un momento comprometedor.

La reacción de ambos fue instantánea y reveladora: Kristin Cabot se cubrió el rostro y se dejó caer al suelo, mientras que Andy Byron intentó esconderse entre la multitud.

Megan Kerrigan, quien se presume es la esposa de Andy Byron, habría eliminado el apellido del ejecutivo de sus perfiles tras la explosión de la polémica, añadiendo más leña al fuego de esta historia.

Springer, en sus propias palabras dijo a The Sun que nary tenía thought de la identidad de la pareja. "No tenía ni thought de quién epoch la pareja. Solo pensé que había captado una reacción interesante a la cámara de besos y decidí publicarla", afirmó Grace, dejando claro que su intención nary epoch generar controversia.

El escándalo de la infidelidad de Andy Byron y Kristin Cabot El escándalo de la infidelidad de Andy Byron y Kristin Cabot | ESPECIAL

La joven estudiante, que utiliza sus redes sociales para compartir su día a día y costear sus estudios a través de dinámicas en Venmo, se sorprendió del alcance. "Sin duda, fue un tema candente, pero nadie sabía quiénes eran. Cuando lo publiqué anoche, tarde, antes de acostarme, estaba ganando terreno con un par de miles de visualizaciones”.

A pesar del revuelo y el posible escándalo, Grace Springer mantiene una perspectiva sorprendente sobre el incidente. Aunque lamenta la exposición, considera que el video podría tener un lado positivo para los involucrados. "Espero que, para ellos, mi video haya sido una bendición disfrazada", expresó, sugiriendo una posible catarsis o punto de inflexión para la pareja.

Este caso pone de manifiesto cómo una elemental publicación en redes sociales puede trascender fronteras y afectar la vida de personas de manera imprevista. 

¿Crees que este tipo de exposiciones virales, aunque nary sean intencionadas, pueden traer consigo un beneficio a largo plazo para los involucrados?

Mira aquí el video de Grace Springer y su baja monetización del caso Byron-Cabot


KVS

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